martes, 19 de julio de 2011

Diccionario Secreto de Camilo José Cela Parte 1

Cuando yo era niño, los ciegos eran ciegos y los viejos eran viejos. Pocos años después, los ciegos eran "invidentes" y los viejos eran "ancianos". Ya mayorcito, los ciegos eran "débiles visuales" y los viejos estaban "en la tercera edad". Hoy los ciegos tienen "capacidades visuales diferenciadas" y los viejos son "adultos en plenitud".

Pero los viejos no son adultos en plenitud. Cuando yo tenía 21 años yo era un adulto en plenitud, hoy ya no lo soy y todavía no llego a viejo. De pronto las putas se convirtieron en "prostitutas", después en "sexoservidoras" y ahora en "trabajadoras sexuales"; los burócratas pasaron a ser "empleados de gobierno" y después "servidores públicos".

El eufemismo y lo que llamamos sinónimo son dos demonios que se parecen; ambos están allí para ponerle una máscara a nuestra lengua. Por sí mismas, las palabras "ciego", "viejo", "puta" o "burócrata" no son malsonantes ni insultantes, son descriptivas. Si a las palabras le quitamos su poder de comunicar con precisión, pierden su razón de ser.

Camilo José Cela es un personaje impresentable; todo el tiempo que no dedicaba a escribir lo invertía en hacer animadversiones con cuanta persona conociera. El principal problema de Cela era que pregonaba algo y hacía exactamente lo contrario, así se ganaba la enemistad de compañeros y opositores por igual. Militaba en una derecha feroz y se oponía al régimen. Estaba en el partido de gobierno y sacaba libros contrarios a él.

Sin embargo, Cela, con su lenguaje culto y grosero a la vez, con dotes de artista: una voz agradable y un acento claro, era rápido para la agresión, y gracioso de escuchar. Siempre con un semblante serio y hasta ceñudo, decía cosas ingeniosas con una corrección lingüística al extremo, no en vano fue miembro de la Real academia de la lengua y premio Nobel de literatura en 1989.

Un buen día a finales de los 60 del siglo pasado, Cela se da a la absurda, interminable y minuciosa tarea de crear un "Diccionario secreto", que trataría con aquellas palabras que la sociedad bienpensante cree que son malsonantes.

Cela comienza su explicación del diccionario citando la necesidad de que las palabras describan un significado, y explicando que los casos de sinónimos reales en nuestra lengua son excepcionalmente raros, surgiendo casi todos los llamados sinónimos como eufemismos de algo que no se quiere mencionar por diferentes razones: evitar el vulagrismo, dignificación profesional, respeto, atenuación, tabú, etc.

Cela mismo nos explica que en su diccionario tratará de compilar aquellas voces que han sido intencionalmente ignoradas o subestimadas en el español por obscenas o groseras. Lo que Cela nos explica es que una palabra es descriptiva, lo grosero viene por el mal uso y la obscenidad viene por el pudor social; que las palabras deberían utilizarse en sus acepciones correctas para poder entendernos correctamente.

Lo más gracioso es que el mismo nombre del libro contiene un eufemismo: Cela al poner por nombre  "secreto" utiliza un el eufemismo que por aquellos años utilizaban los médicos que se anunciaban como especialistas en "enfermedades secretas" (venéreas).

A su abuelita Anacleta
ayer preguntó Loreto:
-¡Qué es enfermedad secreta?
y ella contestó discreta:
-La que se adquiere en secreto.

"Diccionario venéreo" vendría a ser el título correcto. La serie de libros pretendía sacar en un volumen cada una de las palabras que en nuestro idioma tuviera algo que ver, al menos cercanamente con lo venéreo. Obviamente era un trabajo tan extenso como inútil.

El diccionario, es de agradecerse da prioridad a las citas literarias sobre las académicas, por lo que el trabajo final parece más una antología de poesía antigua que un diccionario. En él, Cela nunca pretende poner todas las voces relacionadas de una palabra, sólo se concentra en poner las voces que puede relacionar con alguna cita literaria, preferentemente antigua.  Esto hace de un simple diccionario,  una obra excepcional.

Frasco:    Es met. funcional (los cojones contienen el semen como un frasco contiene el líquido).
Cojón
Ventura de la Vega, Alguna vez, vs. 25-32
Puede una mujer hallarse
con la regla, verbi-gracia.
y sería triste cosa
que por esta u otra causa,
hallándonos en el soto
nos volviésemos a casa
con todos los frascos llenos
y la escopeta cargada.

Ala: Es met. de int. festiva
Cojón
Jacinto Alonso de Maluenda, v. Glossa que empieza Los defectos criminal, s.v. huevo; Samaniego, Coplas del pájaro, v.s. 34-35:
¡Ay, cuánto forcejeaba
el pícaro bribón
por encajarle todo,
mas le dije eso no!
Él era porfiado,
blando mi corazón,
y tantos sus halagos
que por fin le metió.
Pero no sólo el pico,
también el cuerpo entró
menos las alas, y eso
porque muy godas son.

En 1968 sale de la imprenta el primer tomo "Diccionario Secreto, Tomo 1 series Coleo y afines" En todo el libro se estudian las voces y las derivaciones de lo referente a los testículos; sinónimos, habla popular, dichos, cuentos y poemas rescatados de los mas polvosos rincones de nuestra bella lengua.

El primer tomo del diccionario está dividido en 6 partes:

1.- Serie Coleo-onis
2.- Serie Orquis
3.- Serie Testis-is
4.- Voces de origen precolombino y de origen prerromano
5.- Nombres de partes constitutivas del testículo
6.- Voces relacionadas con el tema

4 comentarios:

  1. Camilo José Cela está enterrado cerca de donde vivo, era gallego. Es un camposanto precioso, chiquito y con lápidas de piedra, todo lleno de flores. Una obra de arte. Pues el cabrón quiso que le enterraran al revés. Imagina, si todas las láspidas miran al este, la suya al norte.( yo también le odio y le amo)

    ResponderEliminar
  2. Jajaja, hay una tumba similar en Mineral del Monte, en México, se supone que de un payaso inglés que murió allí, y quiso que lo enterraran al revés "nomás por payaso"

    ResponderEliminar
  3. dices la absursa tarea,no se por que absurda,yo lo encuentro muy util.me es muy dificil encontrar obras como esa de los tacos e insultos

    ResponderEliminar
  4. Absurdo en sentido de "interminable", no de "inútil". Imagínate cuántos volúmenes tendría ese diccionario. Cela sacó dos términos "sexuales" e invirtió tres volúmenes ............... pero las grandes obras las hacen locos soñadores, no tengo duda.
    También utilizo "grosero" en el sentido que Cela le daba: "basto, sin adorno", no "insultante".
    Este es un libro magnífico, sin duda. Ojalá hubiera terminado unos cuatro volúmenes más.

    ResponderEliminar