martes, 3 de julio de 2012

El ama, memorias de una dominadora de Annick Foucault

Trabajar entre 16 y 20 horas al día es lo que yo llamo masoquismo.....este mes ha estado bastante masoquista para mí. Después de caer a la mitad en número de visitantes y en entradas en un mes, creo que ya toca que les hable un poco de masoquismo ajeno, el de la literatura.

Casi todos los libros que conozco sobre el mundo de la dominación y el bondage y el sadomaso están escritos desde la perspectiva del dominado. También muchos suelen ser autobiográficos o al menos fantasías eróticas de sumisos.

Desde esa perspectiva, este libro es bastante distinto: sí es autobiográfico, pero está escrito desde la óptica de una mujer dominadora. Yo no se porqué en la mayor parte de estos libros, la frialdad del padre es el culpable de las aficiones masoquistas de las protagonistas, que suelen ser mujeres que buscan llenar el vacío con dolor.

Annick Foucault es en la vida real una dominatrix profesional que se hace llamar  "Maîtresse Françoise". Por profesional me refiero a que cobra por sus servicios y tiene su propio calabozo abierto al público en París. Este libro abre el mundo de la dominación al gran público, con relatos cortos y de buen gusto, sobre situaciones presuntamente reales, aunque algunas veces el relato parece una venganza comercial contra algún cliente.

Creo que la autora trata de cuidar su reputación presentándose desde muy pequeña como una aficionada a la flagelación activa; situación que si bien sucede en niños, no es muy creíble. Después de una infancia miserable, cae en un internado donde una loca monja sádica la convierte en sumisa. Situación que se repite cuando ella encuentra a un marido sádico que la golpea. Yo tengo para mí que esa historia no es real, el marido debe haber sido un patán y no un sádico.

Ella se reconoce con una dualidad: Francoise, su lado dominador, y Marianne, su lado sumiso; pero también reconoce que después de su divorcio no volvió a amar.

Ya en su rol de profesional, ella cuenta historias de importantes ejecutivos casados con aficiones masoquistas, con o sin intenciones eróticas, cintas adhesivas, negros violados, hombres-perro y humillaciones. Hombres prostituidos como mujerzuelas; todo tipo de clientes extraños. Para ella, la humillación es física, no psíquica. Incluso de habla de las relaciones virtuales como una manera de conseguir clientes.

Llega un momento en el libro en que ella se pone a explicar que no existe una sola clase de BDSM, que cada quien busca distintos fines y desde esa óptica una profesional cumple con las distintas fantasías de los distintos tipos de BDSM. También explica que la relación entre sádicos y masoquistas no es posible, que ha sido muy incomprendido el tema porque el sádico no gustará de un sumiso porque el dolor no sería real.


Bastó con que le rozara el trasero para que se convirtiera en la cochina puta que íntimamente deseaba ser. Obligarle a ponerse un cinturón de castidad fue un juego. Tuvo que separarse las nalgas para que yo le introdujera el grueso consolador. No quedaba sino cerrar el cinturón, sin olvidar meterle la polla entre los anillos destinados a impedirle que se empalmara. Después vino el corsé, ceñido como es debido. Las medias completaron la panoplia. Una hembra. Ya no era un hombre, sino una mujer, abierta a todo, con el culo en venta. Sólo faltaba azotarla y someterla. Le hice ponerse encima su atuendo de hombre para salir a cenar. Esa basura ni siquiera podía correr en libertad: una correa atada a los cojones salía de su bragueta abierta.

Un libro interesante sobre verdugos, amos y esclavos. Pero como toda novela (este libro no es novela) sobre prostitutas, hacia el final ella se pone algo presuntuosa y pesada. Algunas vivencias parecen estar de relleno y ni siquiera son suyas.

Resumiendo: Un libro de especialidad. Divertido pero no excitante.



Perversógrafo: sadismo, masoquismo, humillaciñon, anal, flagelación, bondage, trasvestismo, fetichismo, juguetes sexuales, esclavos, lluvia dorada, coprofagia, zoofilia, masturbación, exhibicionismo, homosexualidad, trasvestismo, fetichismo de goma, asfixia erótica, orgías, calabozos, violaciones, sexo a medias.



El Ama: Memorias de una Dominadora
Annick Foucault
Tusquets Editores
ISBN: 9788472237872 
2008


2 comentarios:

  1. Lo leí hace bastante tiempo ya y, por lo poco que lo recuerdo, no debió dejarme demasiada huella.
    En las autobiografías me chirría mucho cuando de repente, en algunos episodios, se envalan y se dejan llevar por la fantasía y el autobombo. Esto es lo que me pareció este libro, por momentos honesto, por momentos pura promoción de sí misma.

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  2. Suave la reseña y por lo visto, ambos, tú y Susana coinciden.

    De éste lado del Atlántico tenemos una historia bien peculiar, la de Eva Norvid, también Dominatrix, pero mucho, mucho más que eso.
    Chéquen la historia de su vida (terminada anticipadamente en Cipolite en 2006)
    (Y en relación a su físico me fue referida por un tío como Paloma buchona, -digo, pa´despertar el interés).

    Y bueno, sigo tratando de ponerme al día con la lectura.
    Cellard y la Mercedes Abad ¡justos!)
    Abrasivos Lepis

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