martes, 22 de marzo de 2011

Teresa Filósofa de Jean Baptiste Boyer, Marqués de Argens

Cuando tu mayor orgullo en la vida consiste en no haberte cambiado los calzones en 15 años, entonces sabes que ganaste suciamente el título de cochinón. Ponerse en remojo para poder quitarse los calzones es algo que puedes platicar a tu descendencia con el orgullo de un trabajo bien hecho.

Jean Baptiste Boyer, además de sucio y apestoso, era escritor y filósofo de la época de la ilustración francesa. Su padre fue un famoso juez, miembro de la aristocracia que llevó a buen término algunos casos famosos. Su hijo por el contrario era disipado y libertino...pronto ya lo habían desheredado.

Hoy en día su olor ya no perdura, pero una de sus novelas es más famosa que sus calzones. Sin duda, la novelita anónima debe su existencia a éste individuo, ya que su padre estuvo presente en el juicio del evento que inspiró algunas de las aventuras:

En 1728-1730, Catherine Cadiere una jovencita de 18 años, aparentemente perturbada, decía tener escapes místicos, convulsiones divinas y estigmas. Parece que su confesor, un jesuita llamado Jean Baptiste Girald la había convencido de su condición divina y había aprovechado la ocasión para saciar sus urentes conscupiscencias forniciarias con la chica (Ya si fue violación, abuso, consensual o calumnia, eso sí quién sabe)

Los Jansenistas, enemigos acérrimos de los Jesuitas, aprovecharon el juicio (ella lo acusaba de brujería, él la acusaba por calumnias) para hacer grande el pedo y el punto es que tenemos un juicio muy sonado que fue la delicia de los libertinos anticlericales de la época: Mirabeau, Sade y Jean Baptiste Boyer basaron sus sucias novelas en el caso.


La historia es variada e interesante, su misma procacidad y las múltiples prohibiciones la hicieron un best seller de su epoca.

Teresa era una mujer libidinosa desde niña, que aprendió a masturbarse con gran pesar de su madre; toda la historia trata del descubrimiento de esa muchacha de su propia sensualidad, el despertar de sus sentidos a través de una serie de "maestros" a quienes observa y escucha. Todo aderezado de disgresiones teológicas y filosóficas como las novelas de su época.


Podemos dividir el libro en cuatro partes.

En la primera parte, Teresa se encuentra en un convento donde conoce a su compañera Eradice y al padre Dirrag. Con gran curiosidad por los arranque místicos de su amiga, se esconde en un pequeño compartimento a observar la acción. El padre le ha contado de la existencia del santo cordón de San Francisco, capaz de proporcionar éxtasis. Al ponerla a orar “de a perrito” sustituye el cordón por su salvasealaparte.

Teresa termina maravillada y extasiada por lo que ve. Es el punto de arranque a sus delirios sexuales. El padre termina por echar por tierra toda la filosofía cristiana y mostrar la falsedad de la iglesia y más allá, de la fe. Al contrario de lo que hoy nos pudiera parecer el libro, era una novedad presenter dicha filosofía libertina en voz de una mujer, recatada por definición

La segunda parte de la novela comienza cuando Teresa es confiada a otra pareja Madame C y el Abad T. En este episodio tenemos mucha filosofía libertina (anticlericalismo, ateísmo, materialismo, etc) enmedio de un idilio de verano. Nuevamente como voyeur, escucha las disgresiones filosóficas y los combates amorosos de ambos. Tanto en Mirabeau como en Sade, tenemos el mismo tipo de disgresiones filosóficas enmedio de novelas cachondas. Se supone que en éste ambiente, Teresa descubre la razón y deja de estar atada a los absurdos dogmas que se le han enseñado.

Virginidad, matrimonio, convenciones sociales y el bien público; nada escapa a la pluma. Al igual que en Sade y en Mirabeau, la naturaleza es presentada como soberana, y como algo que eventualmente emerge y reina en nuestras pasiones.

Si en la primera parte de la novela el sexo era un descubrimiento, aquí se convierte en un instrumento para el placer, cuando es masturbada por la pareja.

La tercera parte de la novela es independiente de las otras tres; cuando Teresa conoce a una ex-prostituta llamada Bois-Laurier. El libro rescata la tradición de la narración de la cortesana, de sus vivencias y de la instrucción a una jovencita. Como madre sustituta, es entusiasta en la iniciación de Teresa a los placeres de los sentidos.

En su juventud, la Bois Laurier tenía un himen de acero, por lo que sus amantes se las arreglaban como podían. En ésta tercera parte, el sexo se convierte en algo jocoso, en ocasión de risa y felicidad. Curiosamente, mientras el lesbianismo es visto como un asunto jocoso, la homosexualidad masculina es censurada. Habrá quien defienda al autor diciendo que está poniendo ese comentario en boca de una prostituta, quien reprueba la práctica por ser contraria a sus intereses, pero yo veo algo más allá.

Tras éstos cumplimientos, mi galán colocó a Minette al borde de la cama, la sujetó las remangadas ropas, le hincó el dardo amoroso y le pidió que empezara a cantar.
La dócil ninfa, tras un breve preludio, entonó una dulce aria, y el lírico sujeto se puso  a menearse y a retroceder y a empujar al son del cántico, y él también tarareaba, y la rotación rítmica de sus nalgas marcaba sus cadencias. Yo junto a ellos lloraba de risa. La faena iba marchando a maravilla, cuando, de pronto, la voluptuosa Minette, sintiendo la proximidad del supremo deleite, empezó a soltar notas de falsete, desafinando y perdiendo el compás. En lo mejor del sublime concierto, se le escapó un bemol en vez de un sostenido.
-¡Ah, perra! - Gritó al punto el celoso dilettante - Me has destrozado el tímpano; ese gallo ha llegado hasta la clavija del amor y me la ha descompuesto -¡Mira, mira! - rugía, echándose hacia atrás: mira el efecto del maldito bemol.

La última etapa de la educación de Teresa es a manos de un anónimo conde, quien se propone a seducirla mostrándole lecturas libertinas y cuadros cochinos y apostándole que no va a poder renunciar a la masturbación. Así culmina su instrucción, en lecturas libertinas; en más filosofía y en un ambiente donde es acosada contiuamente, hasta que es descubierta masturbándose y así, entregada a los placeres del conde.

Contrario a la novela libertina de la época, pero en concordancia con la filosofía de la novela, Teresa renuncia a la vida de lujos que se le ofrece, para poder gobernar su propia vida y elegir sus placeres.

Se trata de un verdadero clásico de la literatura erótica.


Perversógrafo: fetichismo, trasvestismo, masturbación, vaginal, oral, voyeurismo, anticlericalismo, sacrilegio, látigos, dildos, lesbianismo, homosexualidad, coitus-interruptus, sexo místico, seducción

Fontamara tiene la traducción original de Lópéz Barbadillo

Teresa Filósofa

Jean-Baptiste Boyer de Argens
Editorial Fontamara
Mexico, 2008
ISBN: 9789684767089
160 pags.

7 comentarios:

  1. Me divertí mucho con las filosofías de Teresa.

    ResponderEliminar
  2. Con todo y el tono machista, es muy divertida, toda la novela es vista a través de los traviesos aojos de Teresa, en lugar de Sade, que filosofa desde el horror o Mirabeau, que lo hace a un nivel muy elevado, aquí todo tiene el tono de chanza. No hay violencia ni siquiera en la violación.

    ResponderEliminar
  3. esteeee, me lo apunto, lo de que tiene sexo místico, según indica al final, me ha convencido

    ResponderEliminar
  4. Interesante viaje con todos los matices que cada autor le imprime!!!

    Abrazos , besos y caricias mi querido Lepis!!!

    Ya lo extrañaba y muchoo!!!

    Pieldaentro

    P.D. Pero ya ve doña Claudia siempre con mucho trabajo..!!

    ResponderEliminar
  5. Sí Anarkasis, lo del "sexo místico" que termina por ser un simple abuso de confianza, no se sabe qué tan consensual.

    La historia es muy chistosa.

    Claudia!, se te extrañaba por este rincón "Testogénico"

    Lo del trabajo, no creas, yo también, pero como tengo algunos "Literotismos" programados con semanas de anticipación, por si no hay tiempo, pues parece como si siempre anduviera por aquí.

    Se agradecen los comentarios, besos y caricias; y devuelvo abrazos, apretones y buenas vibras ~~~~~~~~~~~~~~~~~~

    ResponderEliminar
  6. Lean.."Cuentos de locura para Psicólogos Cuerdos"...un título atrevido que habla sobre temas eróticos que entremezclan a los psicólogos como protagonistas...

    ResponderEliminar
  7. Lo busco y quizás lo comente luego.

    Saludos

    ResponderEliminar