martes, 17 de enero de 2012

Anticoncepivos, bebistrajos y cataplasmas

Siguiendo el tema de los anticonceptivos en la literatura erótica, me encuentro unos ejemplos antiguos. El la antigua Grecia, la encargada de evitar embarazos no deseados era la mujer; el método por el que lo lograra no era de importancia para el hombre, quien no se preocupaba en lo más mínimo por impedir un embarazo.

Aunque se ha supuesto que en Grecia se utilizaba el sexo anal y el coito interrumpido como método anticonceptivo, no hay muchas referencias literarias que nos den más luz de lo que ocurría en lo privado, y no es porque el sexo fuera anatema en Grecia, sino porque la anticoncepción era cosa de mujeres y ellas no escribían.

En Lisístrata de Aristófanes, se nos presenta la situación de las mujeres haciendo una huelga sexual para presionar a los hombres a deponer las armas y regresar a sus hogares.  Aquí tenemos un ejemplo interesante. Lisístrata está platicando con Lampito sobre una vivaracha jovencita recién llegada de Beocia. Se me ocurre que la recién llegada debe estar desnuda o con poca ropa, porque las dos usan eufemismos para referir que tiene el vello púbico "rastrillado".


Lisístrata: Y de estas dos, la jovencita que está aquí, ¿de dónde es? 
Lampito: Esta es de alcurnia, por los dos dioses, una beocia que ha venido hacia ustedes 
Lisístrata: sí, por Zeus, muy de Beocia: qué bella llanura tiene allí abajo! 
Cleonice; si, por Zeus, bien cosechado, bien rastrillado y sembrado de poleo

El poleo era un conocido anticonceptivo y abortivo en la Grecia clásica, así que en el contexto que se le utiliza aquí, debe haber sido una cataplasma intravaginal o vaporizaciones o alguna cosa así. Se sabe que las mujeres de Grecia bebían la infusión de la planta, no exactamente como digestivo.

Bien decía por allí Vigo, que en el tratado de Ginecología de Soranus, daba recetas de cómo evitar la entrada del semen en el útero; desde ejercicios chistosos hasta cataplasmas, supositorios y bebistrajos.

Pero repito, todo eso es literatura. No lo intenten. No funciona. En la Grecia clásica debe haber habido bastantes casos de intoxicación hepática.


4 comentarios:

  1. Hola Lepis:
    Leyendo del Poleo, recuerdo la frase de una tía, de Tabasco, que decía:
    Para darse a deseo hay que oler a poleo.

    Y picado pos la curiosidad busqué caracteristicas de la planta, pa´saber si darse a deseo incluia la anticoncepción (jejeje).
    Y encuentro que es una planta "noble" y antiséptica... aunque muchas plantas en dosis ingentes pueden ocasionar reacciones peculiares... vaya usté a sabe´.

    Pero ya sabes... oler a mentita en la matita da cierto gustito.
    Abrasivos,
    Jorge

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  2. Pues yo tomaba poleo para la gripa cuando era niño, y la verdad nunca me he embarazado.

    Aunque el poleo de México (al menos el silvestre "acá en el norti") no es el mesmo que allá en las Grecias. Y la dosis hace al veneno.

    En cuanto a los olores en la matita, a mí que no tengo olfato me vienen valiendo un reverendo poleo jajajaja.

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  3. Recuerdo que en Memorias de Una Cantante alemana, la protagonista se preocupaba por la contracepción, lo cual me hizo suponer que efectivamente, debía ser una mujer la escritora. No recuerdo bien, creo que hablaba de tripas de cerdo como preservativos. También decía que no soportaba el coitus interruptus porque si el hombre no eyacula dentro, ella no alcanzaba su placer, lo cual me hizo sopechar que debía ser un hombre el escritor...

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  4. Hola Susana:
    Pues sí, algunos de los primeros condones se hicieron de tripas de animales (cabra, etc), y algunos hasta dibujitos picarones llevaban.
    Y me da la idea que hasta se re-utilizaban :s

    Y Lepis, ¿cómo que no tienes olfato?, qué pena que escapen los perfumes de tu gusto, con lo gratos que son los efluvios de los pliegues y sudores.

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