sábado, 5 de febrero de 2011

Amatista de Alicia Steimberg

¿Hay que estudiar para tener buen sexo? ¿Si mi objetivo es ser mejor amante de mi esposa me está permitido perfeccionar mi método con otras mujeres?

En Amatista, encontramos la narración de una especie de terapia sexual. Nunca se nos explica abiertamente, pero se supone que el personaje conocido como "el doctor", está tomando clases con una maestra conocida como "la señora", quien lo instruirá en el retardo de la eyaculación, en la correcta masturbación, en la imaginación y la fantasía como medios para ser un mejor amante.

El nombre de Amatista se refiere a ese personaje de las fantasías sexuales que "la señora" le cuenta a "el doctor" para liberar su sexualidad de las restricciones de la realidad. Amatista es una mujer ardiente que salta de amantes, de locaciones y de épocas. La historia de Amatista nunca queda clara en la narración, da saltos en el tiempo o tiene amantes con nombres recurrentes. El personaje es prácticamente surrealista.

A lo largo de nueve sesiones, la señora va contando historias con un alto contenido erótico; mientras descansa o toma un café, él debe cumplir una tarea (regularmente masturbarse) cada tarea puede incluir una eyaculación o no, dependiendo de la sesión, que regularmente escala para hacer tareas cada vez más atrevidas, posponiendo cada vez la eyaculación o el coito. Las tareas pueden ser "de propia mano" o con ayuda.

Una cosa que me parece muy singular, es que desde un inicio hay un pacto de hablar sólo en "español estándar", lo que en Latinoamérica significa principalmente hablar sin regionalismos, voseo ni cheísmos (ni yeísmos, seseos,  ceceos ni distinción entre V y B o betacismo, pero obviamente eso no se nota en la lectura). La autora es de Argentina, así que debe ser un estilo singular para ella. Yo como mexicano no logro entender la complejidad del español estándar porque es muy similar al que se habla en mi país, pero puedo reconocer que la prosa es correctísima, además de estándar.

A veces uno se imagina estar observando una clase de español en lugar de una terapia erótica, porque es frecuente que se evite repetir palabras en el mismo párrafo, y que los personajes se pidan más corrección al hablar. Así, leemos la antítesis de la coprolalia. Curioso y divertido  recurso erótico (llega a serlo).

Con el correr de los capítulos, la fantasía va empatando con la realidad, las locaciones donde se toma la terapia pasan de interiores a exteriores, mientras la fantasía va pareciéndose cada vez más a las locaciones que los protagonistas viven.

"El sexo es para proporcionar placer",  parece ser la consigna.


-Amémonos con la boca, Pierre- propuso Amatista, acostándose con las piernas separadas.
La boca de Pierre sobre la rosa abierta de Amatista. Las rodillas de Pierre a cada lado de la cabeza de Amatista. Los labios y la lengua de Pierre lamiendo y chupando los carnosos pétalos y el botoncito. El pene erecto entrando en la boca redondeada de amatista. La rosa tibia y húmeda alzándose un poco para que Pierre pudiera llegar con la punta de la lengua a la entrada de la vagina. El falo entrando y saliendo de la boca de Amatista La lengua de Pierre ablandándose, abandonando la entrada de la divina caverna para amar al clítoris, y el clítoris amando a la lengua. La lengua de Amatista vibrando como el ala de una mariposa, rozando apenas la parte inferior del falo. De pronto Pierre abandona su posición en cuatro patas encima de Amatista y la obliga a colocarse boca abajo en la cama. Luego, sin previo aviso y en forma repentina, hunde el falo en el culo de Amatista. Amatista deja escapar un grito. Sin moverse de su posición, Pierre se abraza a Amatista por la espalda, le oprime los pechos, le palpa el vientre y el monte de Venus. Por fin separa un poco los labios, apoya con firmeza la yema del dedo medio en el clítoris y comienza un grave y secreto masaje. Amatista gime y murmura con voz ronca:
-¡Ay mi amor! ¡Ay, sí mi amor, así, así! ¡Ay Pierre, no te apartes, quédate así! Mi vida, Pierre...
-Aquí me quedo Amatista - murmura Pierre, siempre hundido en ella, mientras su dedo continúa frotando el botoncito con rápidos movimientos ascendentes y descendentes.
ya nada impide que Amatista culmine, pero acerca su propia mano para detener la de Pierre.
-Ahora suave y adentro, mi amor.
El dedo de Pierre se hunde profundamente en la vagina de Amatista y allí descubre la presencia de su propio pene en el otro conducto. Retira lentamente el dedo y reinicia el frotamiento en el clítoris, primero con suavidad y después con creciente rapidez y fuerza.
-Ay mi vida - gime con voz ahora ya muy ronca de Amatista.
La mano de Pierre queda inmóvil, pero manteniendo el contacto mientras Amatista gime rítmicamente con las ondas cada vez más amplias que la invaden. Después de llegar a la cresta de la ola, los gemidos se van debilitando hasta apagarse.


Siga doctor, siga con fuerza hasta eyacular, y ciando se detenga el movimiento, deje correr el semen por sus dedos.



Muy buen libro.



Perversógrafo: sexo vaginal, oral, anal, 69, masturbación, retardar la eyaculación, lesbianismo, tríos.


Amatista
Alicia Steimberg
Septiembre 1989
La Sonrisa Vertical SV 63
ISBN: 978-84-7223-124-5
152 pág.

2 comentarios:

  1. umm, me atrae la idea del texto, y también esa forma de narrar la historia.
    Me lo apunto.

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  2. Sí Susanita, éste es exactamente el tipo de libro que te atrae. Espero que lo encuentres.

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