martes, 8 de marzo de 2011

Vida de una cortesana de Saikaku Ihara

Si tuviera que deshacerme de casi toda mi biblioteca, tengan por seguro que éste sería uno de los libros que conservaría. No se trata de un libro costoso, lujoso o antiguo; pero es uno de los mejores que he leido.

Vida de una cortesana tiene la forma de una novela budista confesional, aunque se trata mas bien de una parodia de aquellas obras. Para un occidental, Vida de una cortesana es una novela costumbrista que a cualquier niponófilo le llamará la atención; ambientada en un período de cambios en el temprano período Edo del Japón, la historia es apasionante. La novela fue escrita en 1686 por Saikaku Ihara, pero su modernidad es innegable.

Una novela con pocas notas del traductor puede hacer que te pierdas en la lectura. Una traducción demasiado literal (muy académica) obliga a leer las largas anotaciones para entender el contexto de lo que se quiere decir. Las ediciones filológicamente demasiado exactas suelen ser aburridas. En este caso en particular, las largas anotaciones al pie y la gran cantidad de notas hacen que la novela sea mucho más disfrutable. Creo que es una de las mejores traducciones que he leido.

La historia comienza cuando un par de hombres están en la montaña buscando una "Celda del amor" donde podrán pasar el día en compañía de una mujer, escuchar su historia y divertirse al módico precio de una botella de sake.

La mujer en cuestión es una anciana ex-prostituta que les cuenta la historia de la voluptuosidad que sintió desde los 12 años, edad en la que es prometida al hijo de un acomodado hombre. Ella se va a vivir a casa de los suegros, pero pronto trata de seducir al padre de su prometido, metiéndose entre la pareja dormida.  Con una burla es devuelta a la casa paterna.

Debido a su belleza física pronto entra a trabajar en la casa de un aristócrata, donde comienza un amorío con un guardia; al ser descubiertos ella es despedida y él es ejecutado por violar el código de respeto entre clases sociales.

Una nueva oportunidad se le ofrece, ahora como concubina de un acaudalado anciano que deseaba una mujer de belleza perfecta. Como joven voluptuosa que es, distrae continuamente a su jefe de sus obligaciones para con sus demás concubinas, por lo que es despedida por la familia del anciano, acusándola falsamente de causarle enfermedad e impotencia al viejo.

Cuando tiene 16 años, su familia tiene un problema económico con unas deudas, así que es vendida a una "casa de té", donde es entrenada como cortesana. Conoce jóvenes y viejos, aprende a peinarse, a vestirse a la moda y nos describe todos los detalles del mundo de la prostitución y los acuerdos comerciales que existían. No se trata de cortesanas exclusivamente sexuales, mas bien son damas de compañía (no esclavas) que pertenecen a un establecimiento a la que pagan renta por trabajar o por tomar vacaciones.

Por su belleza, es una cortesana de alto rango y costo, lo que le trae beneficios económicos que invierte en vestidos principalmente. Nunca se da cuenta que la belleza es una flor que se marchita rápidamente, más si se piensa la clase de vida que llevaba.

Aguza el oido para escuchar lo que ocurre en la vecina habitación. Aquí las cosas van mucho mejor, quizás porque el hombre de la habitación vecina está ya en términos íntimos con su cortesana, o quizás también es hombre experimentado que inlcuso en su primer encuentro ha hecho que se despoje de toda reserva. Escuchando en la oscuridad oye a la mujer decir "tu cuerpo desnudo parece mas regorgete de lo que esperaba cuando te vi vestido" . Después llega el sonido de amorosos abrazos. Los movimientos del hombre se hacen mas vehementes, y en este ataque hace poco caso de la almohada o del biombo circundante. La mujer deja escapar un grito de placer auténtico. En su alegría espontánea echa aparte la almohada y hay el sonido de un peine ornamental en su cabello, según salta en dos pedazos.
Mientras tanto, del suelo de arriba llega la voz ¡Ah, ah! ¡Qué bendición es! seguida por el crujido de pañuelos de papel y en todavía otra habitación un hombre que había estado apaciblemente dormido es despertado por las cosquillas de su compañera que le dice "ya hay luz afuera ¿no me dejaras otro recuerdo de esta noche?" Al oir esto, el hombre todavía medio dormido dice "Por favor perdóname, pero no puedo hacerlo otra vez" Una se pregunta si pudiera ser que hubiera bebido demasiado sake la noche anterior; pero después una oye el ruido de su taparrabos al ser desatado. Esta lagarta es claramente de naturaleza mas sensual que muchas. No es verdaderamente una bendición para una cortesana estar dotada de un gran deseo de amor.


Tras un tiempo de vida cortesana, se degrada a "rango medio", donde su posición social es humillante, con menos clientes, aprende que los hombres se arruinan frecuentemente por el trato con cortesanas. A medida que envejece, sus clientes comienzan a escasear y no puede darse el lujo de elegirlos. A la baja su escala social como cortesana, comienza a despreciar su trabajo.

Hay un momento en que  pone una escuela de escritura para niñas, que en realidad es una coartada para el más rentable negocio de escritura de cartas de amor que los hombres escribirían a las mujeres. Ella recomendaba qué decir y cómo impresionar a las amadas de sus clientes.

En sus vivencias, pasa por ser sirvienta, por trasvestirse en monje budista que ejerce la prostitución, por ser la amante de un bruto monje budista que la desprecia y por amante de una mujer a la que le da placer oral, pero que nunca le retribuye dicho placer sexual.

Mizuko Jizo, ofrendas por los fetos abortados
Visiblemente vieja, renta ropas e intenta vender su decrépito cuerpo, buscando los callejones oscuros para que no la vean sus clientes, pero su triste vida de prostituta está terminada. Un buen día, decide retirarse definitivamente de la vida galante y hacerse una especie de anacoreta en retiro, en el despoblado lejos de la gran ciudad.


Ella se ve arrepentida porque no hizo nada útil con su vida: en sueños se le aparecen sus más de 500 amantes a los que no supo retener, y las decenas de abortos que tuvo; niños que ahora en su vejez pudieron haber visto por ella y que también se le aparecen en sueños, rogándole que los cargue. Ahora está acabada, pobre, sin belleza, con sus ropas de moda antigua y con la botella como única compañía.

Aunque no lo parezca, no es una historia triste; al ser ella una mujer independiente en un pais machista, su frustración no es al grado de depresión, sino sólo de la reflexión: quien no hace nada por su futuro, puede verse arruinado en su vejez. La historia está todo el tiempo aderezada de picardías y de relatos costumbristas de la época, se trata de un libro muy entretenido, para leer de inicio a fin, sin saltarse las notas del traductor.




Perversógrafo: sexo vaginal, oral, masturbación, lesbianismo, homosexualidad, trasvestismo, lesbianismo, prostitución, exhibicionismo, anticlericalismo, voyeurismo.

Vida de una cortesana
Saikaku Ihara
Ediciones Coyoacán
México, 2001
ISBN 9706332081
183 pags.

3 comentarios:

  1. A medida que he ido leyendo la reseña, me he ido acordando de una película de Kenji Mizoguchi que vi hace unos meses: La vida de Oharu. Hay algunas diferencias argumentales pero básicamente es la misma historia.

    Luego lo he comprobado, y efectivamente se trataba del libro en el que se inspiró la película. Aquí hablé unas breves lineas sobre ella. Tampoco es que me gustase demasiado, pero te doy el dato.

    http://lalibreria.blogspot.com/2011/09/la-lista-de-silvia-xx.html

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  2. Sí, parece que la película se pasó de tristezas.

    El libro, por el contrario, me parece muy alegre; ella es una mujer independiente en un país machista donde la mujer no era nadie. Ella, sin llegar a ser alguien, disfruta de su sexualidad, sin estar bajo las órdenes de ningún hombre, excepto el bruto del monje ese.

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