miércoles, 26 de mayo de 2010

Biblioteca clásica Gredos, No. 41


Priapeos
Grafitos amatorios pompeyanos
La velada de la fiesta de Venus
El concúbito de Marte y Venus, de Reposiano
Centón Nupcial, de Ausonio



En una primer entrada, voy a comenzar por un trabajo más intelectual que erótico; quizás para tratar de impresionar y parecer más "leído y escribido" y menos calentorro, cachondo y "meneagánsico" que si comenzara con un título como "La secretaria anal"..........al grano.
Un día estaba buscando algún clásico que se me escapa ahora, y me tropecé con éste librito de bolsillo, emocionantemente empastado en color azul sin chiste con dorados tristes, en un cartón corriente y con pastas que crujen de lo fino.
Se trata de una colección de obras eróticas latinas poco conocidas y que consta de cinco partes, muy distintas todas, pero todas con excelentes comentarios y explicaciones al pie.
El libro comienza con los priapeos. Los priapeos eran pequeñas composiciones en verso, se trata de poemas erótico-festivos que se apuntaban al pie de las esculturas del simpático y mundano dios Priapo.
En algún tiempo, Priapo tuvo un culto serio, pero para la época en que los priapeos fueron escritos, ya el dios se había degradado a ser una divinidad menor, protector de los huertos y objeto de chanzas. En los priapeos, el dios se nos presenta como celoso "espantapájaros" de los huertos


11
Ten cuidado no te coja. No te castigaré, si te cojo, a garrotazos, ni te produciré crueles heridas con la curva hoz: atravesado con mi percha descomunal, quedarás tan estirado que no creerás que tu culo tenga rugosidad alguna

22
Si a robar vienen una mujer, un hombre o un muchacho, que aquella presente su coño, aquel su boca, éste sus nalgas
.

23
Para quien cortase aquí una violeta, una rosa o robase unas hortalizas o alguna fruta sin pagarla, pido que, falto de mancebo o de mujer, reviente de una erección, como la que en mi veis, y que golpee en vano su ombligo sin cesar su méntula insatisfecha.

30
!Oh Priapo¡, amenazador por la hoz y esa otra parte todavía mayor, indícame por favor, el camino a la fuente. Vete forastero, por esas viñas, pero si coges una sola uva, tendrás agua para tomar de otro modo.

31
Mientras no me robes nada con atrevida mano, te será permitido ser mas casto que la mismísima Vesta. De lo contrario, ésta arma de mi vientre te abrirá de tal manera que tú mismo, todo entero, podrás salirte por tu propio trasero.

69
Cuando la dulzura de los higos te invada y ya vayas a extender tu mano, mírame ladrón, y piensa en el peso del cipote que has de cargar después.


Y es que, contrario a lo que podamos creer, para un ciudadano romano, el ser penetrado vaginalmente fuera del matrimonio es degradante, ser penetrado analmente también lo es, y ser irrumado (violado por la boca, no confundir con la mamada) es ser violado en la parte más importante de un ciudadano, su boca que lo distingue del infante, el animal o el esclavo.

Pasamos a la siguiente parte, los grafitos. Entre los grafitos de cualquier ciudad, los de Pompeya no se distinguen especialmente. Podemos encontrar grafitos tan comunes como en cualquiera de nuestros baños, pero además tenemos una especie de anuncios clasificados en las calles:


34
Felícula, esclava de buena crianza. dos ases.

41
Félix chupa por un as.


Según se puede ver en los escritos de Luciano, el grafito desde tiempo atrás tenía una connotación informativa y mágica a la vez, lo que escribías podía convertirse en realidad:

69 grafito de Capúa
Turtur Climene, caga para que podamos dormir a gusto ***** y pedicar esas blancas nalgas y esos hoyuelos en ellas. Yo me encargaré de refregarte el coño. Los dedos me ayudarán a calentarlo.

109 en la pared de una casa
Cuando el pensamiento de Venus me abrase con ardor insoportable, daré que hacer a mis manos removiendo las aguas.


En la Velada de la fiesta de Venus, tenemos un canto que ensalza el amor romántico y erótico. No me puedo extender en la explicación, el poema requiere leerse completo para apreciar la poesía:

Mañana ame quien nunca ha amado; quien ya ha amado, mañana ame.

En el Concúbito de Marte y Venus, la traducción nos ha dejado un relato erótico de exquisito gusto y gran cachondez:


Apretaba Marte con la diestra el seno de la pafia y, al pasar su izquierda bajo el cuello, para no dañarla con el peso, pone bajo ella cándidos lirios y ramos de rosas. Una y otra vez rozando suavemente sus piernas incendió a la amante en un sueño que la diosa avivaba.

Para mí, la parte mejor lograda de la obra, es el Centón nupcial. Curiosamente quien escribe las notas le resta valor literario contra las dos obras anteriores porque un Centón no está escrito por su autor......no propiamente.
Un centón era una capa hecha de remiendos de varias partes. En el tema literario, se trata de tomar los versos de una autor clásico, y ponerlos en un orden distinto para escribir una obra jocosa o pícara. En éste caso tenemos que el autor toma de su memoria unos inocentes versos de Virgilio, y en un día escribe para el emperador éste divertido batidillo.

Ya están casi al final de su carrera y, agotados, se acercaban a la meta| entonces una agitada respiración sacude sus miembros y seca sus bocas; ríos de sudor corren por todo su cuerpo. | El se desploma exánime | mientras de su miembro el semen gotea.

Si mi opinión importara, éste es un gran libro para aparentar cultura mientras uno se divierte en la literatura casi-erótica









Perversógrafo:
Sexo vaginal, anal, irrumación y una demostración que el tamaño sí importa.


Priapeos Grafitos Amatorios Pompeyanos La Velada De La Fiesta De Venus El Concubito De Marte Y Venus (Biblioteca Clasica Gredos)
by Ausonio Reposiano
Gredos · 1981
ISBN: 978-84-249-0120-2
ISBN-10: 84-249-0120-7

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