Alexandr Pushkin es el gran ídolo de las Rusias, se trata de un escritor y poeta consagrado, casi casi el inventor de la literatura rusa.
Pushkin dejó para la posteridad un gran número de trabajos terminados y obras en proceso; también dejó sus cuadernos de notas; pero un día, alguien nos llegó con la novedad de que también dejó un último volumen de sus notas, las notas de sus últimos meses de vida (1835-1837), que nunca sufrieron corrección en su estilo y que detallan el alma del poeta.
El diario comienza por explicar su situación: Acaba de citarse a duelo con su concuño, Dantés y tiene miedo de morir, por lo que quiere hacer una confesión de sus sentimientos. El autor esperaba hacer un diario para la posteridad, no para sus hijos ni su esposa. Pushkin suponía que en 200 años Rusia sería libre y se suprimiría la censura.
Pushkin dejó para la posteridad un gran número de trabajos terminados y obras en proceso; también dejó sus cuadernos de notas; pero un día, alguien nos llegó con la novedad de que también dejó un último volumen de sus notas, las notas de sus últimos meses de vida (1835-1837), que nunca sufrieron corrección en su estilo y que detallan el alma del poeta.
El diario comienza por explicar su situación: Acaba de citarse a duelo con su concuño, Dantés y tiene miedo de morir, por lo que quiere hacer una confesión de sus sentimientos. El autor esperaba hacer un diario para la posteridad, no para sus hijos ni su esposa. Pushkin suponía que en 200 años Rusia sería libre y se suprimiría la censura.
Nataly era el amor y la ambición de su juventud. La suegra estaba enamorada de él, y por lo tanto nunca guardó buena relación con ellos. Pushkin era un libertino que se la pasaba derramando su semilla en cuanta chica tuviera a la mano, hasta con 5 mujeres al día.
Al tiempo que Pushkin admiraba la belleza de su esposa, al grado de enfermar de celos, la despreciaba por ser fruto de la costumbre. Pronto ya está cansado de ella, en una rutina y él sigue su vida con numerosas amantes. Como no comparten la pasión por el sexo ni la pasión por la poesía, el distanciamiento es inminente.
Desde que era una muchacha, el Zar cortejaba a Nataly, al grado de que tenían tocamientos, aunque es más exacto decir que el Zar se masturbaba sobre sus amantes para no tocarlas, porque así seguía siendo fiel a la emperatriz, quien estaba al corriente de la cachondez del Zar. Pushkin siempre tuvo celos de ese incidente, más cuando se veía obligado a aceptar préstamos económicos del Zar.
Al tiempo que Pushkin admiraba la belleza de su esposa, al grado de enfermar de celos, la despreciaba por ser fruto de la costumbre. Pronto ya está cansado de ella, en una rutina y él sigue su vida con numerosas amantes. Como no comparten la pasión por el sexo ni la pasión por la poesía, el distanciamiento es inminente.
Desde que era una muchacha, el Zar cortejaba a Nataly, al grado de que tenían tocamientos, aunque es más exacto decir que el Zar se masturbaba sobre sus amantes para no tocarlas, porque así seguía siendo fiel a la emperatriz, quien estaba al corriente de la cachondez del Zar. Pushkin siempre tuvo celos de ese incidente, más cuando se veía obligado a aceptar préstamos económicos del Zar.
Al par de meses de matrimonio, las cosas con Nataly se enfrían, él considera que una esposa no puede ser buena amante a la vez, por lo que es mejor tener una esposa dócil, sumisa y obediente en casa y amantes extraordinarias afuera. Trata de tenerla continuamente embarazada por celos, para que no la vean.
Hay en el diario muchos pasajes íntimos, contando cómo curaba de los nervios a las chicas del servicio, cómo era frecuente que embarazara chicas y luego les consiguiera una buena vida prescindiendo de sus servicios, o cómo le hacía el amor a Nataly mientras ella continuaba durmiendo.
Luego tenemos una serie de orgías, cómo las organizaba y lo que hacía a detalle para complacer a su amante Z, quien enmascarada se entregaba a montones de hombres al mismo tiempo.
Cuando se alejaba de Nataly, aunque seguía siéndole infiel, la extrañaba al grado de la manía. La belleza de su mujer parece que es lo que lo motiva, más que su personalidad, que no se refleja en el diario. Parece que también se considera un mal padre, porque nunca soporta a sus niños y los golpea.
Cuando se abrieron ante mis ojos las entrañas de una mujer, lo primero que hice fue tomar un candelabro para disipar la oscuridad. Cuando confronté la verdad, entendí, desde ese instante, que estaba predestinado a servir a la divinidad que se encuentra entre las piernas de la mujer, y cantar los sentimientos que ellas provocan. Una mujer puede parecer una diosa, pero sólo porque en cada mujer se oculta una diosa verdadera entre sus piernas
Después se hincó y en forma reverencial bajó los cierres de nuestros pantalones, y uno a uno fue saboreando lenta y amorosamente nuestros penes, que estaban firmes y ansiosos de dar inicio a la erótica batalla. Sin perder tiempo nos desvestimos mientras ella, sensualmente se despojaba de la
bata. Como K. era el más excitado, tuve que recordarle las reglas acordadas y obedientemente se recostó en el suelo para que Z. lo montara como a un corcel brioso, hincando las piernas sobre sus costados; después Z. hizo una seña para que se acercara el ulano, a quien ayudé, con crema, a penetrar sus candentes profundidades. Ella se revolvió de placer cual potra en brama y proseguí con nuestro plan, trasladándome a su boca, que recibió mi sexo con toda pasión. Combinando armonía y ritmo, empe- zamos a ejecutar en alegro ma non troppo nuestro concierto sexual. —No olviden que deben seguir mis indicaciones. Nadie puede llegar al orgasmo hasta no satisfacer plenamente a nues- tra dama —-mis ayudantes aseguraron una vez más cumplir con mis órdenes y Z. me agradeció con una mirada llena de satisfacción y de lujuria.
Como antes de llegar habíamos bebido unas copas de champaña, se había incrementado nuestra resistencia, favoreciendo el goce de este grandioso rito sexual. El final se acercaba y Z. empezó a emitir gemidos de pasión, haciéndome saber con sus dientes y con los movimientos voluptuosos de su lengua y de sus labios que había que incrementar el ritmo, pero el impulso de las caderas de Z. era tan claro que no tuve que dirigir. Como la cadencia aumentaba, mis ayudantes también aumentaron la velocidad y la fuerza. Gozábamos con nuestro gozo y con el de ella, que se agitaba con tal energía que nos llenaba de placer a todos. Al llegar al climax Z. lanzó un grito orgásmico en el preciso instante en que yo eyaculaba en su boca, llenándola de espuma. Los otros dos socios llegaron al orgasmo al mismo tiempo. Los cuatro habíamos alcanzado el máximo placer sexual jamás soñado.
Nos cuenta que su placer culpable era hacer que las prostitutas se enamoraran de él, para después abandonarlas. Nos cuenta su experiencia de orinar en la vagina de una prostituta. Nos cuenta la historia cuando penetraba a la nodriza de los gemelos, mientras ella se agachaba a amamantarlos, él la tomaba desde atrás. Contrata una prostituta a la que hace el amor sin siquiera verla a la cara.
Tenemos a la vista la costumbre de que Nataly lo chupara después de haber estado con otra, para lo cual disfrazaba el sabor con los propios fluidos de su esposa.
Koko, una de las hermanas de Nataly se enamora de Dantés, quien se supone que llevaba una relación homosexual con su anciano protector (aunque eso puede ser maledicencia de Puskin, quien lo odiaba) y al que le gustaban las prácticas anales con prostitutas. Koko se embaraza y Pushkin le ofrece casarla con Dantés a cambio de que afloje el cuerpo. Se la coje y la casa.
Dantés pretendía a Nataly, quien aunque siempre le fue fiel a Pushkin, sí coqueteaba abiertamente con su cuñado ante el abandono de su marido.
Pushkin se hace abiertamente infiel, ante el conocimiento y aceptación de su esposa. Llega a hacerse amante de las dos hermanas de Nataly.
Según mi punto de vista los libros y las mujeres tienen mucho en común. Abrir un libro es lo mismo que separar las piernas de una mujer: el conocimiento se revela ante la mirada. Cada libro, como cada mu- jer, tiene su olor muy especial, aunque esté impreso en la
misma imprenta y con la misma tinta tipográfica. Contar las páginas de un libro virgen me llena de un placer inexplicable. Incluso un libro insulso me produce placer cuando lo abro por primera vez. Mientras más pequeño el libro, más me atrae. La principal diferencia entre un libro y una mujer consiste en que me atrae más un libro inteligente, es decir, la belleza de su portada no tiene ninguna importancia para mí. Así como una mujer puede llegar al orgasmo con cual- quier hombre hábil y experto, así un libro se abre ante quien lo toma entre sus manos. Otorga el deleite de su conocimien- to a cualquiera capaz de comprenderlo. Por eso soy posesivo con mis libros y no me gusta prestarlos a nadie. Mi biblioteca es mi harén...
La diferencia entre una prostituta y una mujer "decente" de la alta sociedad consiste en que la primera te da un precio exac- to y lo expresa abiertamente, mientras que la mujer decente no quiere comprometerse con una cifra concreta, y trata de sacarte lo más posible.
Si colocamos dos mujeres, una guapa y otra fea, y cubrié- ramos sus rostros con un velo espeso, entonces al hacer el amor con la fea puedes sentir un gozo no menos esperado que al hacer el amor con la bonita. Es más, si no sabes quién es quién, podrías preferir a la fea. Entonces, el alma de una mujer se oculta en su vagina y no en su corazón.
El confiesa envidiar a Dantés porque es atractivo mientras él es feo como un mono (Pushkin tenía ascendientes negros) y porque Dantés desea a Nataly y él no. Se supone que el duelo fué aceptado y precipitado por el Zar, quien tenía miedo de que Pushkin quisiera vengarse de sus contactos íntimos con Nataly.
A medida que se acerca el duelo, el diario se hace más melancólico, preopcupado por la viudez de Nataly y por su muerte. Comienza a precipitar las cosas para que lo asesinen, sintiendo que no tiene el valor de matar a un hombre y teniendo ideas suicidas.
Aquí hay posiblemente un error del diario, porque comienza a parafrasear a Freud, pero Pushkin murió 20 años antes de que Freud naciera, así que puede darnos una pista de que efectivamente se trata de una falsificación.
De todas maneras, se trata de una recopilación muy informada y muy verídica de cómo pudo haber sido el último año de vida de Alexandr Pushkin. Su contenido va más allá de lo erótico-sexual, porque intercala ideas y pensamientos que se atribuyen a un gran poeta.
Perversógrafo: Sexo vaginal, anal, oral, trios, cuartetos, sextetos, orgías, vouyerismo, infidelidad, masturbación, prostitución, seducción, cunilinguo, dedo-ano, exhibicionismo, lluvia dorada, homosexualidad, beso negro, 69, sexo con mujeres lactando, sexo con mujeres menstruando, masoquismo, sadismo.
Diario secreto de Alexandr Pushkin
Qué interesante, pero... menuda metedura de pata lo de Freud. Pierde toda credibilidad, no?
ResponderEliminarSí, en dos ocasiones el diario se adelanta a Freud, ambos errores muy cercanos uno del otro para que sea un recurso literario o una casualidad:
ResponderEliminar"porque lo que soñamos es en realidad lo que anhelamos" (¿Pushkin?)
"el sueño es una realización de anhelo" (Freud)
y una menos obvia:
"Es una lástima tener que imaginar a otras mujeres en lugar de a mi esposa, para lograr que ella llegue al orgasmo y yo también" (¿Pushkin?)
"Cuando dos hacen el amor, al menos hay tres en la cama" (Freud)
En unos días publico la historia de las cuatro rusas dudosas, la historia de éstos libros es más emocionante que los libros mismos.......hasta entonces.......atentos.
Hola Lepis:
ResponderEliminarSé que esto de la autenticidad de los textos rusos es bien complicado, y concedo que es muy probable que sea falso, aunque se alimente de datos ciertos, pero, una pregunta, cuándo parafrasea a Freud, ¿lo cita? (enorme pifia) o es tú lectura la que los relaciona.
Por otro lado, suena sabroso el texto, onanista y todo parece valer mucho la pena.
Un abrazo,
Jorge
No, no cita nunca a Freud, quien lo relaciona es el editor, que pone notas en ambas citas.
ResponderEliminarYa lo de las citas equivalentes de Freud yo lo Guglié, que tampoco me creas tan "leido y escribido" como para saber tantas zonzeras.
OK
ResponderEliminarSupondremos que el editor es harto suspicaz y "saca a balcón" al autor del libelo, aunque siempre queda la posibilidad de que Freud haya abrevado en Pushkin para construir sus teorías :P
Saludos
Jorge