sábado, 27 de noviembre de 2010

Eso no de Marcelo Birmajer

Tengo un vecino que es odioso; una desesperante tarde que estaba monologando de puuuuuuuras pendejadas trató de darme una cátedra sobre dominación sexual, me dijo: "Cógete a una vieja por el culo, y ya la tienes enculada" (En México, alguien enculado es alguien enajenado por el enojo o por otra pasión) Se refería a que te amaría tanto que nunca te olvidaría.

"Eso no" fué una obra finalista del XXV concurso de "La sonrisa vertical" Se trata de una divertida colección de cuentos que ocurren alrededor del agujero posterior.




















Ahora sí que pudiésemos decir que se trata de "humor escatológico". El sexo anal, tratado desde el punto de vista de la trasgresión y el humor, el sexo al extremo, pero siempre girando alrededor de la "normalidad del sexo anal"


El libro es una colección de seis historias cortas escritas en diferentes estilos:
















  • Sólo ciertos enigmas (Un cuento policial).- Novela negra detectivesca
  • Kausus (La máquina del tiempo).- Ciencia Ficción
  • Eso no (Diario íntimo de un hombre casado).- Diario íntimo
  • Ana Laura (Un relato de terror).- Suspenso
  • El origen de los silencios (Una nouvelle de espías).- Novela de espías
  • La profesora de Lengua (Una versión de La Cenicienta).- Cuento "infantil"
En "Sólo ciertos enigmas", un detective de enigmas sexuales especializado en casos de sodomía, investiga porqué una mujer no le permite a su esposo la entrada por la puerta de atrás, para descubrirlo se verá obligado a tener toda clase de relaciones homosexuales y algunas heterosexuales.
En "Kausus", un maduro científico infiel, pedófilo, zoofílico y algo cruel, descubre una hierba que vuelve loco el tiempo, y que le causa múltiples molestias en los planes para su boda. Aquí nos muestran unas magníficas pastillas para encular; si alguien me dice en qué farmacia se compran se los voy a agradecer.
En "Eso no", descubrimos un hombre que intercambia pareja con su amigo, aunque resulta vivillo el muchachillo y termina trepanando los traseros de toda la parentela y hasta del mismo "amigo", como una demostración de que el sexo puede ser usado como forma de desahogo a tus frustraciones.....este cuento me recordó "el gran cambiazo" (bitch switch) de Roald Dahl, aunque claro, el cuento de Dahl es más divertido porque tiene un final exactamente al revés.
En "Ana Laura", tenemos la calentorra chica que es maldecida por una bruja, quien le impide disfrutar el sexo, sufriendo sustos y sufrimientos al ser violada por sus conocidos, desconocidos y electrodomésticos.
En "El origen de los silencios", un par de espías cuentan la triste historia del mejor espía que ha existido, a quien su propio gobierno traicionó y entregó al enemigo para ser sodomizado. Una verdadera desgracia. 
En "La profesora de Lengua", tenemos a un hombre que cuando su infiel mujer es penetrada por el ano, en el momento en que los huevos tocan fondo, desaparece, así que se consuela con su amor de juventud (su ahora anciana profesora)
Humor, absurdos, cinismo........es un libro de deliciosa lectura.
Este fragmento de Kausus me recuerda la famosa escena de la mantequilla en "El último tango en París" de Alley Roberts.
Kausus la reprendió con seriedad: «No sé de qué te ríes. Una mujer que canta "si se me cantan las pelotas" es un auténtico marimacho. ¿Eres una mujer o un puto?» Ethelvina palideció y sonrió a un tiempo, porque no sabía qué contestar. «Date vuelta, "pelotas"», le ordenó Kausus. Ella se extendió boca abajo. «Así no. Mirando hacia la cómoda.» La cara de Ethelvina quedó contra la foto de su madre, pero escondió los ojos en la colcha. «Ahora dime: ¿por qué sueltas esas barbaridades? ¿Por qué te las agarras con los que nos prestan plata? ¿Por qué dices que tienes pelotas?» «No sé», contestó Ethelvina. «¿Lo haces porque te divierte?, ¿porque no tienes otra cosa que hacer?» Le apoyó el glande en el ano. «Sí», sollozó Ethelvina. «¿Alguna vez alguno de esos militantes de izquierda intentó besarte?» Ethelvina permaneció en silencio. «Es lo único que quieren», siguió Kausus. «Pero el culo te lo rompo yo.» Sin embargo, el glande no avanzó. «Dime que tienes pelotas.» Ethelvina no respondió. Kausus le pellizcó una nalga, que enrojeció al instante, y repitió: «Dime que tienes pelotas». «Tengo pelotas», dijo Ethelvina. «Dime que eres una imbécil», insistió Kausus insertándole sorpresivamente la verga hasta la mitad del tronco. «Ahhh» soltó Ethelvina. «Soy una imbécil. Profesor Kausus, fólleme, destróceme...» Kausus le abrió las nalgas y enterró la verga hasta los huevos. «Si tu mamá supiera cómo te estoy haciendo la cola...» «Usted...», jadeó Ethelvina, «usted siempre se quiso coger a mi mamá, ¿no?» «¿Quise?», respondió Kausus con un jadeo y una carcajada. «¿Quise? Tu padre no le debe de haber horadado el coño ni la mitad de las veces que yo. Pero ella quería casarse. Tu madre es una bella mujer, mucho más bella que tú; inteligente y graciosa. Pero en esa época yo no quería casarme... Aprieta el culo.» Ethelvina hizo lo que pudo. «¡Así no, imbécil!», la riñó Kausus tirándole del pelo. Y en el dolor de la tirada, el culo de Ethelvina se frunció. «Así. Tu madre sí que sabía cómo apretar el orto. No sé cómo pudiste haber salido tú de semejante madre.» «Usted me está haciendo de nuevo», dijo Ethelvina. Kausus, durante unos segundos, se conmovió. Pero la mirada simultánea al rostro de la madre y al prieto culo de la muchacha volvió a descontrolarlo: «Tu madre me suplicaba una relación estable. Quería un noviazgo y casamiento. Yo la quería, no la amaba, pero la deseaba. La quería mucho. Pero por entonces yo prefería la variedad.» Le cerró las nalgas en torno a su verga e imprimió mucha mayor fuerza a las embestidas. «¡Me lo va a romper!», gimió ella. «Un culo como el tuyo no se rompe», dijo Kausus. «Conozco muchos.» «Pero pare un poco, por favor...», y en su súplica Kausus intuyó lo que podía pasar, «... estamos en la cama de mis padres...» Kausus continuó como si le hubiera suplicado lo contrario. Levantó la cara de la sodomizada tirándole del pelo y puso los ojos de Ethelvina contra los ojos de la madre en la foto....


¿Porqué elegir el sexo anal para un libro? Creo que porque al autor le excita el tema, no hay un motivo ulterior. En las historias hay una repetición muy notoria: la obsesión por penetrar, no una mujer, no a las mujeres, se trata de la obsesión de penetrar la mujer propia. Creo que la explicación de mi odioso vecino es conveniente en éste caso.......encular como una forma de dominación sexual.






Perversógrafo:Sexo vaginal, anal, oral, entre las tetas, dormidos, con ropa, voyeurismo, exhibicionismo, homosexualidad, ¿zoofilia?, masturbación, seducción, dominación, infidelidad, acariciar los huevos, urofagia, frotamientos, dedo en el culo, juguetes sexuales, violación, besos en los pezones, control mental, desvirgamiento, 69, beso negro, brutalidad, crueldad, sumisión, lesbianismo, violencia, trios, intercambio de parejas, sacrilegio, bondage, coprofilia, fetiches, flagelación, gerontofilia, invisibilidad, masoquismo, lluvia dorada, sadismo, coprolalia.



Eso no 
Birmajer, Marcelo 
Diciembre 2003 
La Sonrisa Vertical 
SV 123 
ISBN: 978-84-8310-929-8 
224 pág.







Eso no de Marcelo Birmajer 

2 comentarios:

  1. viste que hice bingo?
    Me gustó mucho este libro, al contrario del que hablas a continuación.
    Mismo tema, mismo ángulo, pero,... tan diferente!

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  2. Sí, adivinaste dos de los tres.
    Este es uno de mis favoritos también, buena dosis de humor, historias interesantes (singulares) y sexo caliente.
    Los personajes frecuentemente sin cínicos, pero sin llegar a la pedantería.

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