martes, 7 de junio de 2011

Henry Sepencer Ashbee (Pisanus Fraxi)

Si quisiera causarles un síncope narcoléptico les platicaría que allá por el antepasado siglo hubo un exitoso hombre de negocios llamado Henry Spencer Ashbee, que nació en 1834 y murió en 1900, por lo que vivió toda su vida ligada a la Inglaterra Victoriana; que se casó con una mujer rica y que tenía un negocio en la industria textil, viajero incansable, vivía en Londres, respetable paterfamilias, padre del diseñador Charles Robert Ashbee. Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española,  bla, bla, blaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhuuummm.

Conservador, conservador, conservador, bueno, eso fingía ser éste tipo.

En sus ratos libres también era bibliófilo, erotómano y escritor......de esos de clóset. Además de pasión por los Cervantes, tenía una respetable colección de libros eróticos.......y hablamos de miles de libros en un ambiente y un mercado represivo que castigaba el comercio de dichos bienes.

Entonces, públicamente era un adinerado conservador y moralista, pero en secreto era cochinote y aficionado a la flagelación pasiva......esos weyes son buenos para escribir sobre sus costumbres.

Como escritor, tenía al menos dos pseudónimos no demasiado difíciles de adivinar: Fraxinus Apis  y Pisanus Fraxi. Fraxinus significa fresno en latín (ash en inglés) y Apis significa abeja; fresno-abeja en inglés Ash-bee......tataaaaaaan, resuelto el misterio.

Ahora, Fraxinus Apis no suena escatológico, así que tomas las letras y las combinas de nuevo y obtienes Pisanus Fraxi  (Pis-anus = orines-ano) , un pseudónimo mucho más respetable para un erotómano.

Ashbee era amigo de Sir Richard Francis Burton, Richard Monckton Milnes (también poseedor de una gran colección de libros eróticos), Algernon Swinburne, el impresor que se hacía llamar Charles Carrington y otros, todos ellos contrarios al puritanismo victoriano de la época y afines a la erotomanía, seres que por tanto merecen su propio literotismo.

Al menos tres de sus obras son invaluables; de trata de bibliografías puntillosas de los libros con pasajes eróticos (no necesariamente de su colección) y que por su antigüedad nos dan luz sobre libros que terminaron en las hogueras y sobre atribuciones de anónimos.

Index Librorum Prohibitorum (Índice de libros dignos de ser prohibidos) 1877, el nombre hace mención al índice que el Santo Oficio publicaba sobre libros con ideas políticas, religiosas o sexuales peligrosas para la Iglesia.
Centuria Librorum Asconditorum (Cien libros dignos de ser escondidos), 1879
Catena Librorum Tacendorum (Cadena de libros dignos de ser silenciados), 1885
Los tres libros firmados bajo pseudónimo y publicados en ediciones privadas.


Recientemente se ha hecho más y más popular atribuir a Ashbee la autoría de la monumental obra pornográfica "Mi vida Secreta", publicada bajo el seudónimo de "Walter" y que parece ser una reescritura de la "Novela de la Lujuria", también anónima, pero con atribución a .........¡Mira, ya son más literotismos futuros!

"Mi vida secreta" es una obra pornográfica, una especie de diario íntimo centrado en el sexo, no tiene más que sexo y es tan espermático que se supone que es una obra de ficción. Una obra de ficción en 11 volúmenes y cuyo manuscrito debió medir mas de 4500 cuartillas. El libro contiene toda la fantasía y la manera de pensar de la Inglaterra victoriana, por lo que si le exprimes el semen y otros fluidos, es un documento valioso que estuvo proscrito de las estanterías por más de 100 años.

La leyenda dice que Ashbee se cepilló secretamente a cerca de 2,000 mujeres, la mayor parte prostitutas, en un transcurso de 40 años. Se dice que a medida que envejecía se alejaba de su esposa e hijos, que mientras él se hacía más conservador, sus tres hijas eran educadas (demasiado, en su opinión), su esposa se hizo pro-sufragista (¡Escándalo!) y en el colmo del escándalo su hijo era homosexual y socialista.

Al morir, años después de un divorcio, Ashbee legó su colección de alrededor de 1600 libros eróticos al Museo Británico. El museo tenía muchos años tras la colección de Cervantes de Ashbee, pero la condición era que se aceptara el lote de erótica junto con los Cervantes. Se supone que posteriormente se mandó destruir una buena parte de la colección erótica usando un reglamento de manera mañosa.

Aqui un ejemplo del Centuria Librorum Asconditorum, que no se ve como el libro más entretenido del universo.



2 comentarios:

  1. Después de exprimir, como bien dices, de flujos el diario, me encantó y aunque fantasioso, creo que dice mucho de la manera de enfocar el sexo de esa gente tan reprimida y ¡salida!
    ( por muy bibliófilo que fuera, era un asqueroso ¡qué machacón!)

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  2. Aún no empiezo a escribir, pero "Mi vida secreta" parece ser una reescritura de "La novela de la lujuria", es una extraña obra sin sentido, pero como bien dices, un documento valioso de los callejones victorianos, las costumbres y la manera de ver el mundo.

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