viernes, 14 de octubre de 2011

El heptamerón de Margarita de Navarra

Eres una reina culta en una corte llena de chismes y lees El decamerón de Boccacio. Los cien cuentos no te llenan y quieres más. Está sembrada de semilla de la siguiente gran obra.

El heptamerón es un libro escrito por Margarita de Valois (1492-1549).  Margarita era una mujer de gran cultura, dominaba varios idiomas y había viajado. Cuando leyó el Decamerón de Boccaccio, impulsó de inmediato su traducción al francés. Margarita no se quedó allí, y trató de hacer su propia versión del libro.

Margarita estaba casada con un hombre al que no amaba, como era costumbre en la realeza de aquella época; ella parece haber vivido una vida apartada de su marido la mayor parte de su vida, y haberse dedicado con entusiasmo al chismorreo cortesano y a darle en la madre a la Iglesia.

Margarita comienza a escribir sus noventa cuentos y diez novelas, el estilo es el myse en abyme igual al decamerón, con un cuento central y cuentos derivados de éste.  Un grupo de diez personas, ante una inundación quedan aisladas, por lo que deciden pasar el tiempo contando historias en un lugar seguro mientras las aguas del río se calman.

Inicialmente el libro constaría de diez jornadas, pero Margarita sólo alcanzó a escribir setenta y dos cuentos y el cuento que los contiene. Hay una carta que sugiere que Margarita dio por terminado su libro, sea porque hay otros cuentos que nunca se publicaron, sea porque se le acabó el tema sobre el cual escribir, sea porque sintió que no viviría para ver terminadas sus diez jornadas.

Las historias son picantes y licenciosas, Tienen la virtud de ser originales en su mayor parte, basadas en vivencias reales de la corte; incluso algunas de las historias reflejan vivencias de la misma reina.

La historias están escritas con buen gusto, un poco volcadas contra los franciscanos, a quienes Margarita guardaba rencor como silenciosa defensora de la Reforma. Las historias narradas son variopintas, las hay felices y desdichadas; muchas son de hombres malos, infieles o torpes, todo velado por el buen gusto.

El libro fue impreso en 1558, pero sólo contenía 67 de las historias de una manera abreviada. En 1559 tomó su estado actual, como obra póstuma de la autora. La mayor parte de las historias tratan de amores, de deseo, de infidelidades, romance y sexo.

Dentro de la historia principal, ya vemos un guiño de la autora por los reformistas: Una de las damas mayores recomienda que lean la Biblia para entretenerse, pero otro de los viajeros recomienda que se cuenten cuentos como aquellos de "Boccacio" para pasar el rato; así que los cuentos se contarían en las tardes después de leer las escrituras.

La mayor parte de las historias son reales, eso es lo más llamativo del libro contra otros, que solo son recopilaciones de historias antiguas de dudoso origen. El libro está elegantemente escrito, con una prosa impecable.


El clérigo incestuoso
El conde Carlos de Angulema, padre del rey Francisco, primero de este nombre, príncipe fiel y temeroso de Dios, estaba en Cognac cuando alguien le contó que en una aldea cercana, llamada Chevres, vivía una muchacha virgen de conducta tan austera que era algo admirable, a pesar de lo cual había aparecido embarazada, sin intentar disimularlo, asegurando a todo el mundo que nunca había conocido varón y que no sabía cómo le había ocurrido, a no ser que fuera obra del Espíritu Santo; lo que el pueblo creyó fácilmente, y la tenía y reputaba por una segunda Virgen María, ya que todos sabían que, desde su infancia, siempre fuera muy juiciosa y nunca hubo en ella un solo signo de mundanería. Practicaba no solamente los ayunos mandados por la Iglesia sino también, por devoción, varias veces a la semana, y siempre que había algún servicio en la iglesia no se movía de allí. De modo que su vida era tan estimada por el pueblo que todos la iban a ver como si se tratara de un milagro, y se sentían muy felices pudiendo tocarle la ropa.
El cura de la parroquia era su hermano, hombre ya de edad y de vida muy austera, apreciado de sus feligreses y tenido por hombre santo, con opiniones tan rigurosas que hizo encerrar a su hermana en una casa, con lo que el pueblo estaba descontento; y tanto creció el rumor que las noticias (como os dije) llegaron a oídos del Conde, el cual, al ver el engaño en que estaba todo el mundo, quiso deshacerlo. Así que envió a un oidor y un limosnero (ambas personas muy de bien) para saber la verdad. Estos llegaron al lugar y se informaron del caso lo más galanamente que pudieron, dirigiéndose al cura, que estaba tan aburrido del asunto que les rogó asistieran a la verificación que esperaba hacer al día siguiente. El dicho cura, por la mañana, cantó misa, a la cual asistió su hermana, siempre de rodillas y muy abultada; y al final de la misa, el cura tomó el Corpus Domini, y, en presencia de todos los asistentes, le dijo a su hermana:
-¡Malhadada de ti! He aquí a Aquel que sufrió muerte y pasión por ti, y ante Él te demando, ¿es cierto que eres virgen, como siempre me has asegurado?
Ella, audazmente y sin temor, le respondió que sí.
-¿Y cómo es posible que estés preñada si sigues siendo virgen?
Replicóle ella:
-No puedo dar otra razón, a no ser por obra y gracia del Espíritu Santo, que ha hecho en mí lo que le plugo; pero no puedo negar el bien que Dios me ha concedido al conservarme virgen, porque nunca tuve deseos de estar casada.
Entonces su hermano le dijo:
-Aquí te entrego el cuerpo precioso de Jesucristo, del cual recibirás tu condenación si no es tal como has dicho, de lo cual serán testigos estos señores aquí presentes, enviados por el señor Conde.
La muchacha, de casi trece años de edad, hizo este juramento:
-Acepto el cuerpo de Nuestro Señor, aquí presente, y que Él me condene, ante vuesas mercedes y ante vos mi hermano, si nunca me tocara hombre alguno que no fuerais vos.
El oidor y el limosnero se fueron muy confusos, creyendo que con tales juramentos no podía haber lugar a engaño, y dieron cuenta al Conde, queriendo persuadirlo para que creyera lo mismo que ellos. Pero éste, que era muy sabio, tras pensarlo bien, les hizo repetir de nuevo las palabras del juramento, y habiéndolas sopesado bien, les respondió:
-Os ha dicho que nunca la tocó otro hombre que no fuera su hermano, y yo pienso que en verdad ha sido su hermano quien le ha hecho el hijo y quiere encubrir su maldad con este gran fraude; y nosotros, que creemos que Jesucristo ya ha venido, no debemos esperar otro. Así que id allá y poned al cura en prisión; estoy seguro de que confesará la verdad.
Lo que fue hecho según su mandato, no sin grandes reproches por el escándalo que hacían a este hombre honrado; y así que el cura fue encarcelado, confesó su maldad y cómo había aconsejado a su hermana lo que tenía que decir para encubrir la vida que habían llevado juntos, no sólo con una excusa ligera, sino con un falso dar que pensar con el cual vivieran honrados por todo el mundo; y cuando se le reprochó cómo había podido ser tan malvado para hacerla jurar en falso sobre el Cuerpo de Nuestro Señor, respondió que no era tan atrevido y que había presentado un pan ni consagrado ni bendito. Se dio cuenta de todo al conde de Angulema, quien pidió a la justicia que hiciera lo pertinente. Se esperó a que la hermana pariera, y después que naciera un hermoso niño, fueron quemados juntos hermano y hermana; y el pueblo sintió un gran asombro al ver, so capa de santidad, monstruo tan horrible, y bajo vida tan sana y digna de encomio, reinar tan detestable vicio.


Allá por los años setenta, era muy común encontrar este libro en las librerías, sin embargo hoy en día no es tan sencillo. Yo personalmente tengo dos libros, ambos encontrados en librerías de viejo a un precio de risa loca, y puedo decir que lo he visto tres o cuatro veces más igualmente en librerías de viejo.

Margarita merece más promoción; sus historias son entretenidas y en su tiempo fue una mujer de gran influencia; ella misma fue protectora de Rabelais, quien le dedicó el tercer libro de Gargantúa. Quizás la historias picantes (como las mismas de Rabelais) no están de moda y eso es todo.

Busquen el libro, es bueno.

Perversógrafo: Infidelidad, anticlericalismo, engaños, incesto, homosexualidad, voyeurismo, violación.






El Decamerón. El Heptamerón. El Satiricón
Boccaccio, Giovanni ; Valois, Margarita ; Petronio
Editorial: Nauta
2001
ISBN: 84-8259-367-6
352 pags.

1 comentario:

  1. me gusto la historia de margarita, sria bueno leer el libro y sacar otras conclusiones por ser creacion de una mujer en el ambito picaresco del siglo XVI, gracias me has dado una muy buena referencia

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