martes, 1 de noviembre de 2011

Me gustan sus cuernos de Antonio Elio Brailovsky

En noviembre se celebra en México el día de muertos; a principios del mes suele aparecer en la cartelera de los teatros "Don Juan Tenorio", el de Zorrilla o alguna parodia política de éste, obras de tonos festivos para alegrar la vida de quienes nos hemos de morir un día, pero que mientras despachamos desde este lado del cementerio.

No puedo hacer un análisis literario de algo tan complejo como el mito de Don Juan Tenorio, aunque me encantaría poder hacerlo. A cambio les ofrezco un comentario del último libro que he leído. He quedado muy gratamente sorprendido con este libro; no tanto por el tema, muy a tono con el "día de muertos", o por su erotismo, indiscutiblemente bello; sino por el estilo.

El autor en definitiva es un amante de la literatura y quiso hacer un homenaje (erótico) de los distintos estilos literarios: la novela de caballería, Don Juan Tenorio, el Quijote, el Conde Olinos, el Cid campeador, la Lozana Andaluza, la Odisea, La Biblia y el Corán, las 1001 noches, la Novela policiaca, la erótica y la de suspenso.

Si un error comete el autor es el nombre del libro; en una colección de literatura erótica, un autor hispanohablante que habla de "cuernos", nos trae a la mente la infidelidad conyugal consentida....y bueno, puede atraer lectores "de especialidad" que se decepcionen y alejar a lectores comunes que seguramente sabrían disfrutar literatura erótica sugerente.

La historia policiaca que contiene las otras historias es bastante chafa. Yo creo que intencionalmente chafa, es como la venganza del género erótico (considerado menor dentro de la narrativa) contra el género de la novela policiaca (chafo salvo excepciones, aunque de mejor reputación)

Unos albañiles, mientras hacen un trabajo de reconstrucción en los muros de una antigua iglesia,  encuentran un pergamino con las actas de un juicio del Santo Oficio del siglo XVII; el escribano parece ser Tirso de Molina, quien efectivamente ocupó un cargo similar, y nos desvela una investigación sobre el siniestro origen del mito de Don Juan.

El sacerdote manda analizar el pergamino con Laura, una experta, quien le dará un dictamen de la autenticidad, valor e importancia de dichos documentos.

La narradora, llama "Don Juan" a éste hombre, diciendo que debe mantener en secreto la identidad verdadera de dicha persona dado el alto pedorraje de sus descendientes y su influencia en la política, los negocios la religión y todos los demás supuestos poderes fácticos que supuestamente dominan al mundo, al pensamiento y a todo lo que se nos ocurra.

La novela tiene más anticlericalismo que un blog sobre libertades políticas, posición que sale sobrando a mi parecer, pero cada quien escribe lo que se le hinchan los huevos.

Personalmente, yo disfruté mucho la lectura del testimonio de la primera mujer del libro; una supuesta prostituta hechicera que confiesa haber conjurado al mismo demonio (Don Juan) para que le diera saciedad sexual:

Satanás en cambio, me abrazaba y me envolvía con sus alas, cobijándome y protegiéndome con esa ternura viril que a vuestras mercedes les falta. Sus alas son tibias y la caricia del ala unmensa en torno de mi cuerpo me daba un goce como jamás pudo darlo mano alguna. ¿Ay señores jueces, lo que es sentirse dentro de esas alas!....
Con los ojos que tiene en el falo, dice ella, me miraba por dentro "tiene completamente rojo el guardainfante", me decía, "Me recuerda a mi casa. Ya la conocerás".
Y mientras me penetraba por delante, también dábamela por detrás con la punta de su cola. Cuando yo comenzaba a gemir, clavada por delante y por detrás, él me acariciaba la punta de los pechos con sus cuernos, y después abría las alas y los dos nos alzábamos en el aire hasta que me desmayaba en sus brazos.

En capítulos subsiguientes nos narra cómo el Cid Campeador ganaba batallas ya muerto con el gigantesco pene en alto;  recrea la relación de Don Juan con Doña Inés, cuenta la verdadera historia del Conde Olinos, quien para obtener el favor de la amada tuvo que vencer sexualmente a doce contrincantes amorosas a quienes engaña en un ardid lésbico a 26 manos y 13 bocas.

Tenemos la historia de los Angeles que llegan a destruir Sodoma, y cómo rodeados de tanto placer, se dejaron llevar y compartieron el sexo angelical, que es magnífico.

En un largo capítulo, nos hace un batidillo muy divertido: una mujer que parece ser Aldonza, la protagonista de "La Lozana Andaluza de Francisco Delicado", está dando su testimonio ante el Santo Oficio, pero ella no habla en contra de Don Juan, sino de un tal Miguel Saavedra, quien está preso y algo loco por los fantasmas sexuales que se le aparecen.

Miguel, para liberar su tensión sexual, ha estado escribiendo una novela, una novela tan fantástica que la impresión ha corrido por cuenta de un personaje local, un tal Alonso, quien se ve reflejado en el escrito. Todos los días se junta la multitud en el burdel local, donde una puta desnuda lee la historia, y donde cada quien en el pueblo trata de identificarse con un personaje. Resulta que todos ríen al descubrir que Aldonza está retratada en Dulcinea.

Don Juan llega para explicarle a Aldonza una fantasía extravagante que la hará sentir bien, que la hará excitarse y entregarse al burlador: En realidad ella es un princesa raptada a una familia pobre, pero que merece toda la felicidad que su nacimiento le otorga y blablabla.

El libro nos dice que el atractivo de Don Juan no es su verga, sino su lengua; Don Juan es aquel que envuelve a las mujeres en sus cuentos, que las enaltece y las hace fantasear sobre ellas mismas, hasta que se entregan; a ellas no les importa a quién se estén entregando, aunque siempre existe la sospecha de que aquel hombre es el demonio, ellas gozan de él y después son abandonadas y condenadas a la hoguera o al sambenito o a la vergüenza pública.

Al mismo tiempo, en la vida real (la novela policiaca) el sacerdote y Laura han comenzado a sentir excitación sexual espontánea e incluso atracción el uno al otro, al tiempo que han recibido amenazas en forma de escritos y en forma de balas.

No les cuento más.........un libro con sus altas y sus bajas; yo lo he disfrutado mucho, pero reconozco que si no eres apasionado de la literatura, te quedarás con una mala novela policiaca con un erotismo apenas sugerente, y con la dificultad de saber quién está narrando en el momento. 

Este libro obtuvo un premio de "La sonrisa vertical", premio que ya había sido otorgado a otros títulos que hacen gala de distintos estilos literarios, "Eso no de Marcelo Birmajer" y "El bajel de las vaginas voraginosas de Joseph Bras"  me vienen a la mente, pero ninguno como este libro, que mezcla todos los estilos en su  narrativa y nos remite a Sherezade y ese gran libro de los libros que es "Las mil y una Noches"






Perversógrafo: sexo vaginal, anal, oral, satanismo, lesbianismo, orgías, tríos, brujería, masturbación, flagelación, sexo místico.



Me gustan sus Cuernos
Antonio Elio Brailovsky
Tusquets Editores, La sonrisa vertical 92
España, 1995
ISBN: 9788472238817
160 pág.

3 comentarios:

  1. Qué bonita experiencia la de la prostituta hechichera.

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  2. Antonio Elio Brailovsky1 de noviembre de 2011, 17:29

    Quiero agradecer tu comentario de mi novela. Los blogs son, efectivamente, un espacio de reflexión y debate en una sociedad donde los grupos humanos se en encuentran más en la máquinas que en los cafés.
    Un gran abrazo.
    Antonio Elio Brailovsky

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  3. Ooooorale..........¿es broma o alguien lee el blog?

    Mi querido Elio, no te tomes muy en serio lo que digo, suelo tontear bastante por aquí...... yo sí disfruté el libro, sobre todo eso de "Lee Laura que cuenta Don Juan que escribe fulano", eso que llaman polifonía los que pusieron atención en la secundaria.

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