miércoles, 7 de septiembre de 2011
Julieta del Marqués de Sade (primera parte de tres)
Yo siempre he pensado que Sade, después de perder el manuscrito de las 120 jornadas y llorar sus famosas lágrimas de sangre, quiso escribir de nuevo una historia escandalosa que cubriera aquel vacío. Si así fué, ésta es la obra que defecó su pluma.
"Julieta o el vicio ampliamente recompensado" es la última de las obras pornográficas del Marqués de Sade, es la menos conocida de las cuatro y entre quienes la conocen pocos han leído la versión íntegra. Julieta sale de la imprenta entre 1797 y 1801 como: "La Nueva Justina o los infortunios de la virtud, seguida de la Historia de Julieta, su hermana", es decir, que se hace una tercera versión de Justine en cuatro tomos y se agrega la novela de Juliette en otros seis tomos; una magna edición de diez tomos con cien grabados orgiásticos de pobre calidad.
En mi opinión, Justine rebasa con creces la calidad de Juliette, no sólo por la novedad de una obra de tal obscenidad, sino porque está mejor escrita. Juliette, aunque contiene más brutalidad, sofismas, chismes y asesinatos, es un libro escrito abiertamente con fines comerciales; cada libro deja una historia "picante" en suspenso (el terrible asesinato de una familia, la formidable historia del ogro Minski y su castillo con muebles humanos vivos, la misa satánica del papa Pio VI, etc.) supongo que para crear el morbo de conseguir el siguiente tomo.
La mayor parte de las ediciones en español que yo he visto están basadas en la traducción burdamente expurgada de Paul J. Gillette de 1967, y son apenas un resumen de los cuatro primeros libros, con un breve colofón del final del sexto libro.
Al igual que en Justine, la historia narra que Julieta es una chica en un internado menos santo de lo que en realidad Justine pudo darse cuenta, ya que hay orgías lesbianas con las monjas y misas negras con los sacerdotes. Al quedar huérfanas y ser echadas del internado, Justine decide ser virtuosa y Julieta decide ser puta por recomendación de la madre superiora, quien lo había sido en su juventud.
En un burdel, se convierte en una de las prostitutas más codiciadas; aprende el placer de la flagelación activa y pasiva a manos de un hombre que la desvirga.
Hay una escena clásica donde Julieta y una amiga van a casa de un tal Dorval e intentan robarlo tras narcotizarlo. Al darse cuenta éste de la triquiñuela, las cuelga del cuello; Julieta ya no controla su miedo ni sus esfínteres; al abrirse la trampilla caen en colchones donde deben fingir estar muertas mientras Dorval y su criado las penetran salvajemente.
Encuentra a un hombre de apellido Norceuil quien la lleva a su casa para satisfacer sus salvajes deseos, lo encuentra masturbando a dos jóvenes junto a su esposa que lame sus eyaculaciones. Norceuil le coge cariño a Julieta y la llena de riquezas e influencias políticas. Norceuil le confiesa ser el violador y asesino de sus padres; ella queda encantada y hacen a la esposa de Norceuil esclava de Julieta.
Norceuil mismo la envía con un hombre aún más terrible que él, el poderoso juez Saint Fond, quien es un despiadado homicida que aprovecha sus influencias para asesinar inocentes y conseguir mayores placeres. Julieta debe escucharlo y obedecerlo sin mostrar jamás un atisbo de bondad, ya que se trata de un peligroso personaje al lado del cual podría morir.
Con él, Julieta logra dar rienda suelta a sus deseos de violencia y muerte; incendia, envenena y mata a madame Norceuil. Por estos tiempos conoce a madame Clairwil, una especie de vampiresa sádica que gustaba de la flagelación y el asesinato. Clairwill es miembro de un club exclusivo de libertinos crueles, y promete a Julieta hacerla miembro a condición de que jamás fuese virtuosa.
Julieta comienza a asesinar por su cuenta; dispara a una mujer en la vagina y mata a una familia completa. No de la manera tradicional, sino de una manera muy al estilo de Sade; el padre viola anualmente a la hija y lo obligan a decapitarla, serruchan a víctimas, usan complejas máquinas de tortura, los castran, les cortan las tetas, las nalgas, los incendian. etc.
Continúa .... aquí.
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