Es 1464 DC, estamos a medio siglo del encuentro entre los dos mundos, España está en formación y el imperio azteca está en su apogeo. Moctezuma extiende el imperio Azteca por todos lados, Chalco Amecameca es conquistado por éste brutal pueblo.
El imperio Azteca no es fácil para empezar un artículo sobre erotismo, se trata de una brutal cultura con un obsceno gusto por la sangre. Las fotografías que acompañan éste artículo no son Aztecas, son Mayas y Colimas, porque no los quiero asquear con el arte Azteca.
Bueno, Moctezuma muere y lo sucede Axayácatl, la situación de los chalcas es mejor, pero siguen siendo un pueblo sometido. Aquiauhatzin tiene una genial idea: ganarse la benevolencia y simpatías del gobernante mediante un regalo: el poema "Canto de primores, burlas y cosquilleos". Se trata de un poema erótico al estilo de Lisístrata: la idea central es que la guerra la hagan las mujeres chalcas y no sus hombres, y que el campo de batalla sea más suave, cálido y mullido, que al final las mujeres ganarán (Y el emperador también)
El canto gusta, y permanece gracias a los cronistas, principalmente Chimalpahin, cronista nahua.
EL CANTO DE LAS MUJERES GUERRERAS
Levantáos, levantáos, hermanitas mías,
vayamos, vayamos, buscaremos flores,
vayamos, vayamos, cortaremos flores.
Aquí se extienden, aquí se extienden
las flores del agua y del fuego, flores del escudo,
las que antojan a los hombres,
las que son placenteras:
flores de guerra.
Son flores hermosas,
¡con las flores que están sobre mi,
yo me adormo,
son mis flores, soy una de Chalco,
soy mujer!
Deseo y deseo las flores,
deseo y deseo los cantos,
estoy con anhelo, aquí donde hilamos,
en el sitio donde se va nuestra vida.
Yo entono su canto,
al señor, pequeño Axayácatl,
lo entretejo con flores,
con ellas lo circundo.
Como una pintura es su hermoso canto,
como flores olorosas que dan alegría,
mi corazón las estima en la tierra.
¿Qué significa todo esto?
Así estimo tu palabra,
compañero de lecho,tú pequeño Axayácatl.
Con flores lo entretejo,
con flores lo circundo,
lo que nos une levanto,
lo hago despertarse.
Así daré placer
a mi compañero en el lecho,
a ti pequeño Axayácatl.
Acompañante, acompañante pequeño,
tú señor Azayácatl.
Si en verdad eres hombre,
aquí tienes donde afanarte.
¿Acaso ya no seguirás, seguirás con fuerza?
Hazlo en mi vasito caliente,
consigue luego que mucho de veras se encienda.
Ven a unirte, ven a unirte:
es mi alegría,
Dame ya al pequeñín, déjalo ya colocarse.
Habremos de reir, nos alegraremos,
habrá deleite,
yo tendré gloria,
pero no,no, todavía no desflores,
compañerito, tú, señor, pequeño Axayácatl.
Yo, yo soy atrapada,
mi manita da vueltas,
ven ya, ven ya.
Quieres tocar mis pechos,
casi mi corazón.
Quiza tú mismo estropearás
lo que es mi riqueza.
la acabarás;
yo, con flores de ave de fuego,
para ti haré resonar mi vientre,
Aquí está: a ti hago ofrenda.
La preciosa flor de maíz tostado,
la del ave del cuello de hule,
la flor del cuervo, tu manto de flores,
están ya extendidos.
Sobre la estera preciosa tú yaces,
en casa que es cueva de plumas preciosas,
en la mansión de las pinturas.
Así en su casa me afijo,
tú, madre mía, quizás ya no puedo hilar.
Tal vez no puedo tejer, sólo en vano soy una niña.
Soy muchachita
de mi se dice que tengo varón.
Hay sufrimiento,
lugar de tristeza en la tierra.
Así tristemente cavilo,
deseo la maldad,
la deseperación ha venido a ser mía.
Me digo, ven niña,
aun cuando del todo he de morir.
Madre mía, yo sufro,
aquí tengo yo a mi hombre,
no puede ya hacer bailar el huso,
no puedo meter el palo del telar:
niñito mío,
de mi te burlas.
¿Qué me queda?
¡Lo haré!
¿Como se embaraza el escudo
en el interior de la llanura?
Yo me ofreceré, me ofreceré,
niñito mío, de mi te burlas.
Compañerito, niñito mío,
tú señor, pequeño Axayácatl,
vamos a estar juntos,
a mi lado acomódate,
haz hablar tu ser de hombre.
¿Acaso no conozco,
no tengo experiencia
de tus enemigos, niñito mío?
Pero ahora abandónate a mi lado.
Aunque seamos mujeres,
tal vez nada logres como hombre.
Flores y canto
de la compañera de placer,
niñito mío.
Hombre y niño, mi señor, tú, gran señor,
tú pequeño Axayácatl;
todavía no empiezas
ya estás disgustado, compañero paqueño.
Ya me voy a mi casa,
niñito mío.
Tal vez tú aquí me has embrujado,
has pronunciado hermosas palabras.
Aquí hay ahora embriaguez,
tú embriagate ya.
¿Acaso hay alegría en nuestra casa?
¿Acaso tú me has comprado,
tú para ti me adquiriste, niñito mío?
¿Tal vez cambiarás mi placer, mi embriaguez?
Acaso desprecias, te has disgustado,
pequeño compañero, ya me voy a mi casa,
niñito mio.
Tú, amiga mía, tú mujer ofrendadora,
mira como permanece el canto,
en Cohuatepec, en Cuauhtenanpan,
sobre nosotros de extiende, luego pasa.
Tal vez mi ser de mujer hace locuras,
mi pequeño corazón se aflige.
¿Cómo habré de hacerlo,
a aquel que tengo por hombre,
aunque sean mías falda y camisa?
¡Los que son nuestros hombres,
son nuestra hechura!
Revuélveme como masa de maíz,
tú, señor pequeño Axayácatl,
yo a ti por completo me ofrezco,
soy yo, niñito mío, soy yo niñito mío.
Alegrate, que nuestro gusano se yerga.
¿Acaso no eres un águila, un ocelote,
tú no te nombras así, niñito mío?
¿Tal vez con tus enemigos de guerra no
harás travesuras?
Ya así, niñito mío, entregate al placer.
Nada es mi falda, nada mi camisa,
yo, mujercita, estoy aquí,
viene él a entregar su armonioso canto,
viene aquí a entregar la flor del escudo.
¿Acaso de algún modo somos dos,
yo mujer de Chalco, yo Ayocuan?
Quiero que haya mujeres como yo,
de allá de Acolhuacan,
quiero que haya mujeres como yo,
que sean tecpanecas.
¿Acaso de algún modo somos dos,
yo mujer de Chalco, yo Ayocuan?
Están avergonzados: yo me hago concubina.
Niñito mío,
¿Acaso no me lo haras
como se lo hiciste a la pobre Cuauhtlatohua
Poco a poco desatad la falda,
abrid las piernas, vosotros tlatelolcas,
los que lanzáis flechas,
mirad aquí a Chalco.
Que yo me atavíe con plumas,
madrecita mía,
que me pinte yo la cara,
¿como habrá de verme
mi compañero de placer?
Ante su rostro saldremos,
quizás habrá de irritarse
allá en huexotzinco Xayacamachan,
en tetzmolocan.
Yo mujer me unté las manos con ungüentos,
me acerco con mi falda de fruto espinoso.
Los veré a todos perecer.
Deseo en Xaltepetlapan a los huexotxincas,
al cautivo de Cuetlaxtan,
a los traviesos cuetlaxtecas,
los veré a todos perecer.
¿De qué modo se sabe?
Me llama el niño, el señor, el pequeño Axayácatl
quiere conmigo lograr su placer.
Por mi causa
a dos tendrás que cuidar
niñito mío.
Tal vez así lo quiere tu corazón,
así, poco a poco,
cansémonos.
Tal vez no de corazón, niñito mío,
entras a la que es placer,
a tu casa.
Tal vez así lo quiere tu corazón,
así, poco a poco, cansémonos.
¿De qué modo me lo haces, compañero de placer?
Hagámoslo así juntos,
¿acaso no eres hombre?
¿qué es lo que te confunde?
Mi corazón con flores circundas,
son tu palabra.
Te digo el lugar donde yo tejo,
el lugar donde hilo,
te hago recordar, compañero pequeño.
¿Qué es lo que te turba, corazón mío?
Soy vieja mujer de placer,
soy vuestra madre,
soy anciana abandonada,
soy vieja sin jugo,
es esto lo que yo hago, yo mujer de Chalco.
He venido a dar placer
a mi vulva florida,
mi boca pequeña.
Deseo al señor,
al pequeño Axayácatl.
Mira mi pintura florida,
mira mi pintura florida:
mis pechos.
¿Acaso caerá en vano
tu corazón,
pequeño Axayácatl?
He aquí tus manitas,
ya con tus manos tómame a mí.
Tengamos placer.
En tu estera de flores
en donde tu existes, compañero pequeño,
poco a poco entrégate al sueño,
queda tranquilo, niñito mío,
tú, señor Axayácatl.
Perversógrafo: seducción, deseo y sexo normalito. Alusión a la oralidad, pero probablemente sea un recurso literario.
Atrás a la semana de erotismo mexicano
Atrás a la semana de erotismo mexicano
Hola, hola.
ResponderEliminarSeguiré con muchísimo interés esta semana del erotismo nacional, ya que extendiendo la opinión de Burton, creo que nuestro altiplano no fue muy dado al erotismo y de sus rituales de fertilidad queda poca huella (y tengo entendido que excepto las poblaciones del Papaloapan y los mayas, los demás entraban más bien por rollos de autosacrificio antes que la masturbación ritual), y que el tema propiamente- erótico no campeo en estas tierras (contrario a lo que algunas culturas de lo que hoy es Perú y Colombia heredaron) pero lo que también es palmario es que mi conocimiento sobre la producción erótica nacional es escasa.
Conozco el volumen de Artes de México sobre El cuerpo; la reciente publicación de Arqueología mexicana sobre Erotismo y sexualidad; y un poco cumplidor volumen de Iturriaga, llamado Sangre y Sexo en el México preindependiente, y poco más.
Mi buen, acá lo estaré leyendo con fruición.
Saludos,
Jorge
¡No manches!
ResponderEliminar¿cómo se me pasó ese número de Arqueología? No me creerás que no lo vi, y mira que soy fanático de esa publicación.
El número está interesante, incluido un artículo sobre la vagina dentada.
ResponderEliminarY seguro lo consigues con ellos mismos -estaban por El toreo de cuatro caminos- ó chance en La torre de Lulio, (aí sobre Nuevo León)
Uta, sí, nomás que estoy en Monterrey.
ResponderEliminarBueno, bendito infernet, lo pido y ya.
Para el autor de la nota: estimada persona, que no te guste (o no comprendas) los motivos del sacrificio y del autosacrificio para las sociedades prehispánicas, incluidos los mexicas (que tú equivocadamente llamas aztecas, no me hagas darte cátedra del por qué), es cosa tuya; pero tu decidido etnocentrismo resulta harto ofensivo para los nahuas del centro de México. Quisiera decir que expresiones como: "brutal pueblo", "obsceno gusto por la sangre" y otras lindezas semejantes, no son propias de un individuo que pretenda externar una opinión informada acerca de producto cultural alguno de la sociedad a la que tan insultantemente refiera. Lo que quiero decir es que si no entiendes el por qué el mexica buscaba la sangre, ¿cómo esperas entender por qué le cantaba a la flor? Si no aceptas que el mundo es más grande que tu propia opinión, ¿de verdad crees que estás listo como para tratar de leer al "otro" (peor aun) fuera de su contexto? Eso ya sin considerar tu paupérrima lectura... No alcanzas a comprender la profunda intensidad del deseo expresado (lo cual no sorprende, dado que pareces desconocer del todo el mundo nahua), las sutiles alusiones eróticas y las explícitas referencias que algunos calificarían de pornográficas, no ves nada más allá de tu nariz. Una lástima, pues esta es una joya de la literatura universal.
ResponderEliminarEn fin, amigo o amiga, te sugiero que te aproximes al arte mexica, que tanto parece desagradarte por no-sé-qué, a su filosofía, su derecho, sus tradiciones y su lengua; te aseguro que te llevarás una agradabilísima sorpresa, pues la poesía nahua puede ser "pectídoon hemmelestéra" (Safo de Lesbos, fragmento de un epitalamio). Que tengas un buen día.
Ipan inin xihuitl niquitoa nimexica, nomexicayolo ye melahuac.
Estimado Anónimo:
EliminarLee por favor con cuidado lo que escribí......yo no hablé en ningún momento de los mexicas ni sobre los nahuas del centro de México, yo hablé sobre el "Imperio azteca", un sistema político-social desaparecido en 1525 a manos de otra sociedad bárbara con un obsceno gusto por la sangre (sangre como un eufemismo de "guerra").
Tú equivocadamente asumes que estoy hablando de sus costumbres de autosacrificio, pero si lees sensatamente, verás que es Jorge Rueda quien habla del autosacrificio, no yo. Yo hablo de matar personas, lo que me parece aborrecible. Tampoco significa que no entienda los motivos para matar.
Ahora.....ni me desagrada el arte prehispánico, ni lo desconozco, ni soy etnocéntrico. Acepto que el mundo es más grande que yo y sí puedo ver más allá de mi nariz, y leer un texto que me parece erróneo sin insultar ni prejuzgar a alguien que no conozco.
Mi lectura puede ser paupérrima....es posible. También puedo ser ofensivo de una manera inconsciente......es posible porque no soy políticamente correcto, como sabrás si lees en el título del blog.
Puedes tener razón sobre la ignorancia de quien diga algo que te moleste, pero las expresiones que utilicé no son mías, son de Octavio Paz.....quien (al contrario que yo) sí pretendió externar una opinión informada sobre el imperio azteca Y SU SOCIEDAD.
Creo que deberías tener tu propio blog, y allí dar una cátedra, porque definitivamente el dejar mensajes flamígeros en el mío no va a convencer a nadie a acercarse al arte, filosofía, derecho, tradiciones y lengua mexica.
En lo único que sí estoy de acuerdo contigo es que esta es una joya de la literatura ..... no mexica, sino chalca.
Yo también soy mexicano, descendiente de judíos sefarditas y vascos migrantes