domingo, 4 de septiembre de 2011

Ligeros libertinajes sabáticos de Mercedes Abad

Aquí tenemos un libro sobre relaciones sexuales "fuera del camino normal". Con ello no me refiero a que es un libro de perversiones inconcebibles, sino que la autora tiene un modo particular de entender lo erótico.

Libro ganador del VIII Premio La Sonrisa Vertical (1986), "Ligeros libertinajes sabáticos" contiene una colección de diez cuentos breves que hablan en mayor o menor grado de las eyaculaciones, las relaciones sexuales anómalas y una curiosa fijación de la autora por relacionar el sexo y la comida (Y me refiero a tener relaciones sexuales con la comida)

Las historias son intrincadas y algunas veces parabólicas; me recuerda un poco la escritura de Anais Nin (Pajaritos, Delta de Venus), pero los cuentos de Mercedes Abad son mas cortos y con el final mas a la vista que aquellos.

En "Malos tiempos para el absurdo o Las delicias de Onán", la autora nos explica en voz del narrador eso que siempre nos hemos preguntado ¿Porqué es tan peligroso fornicar al pastel(torta, tarta) en año nuevo frente a tu amante? ¿La champaña se disfruta mas cuando está abierta o cerrada? Eros, Tanatos y comida.

"Una mujer sorprendente" nos retrata una mujer sibarita en todos los sentidos: Ella ofrece manjares exquisitos a sus amantes; sus amantes son siempre personas especiales de algún modo, como si en la cama ella también fuera "gourmet". El día que decide contratarle un ayudante a su cocinero gay, aquello se convierte en una historia de celos, intrigas, sabotajes y muerte. Eros, Tanatos y comida.

En "Pascualino y los globos" tenemos uno de los cuentos más extraños del libro; Pascualino nos cuenta su historia de éxitos sabiendo que es un farsante, su vida pasa ente sus ojos mientras está bajo una inmensa mujer haciendo un cunilinguo mortal. Un suicidio interesante. Eros y Tanatos.

"Pincho moruno" es un divertido cuento de una corredora e de bienes raíces que descubre que la mejor manera de comer higos es tomarlos directamente de un pene como en una brocheta.

"Ligeros libertinajes sabáticos" nos describe los  pormenores de unas fiestas muy especiales y masturbatorias que organizan los miembros de la alta sociedad. Es más un relato de "sexo a lo loco" que un cuento.


El señor Robertson sufría enormemente porque su esposa era lesbiana y amaba a la señora Smith. La señora Smith también sufría porque se sentía culpable.
Al señor Robertson lo único que le gustaba realmente era exhibir su miembro y jugar con él al billar.
Nadie se asombraba al contemplar el desmesurado miembro del señor Robertson. La única persona que parecía preocupada al ver la polla desnuda del señor Robertson era el señor Adams. El señor Adams se acercaba al señor Robertson, se sacaba su propio miembro de los pantalones, lo comparaba con el del señor Robertson y se echaba a llorar desconsoladamente.
La señora Adams nunca estaba allí para calmarlo.Todo el mundo sabía donde estaba la señora Adams.
Cuando decidían ir en su busca, daban unas cuantas vueltas infructuosas por la casa. El señor Adams lloraba cada vez más fuerte.
Todos sabían que sólo la señora Adams podía consolarlo.
Cuando hallaban a la señora Adams en el jardín, la viuda Peterson descubría que había perdido a su canario.
Todos miraban hacia el escote de la viuda Peterson. El espacio que separaba los dos senos prominentes de la viuda Peterson ostentaba un doloroso vacío.
Entonces todos los invitados oían un trino procedente del interior de la señora Adams y diez pares de ojos clavaban sus miradas en la señora Adams.
La señora Adams se sacaba un canario del interior de su vulva, lo entregaba a su propietaria y corría arrepentida a consolar al señor Adams. El señor Adams aceptaba sus mimos. El señor Adams olvidaba la polla del señor Robertson.
El señor Robertson olvidaba el tamaño de la suya, corría un tupido velo sobre la homosexualidad de su esposa, la abrazaba ardientemente y se despedía del resto de los invitados y del señor y la señora Johnson.
Todos empezaban a olvidarlo absolutamente todo, y el señor y la señora Johnson recibían orgullosos los agradecidos comentarios de sus invitados acerca de lo deliciosa que había sido la fiesta.


Tenemos a Sherlock Holmes y a Watson, uno como un impoluto estoico y otro como un enamorado platónico (Dos socios inolvidables o El erotismo de la lógica). Deseo y decepción.

A continuación viene una serie de tres cuentos algo escalofriantes: En "Crucifixión del círculo" tenemos nuevamente el amor y la muerte cuando un hombre cuenta los días que puede vivir sin su amada. En "Juego de niños" todo es aún mas siniestro con un ladrón sorprendido. Un extrañísimo hombre nos cuenta sus pesadillas en "Canapé frío"; Un hombre a quien se le aparece un demonio mujer en sueños, que le pasa su calor corporal, lo llaga y lo calcina...un hombre que tiene una "amante fría".

El colofón del libro se llama "Ese autismo tuyo tan peligroso" y es un cuento sobre las masturbaciones vegetarianas de la autora al escribir los relatos, y las curiosas miradas de las vendedoras del mercado.

Ironía, sentido del humor, inteligencia y sensualidad......un libro muy disfrutable.




Perversógrafo: Masturbación con pasteles, con botellas, con frutas y verduras, virginidad, deseo, comida, infidelidad, lesbianismo, homosexualidad, exhibicionismo, desnudez, necrofilia , sueños húmedos......sexo vaginal ocasional, pero no "normal".





Ligeros libertinajes sabáticos
Mercedes Abad
Tusquets Editores
La Sonrisa Vertical SV 47
Marzo 1986
ISBN: 978-84-7223-350-8
144 pág.

2 comentarios:

  1. Y no sé porqué teniéndolo en mi biblioteca ( repetido) nunca le he metido mano. A ver si me animo con tu reseña.

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  2. Te lo lees de un tirón, es un libro muy corto.

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