sábado, 2 de abril de 2011

Gamiani, dos noches de pasión de Alfred de Musset

La leyenda dice que el gran poeta Alfred de Musset, en una plática de absenta con sus amigos, apostaba a que la literatura erótica no necesitaba de la vulgaridad ni del lenguaje soez para ser altamente calentante.

Siendo muy joven, cumple con su promesa, entregándoles a sus amigos un trabajo nunca pensado para la imprenta. Pero al ser un clásico de la pornografía, pronto ya estaba editándose profusamente ilustrado, coloreado a mano y con litografías; yo sólo se de una copia de 1833 que sobrevive aún. En ese entonces, Alfred de Musset tenía 23 años. Para 1840 ya había 12 ediciones.

El libro está divivido en dos noches. El contenido de ambas noches y el estilo de escritura es ligeramente distinto. Se supone que puede haber sido un trabajo conjunto de Alfred de Musset para la primera noche, y de George Sand para la segunda. De cualquier modo es una obra de alto pilingaje, de poeticosidad y se perversionigrafia alta.

Alcide es el narrador de la historia; se encuetra en el aristocrático departamento de la condesa Gamiani, preguntándose la razón de que no se le conozca pareja a pesar de ser y estar bien rica. El decide quedarse en el departamento y averiguar el motivo.

Era la comidilla que Gamiani era una verdadera tríbada, una lesbiana de clítoris gigantesco capaz de penetrar otras mujeres. El voyeurismo es una de las principales argumentos de la trama, Gamiani entra a su habitación acompañada de Fanny, una virgen; Alcide está observando toda la acción todo el tiempo.

Gamiani sacia sus conscupiscencias en ella y luego Alcide entra y las sorprende; con algo de malestar lo agregan a la diversión. Gamiani confiesa su ninfomanía, algunas veces atribuida a su lesbianismo y otras a su condición de mujer. Gran parte de la acción es acerca de sexo triangular donde tanto Alcide como Gamiani son sujetos activos y Fanny es el objeto pasivo para pervertir.

Ligeramente saciados, cada quien cuenta la historia de su iniciación al sexo:

Gamiani vivía en Italia con una tia viuda que solia tomarla en cama y frotarse contra ella. La llevan a un monasterio donde es flagelada y violada por veinte sacerdotes, razón por la que odia a los hombres y hace voto de nunca tener relaciones con ellos (con los hombres, se entiende, no con los monasterios o los sacerdotes).

La narración de Fanny no es tan interesante; ella es la adolescente típica masturbándose con unas almohadas

Alcide tiene una fantasia inspirada en las pinturas del Bosco y Brueghel, bacanales y vírgenes, unas fantasías muy extrañas. La función de Alcide en la trama es más de narrador que otra cosa. No pasa de ser un narrador voyeurista y una verga de ocasión.

-¡Hermosas mías-clamé-, quiero gozar, gozar hasta el delirio, morir en vuestros brazos!¡Prestaos a mi arrebato, a mi locura!

Y arrojando lejos de mí las ropas de la cama, me tendí en ella, con una almohada bajo los riñones. ¡Soberano y radiante alzábaseme el príapo!
-¡Tú, morena graciosa, la del pecho blanco y firme, siéntate al extremo del lecho, junta tus piernas con las mías!... ¡Así! ¡Lleva mis pies contra tu seno y rózalos pausadamente con esos lindos botones de amor! ¡Oh, qué delicia!-¡Tú, dulce rubia de los azules ojos, ven a mí, a ser mi reina! ¡Colócate a caballo sobre el trono, empuña el inflamado cetro y húndelo todo entero en tus dominios!... ¡Uf, no tan pronto! Espera... Ve despacio y cadenciosa como un jinete al trote corto, y prolonga el placer.-¡Y tú, tan mocetona, tan hermosa, la de la carne espléndida, la de soberbio cuerpo, abre tus muslos sobre mi cabeza!... ¡ábrelos más!... ¡Más aún! ¡Que mis ojos te vean, mi boca te devore, mi lengua te penetre a su sabor! ¿Qué haces así, derecha? Inclínate hacia mí para que pueda acariciarte el pecho.
E iba a inclinarse sobre mí la hermosa, cuando le gritó la morena:-¡No; conmigo, conmigo!
Y le mostró su lengua ágil, aguda como un estilete veneciano.
-¡Ven, ven-siguió-para que yo me coma tus ojos y tu boca! ¡Así te quiero: ardiendo!...¡Ponme aquí el dedo!... ¡Aquí!... ¡Ve despacio... despacio!...Y las tres se movían, se agitaban y me excitaban al placer.Yo miraba extasiado la viva lucha, los lascivos movimientos y las inverosímiles posturas.Los gritos, los suspiros se mezclaron; por mis entrañas corría fuego; todo mi ser se estremecía; mis dos manos palpaban dos manzanas de carne o iban frenéticas, crispadas, abuscar y tentar encantos más recónditos. Pronto las reemplazó mi boca: chupaba ávidamente,roía, mordía. Y al oír un grito para que detuviera mi hambre asesina, redoblaba el ansia.
Este exceso acabó conmigo. Mi cabeza cayó pesadamente.
-¡Basta, basta!-pedí.
Las tres hermosas perdieron a la vez el equilibrio y el sentido. Se desplomaron sobre mí agotadas, expirantes, y me sentí inundado.



Cuando Gamiani se disculpa un momento y sale de la habitación, ellos la observan siendo montada por un perro "marcadiablo" con la ayuda de su sirvienta (de la sirvienta de ella, no de la de ustedes). Así excitados, siguen con la fiesta hasta caer dormidos.

A la mañana siguiente, deciden renunciar al vicio y darse a convenciones románticas. Por la noche, Alcide vuelve a ser el observador pasivo, Gamiani encierra a Fanny, tienen trato de "lesbianismo extremo". Muy sadeana la cosa, pero con un lenguaje muy propio y poético.

Gamiani cuenta su educación en las piernas de las hermanas de la redención y un secuestro en el convento que termina en la muerte de un intruso. Por un tiempo Gamiani se consuela en hombres, primero sólo para demostrar que somos unas basuras que no servimos ni para el arranque, aunque después le encuentra el gusto.

Al final, Gamiani envenena a Fanny y a ella misma como una forma suprema de erotismo; el unir la muerte y el placer; el eros y el tánatos........¡qué desperdicio!

La novela tiene reminiscencias de La religiosa de Diderot, de Fanny Hill,  de Boccacio, de Las mil y una noches y de Filosofía en el tocador, de Sade. Gamiani es una exageración al absurdo del paroxismo sexual; es un orgasmo de dos días, con frenéticas fantasías imposibles que se suceden.



Perversógrafo: Lujuria, lesbianismo, anticlericalismo, voyeurismo, trios, violación, gangbang, vaginal, oral, zoofilia (simios, perros y asnos), sadismo, masoquismo, flagelación, masturbación, dildos, trasvestismo, asesinato, ¡ah!, y un gigantesco consolador que lanza chorros de leche caliente a diez pasos de distancia.





Gamiani

Alfred de Musset
Ediciones Irreverentes
2003

ISBN: 8496115100
80 págs.

2 comentarios:

  1. Éste lo tengo, lo leí hace bastante tiempo, y no recuerdo nada, debe ser que mucho no me impactó.

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  2. Cuando dices Gamiani me vienen a la mente tres momentos:

    1.- Cuando el enorme mastín la monta.
    2.- El consolador gigante.
    3.- La muerte de Fanny como un "recurso erótico".

    En general es un libro muy pornográfico, pero con un lenguaje siempre "clasificación PG13"........es distinto, pero sí, "olvidable"

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