lunes, 14 de enero de 2013

Cocina Afrodisiaca


De antemano una disculpa. Este blog suele estar centrado en la literatura erótica. Pero hoy me voy a permitir una disgresión personal que traigo entre las cejas.

Últimamente me cuesta mucho escribir. Puede ser porque la mayor parte de los libros de literatura eróticos que me faltan de comentar son acerca de BDSM, un tema que me es más ajeno que las ecuaciones diferenciales, mi único fracaso no amoroso en la carrera de ingeniería.

Ayer, hacha en mano, mientras cocinaba, soñaba con empatar las grandes pasiones en mi vida en una nueva empresa. Me vi desempleado y con un pequeño capital para invertir ¿Cómo combinar mi gusto por el erotismo, la literatura y ese otro amor mío………..la cocina?

Pienso que no me iría mal si pusiera un restaurante. Un restaurante de comida afrodisiaca que preparara los ánimos para amantes, enamorados o personas que quisieran una chispa extra en su imaginación.
Yo no vendería comida ni llenaría estómagos. Y dado que tampoco creo que la comida por sí misma sea afrodisiaca, yo lo que vendería sería una vivencia especial….imagina:

De esto estoy hablando
Llegarías a un restaurante sobrio, iluminado, moderno y moderadamente amplio. Con olores florales en el ambiente. En las pantallas, algún fragmento de Passolini o una voz de mujer leyendo algún texto erótico. Te recibirían personalmente y te ofrecerían, ya fuera una moderna mesa, discretamente acomodada para concentrarte en tu pareja y minimizar las miradas a otras mesas; o bien alguno de los reservados con un poco más de privacidad y sillones que invitaran a la voluptuosidad. Cara a cara con tu pareja, mesa de por medio y posibilidad de discretas caricias.

El menú podría basarse levemente en algunos pasajes de la literatura erótica. Postres basados en “Las mil y una noches” o aquellas famosas codornices en pétalos de rosas. Hidromiel casero, jugos de frutas y bebidas preparadas. Algún vino. Las ensaladas adornadas con flores de gran colorido.

Las comidas deberían ser ligeras y especiadas, sugerentemente adornadas para despertar la imaginación, y el menú debería contener tips sobre cómo mejorar el sabor del semen o qué irritantes evitar con ciertas prácticas….incluso qué platillo esté contraindicado con tal práctica (espárragos y sexo oral, por ejemplo o el aguacate que luego en el 69 hace estragos).

Aunque algunas de las cosas más locas las he hecho estando profundamente borracho, reconozco que el buen erotismo requiere moderación en el alcohol. Creo que el personal debería poder recomendar platillos que fueran bien antes de pasar a acciones más de piel a piel . Incluso ir variando las bebidas para que una pareja salga encendida del restaurante, listos para la acción pero no noqueados.

Aceptable
Las fresas y el chocolate serían los reyes del menú.  El menú estaría bastante centrado en los dulces. Sugerentes platillos que no desagraden la vista ni el oído……que fueran una fiesta en la lengua y la nariz. Mucha de la comida debería poder comerse con las manos, sin cubiertos.

Un cup-cake como un pequeño seno sería válido; un enorme pepino eyaculando crema no. Yo siento que la comida es voluptuosa por sí misma, pero no afrodisiaca, eso lo causa la imaginación y eso es lo que yo vendería; una experiencia que te dispusiera a disfrutar una larga sesión de pasión; o en la barra, una comida que te restaure después de una rijosa sesión sexual.

Me olvido de momento de los inspectores, las extorsiones, la fumigación y la administración de las chequeras………Te pregunto ¿visitarías un restaurante así? ¿qué le cambiarías? ¿Qué te gustaría encontrar? ¿Para qué irías a un restaurante de comida afrodisiaca?

Inadecuado

4 comentarios:

  1. No te disculpes, Lepis. Me ha encantado esta entrada y cómo has descrito este tu nuevo interés. Me has parecido muy tú.
    Yo iría a ese restaurante. Y coincido con tu criterio de lo que sería inadecuado y lo que no
    :-)
    Saludos!

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  2. Bueno, "desde ya" cuenten con un hipotético pase de cortesía si un día logro realizarlo.
    Y no Belkis, tú no requieres reservación.

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  3. Yo también quiero pase de cortesía. Y yo buscaría la risa, que siempre, siempre, siempre es lo que más me pone. En este caso investigaría para tus recetas, cómo conseguir la risa del paladar. Piénsalo y adelante con tu empresa!

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