Basta de filosofía, vamos a la cochinada.
En 1795 se publica de forma anónima "La filosofía en el tocador o Los instructores inmorales", una extraña novela del marqués de Sade que salió a la luz cuando "Justine o los infortunios de la virtud" ya había sido un escándalo.
Una cosa graciosa, es que con la publicación, Sade quiso ocultar la autoría de la novela que nunca reconoció, para ello puso en el frontispicio:
En 1795 se publica de forma anónima "La filosofía en el tocador o Los instructores inmorales", una extraña novela del marqués de Sade que salió a la luz cuando "Justine o los infortunios de la virtud" ya había sido un escándalo.
Una cosa graciosa, es que con la publicación, Sade quiso ocultar la autoría de la novela que nunca reconoció, para ello puso en el frontispicio:
LA FILOSOFÍA EN EL TOCADOR
Obra póstuma del autor de
JUSTINE
Parece ser que Sade intentó hacer creer que como él no había sido la pluma de Justine, su nueva novela no debería traerle problemas. Se equivocó por completo.
Los personajes principales de la historia son:
Dolmancé: Joven libertino con obsesión por el sexo anal activo y pasivo, su libertinaje es tan famoso que su fama lo precede.
Señora de Saint-Angé: Una mujer dada a los placeres, quien ha conseguido una muchacha virgen e inocente para corromper.
El Caballero: hermano "casi-heterosexual" de la señora de Saint-Ange, es amante de su hermana y tiene la función de ser quien desvirgue a la muchacha. Parece ser menos cruel y más "normal" que Dolmancé, aunque nunca se niega a los placeres aunque tenga comezones éticas.
Eugenia: Una muchacha de 15 años educada en la religión, muchacha que pronto se descubre libertina y afecta a los placeres. En mi opinión es una cabeza hueca sin criterio propio.
Los demás personajes no pueden llamarse tales pues son mas objetos que otra cosa; tenemos al jardinero, a un criado sifilítico y a los padres de Eugenia; la mamá que será víctima de la crueldad y el libertino padre, que explica algunas cosas en una carta, pero nunca aparece en la acción.
Dolmancé: Joven libertino con obsesión por el sexo anal activo y pasivo, su libertinaje es tan famoso que su fama lo precede.
Señora de Saint-Angé: Una mujer dada a los placeres, quien ha conseguido una muchacha virgen e inocente para corromper.
El Caballero: hermano "casi-heterosexual" de la señora de Saint-Ange, es amante de su hermana y tiene la función de ser quien desvirgue a la muchacha. Parece ser menos cruel y más "normal" que Dolmancé, aunque nunca se niega a los placeres aunque tenga comezones éticas.
Eugenia: Una muchacha de 15 años educada en la religión, muchacha que pronto se descubre libertina y afecta a los placeres. En mi opinión es una cabeza hueca sin criterio propio.
Los demás personajes no pueden llamarse tales pues son mas objetos que otra cosa; tenemos al jardinero, a un criado sifilítico y a los padres de Eugenia; la mamá que será víctima de la crueldad y el libertino padre, que explica algunas cosas en una carta, pero nunca aparece en la acción.
Dolmancé, hombre inmoral, corrupto, malvado y perverso es invitado por la cruel Madame Saint-Ange para que le ayude a pervertir a Eugenia, una muchacha adolescente virgen, criada con todo el recato que una educación religiosa exigía.
En un principio se supone que la dama ha encontrado a la chica durante un encierro que tuvo en un convento cuando su marido (el de ella, no el de ustedes) estaba de viaje, pero después nos damos cuenta que Eugenia ha sido enviada a la dama por su propio padre, un libertino que quiere que la corrompan para tener acceso sexual a su hija (a la de él, no a la de ustedes).
En un principio se supone que la dama ha encontrado a la chica durante un encierro que tuvo en un convento cuando su marido (el de ella, no el de ustedes) estaba de viaje, pero después nos damos cuenta que Eugenia ha sido enviada a la dama por su propio padre, un libertino que quiere que la corrompan para tener acceso sexual a su hija (a la de él, no a la de ustedes).
La señora cita a la quinceañera con la promesa de iniciarla en los placeres lesbianos, pero es sorprendida al encontrar a Dolmancé en el tocador de la señora; la chica se cree engañada, pero pronto es convencida de que está allí para ser aleccionada y pervertida en todas las artes. Se le presenta la oportunidad de des-aprender sus buenas costumbres.
No hay ninguna acción, por singular que podáis suponerla, que sea verdaderamente criminal; ninguna que pueda llamarse realmente virtuosa. Todo es en razón de nuestras costumbres y del clima que habitamos; lo que aquí es crimen, es con frecuencia virtud cien leguas más abajo, y las virtudes de otro hemisferio podrían, a la recíproca, ser crímenes para nosotros. No hay horror que no haya sido divinizado, ninguna virtud que no haya sido reprobada.
Después de disertar sobre la religión y la castidad, es convencida de que el libertinaje es lo correcto. Con sofismas le demuestran que una mujer no es la sangre de su hijo, siendo el semen la única semilla fértil, por lo tanto la madre es un ser despreciable que sólo buscó el placer sexual. Con esa pseudociencia comienzan a meterle a Eugenia la idea del matricidio en la cabeza.
En las pocas horas en las que transcurre la acción, Eugenia es pervertida e iniciada en toda clase de prácticas sexuales, en el hedonismo y en la filosofía sadeana. Ella se deja pervertir con gran gusto, siendo desvirgada analmente un par de veces antes de serlo por vía vaginal por El caballero, ya que Dolmancé, como idénticos personajes de Las 120 jornadas de Sodoma, sólo podía obtener una erección como sodomita activo (y si había caca, mejor).
En las orgías, Sade muestra una obsesión muy extraña por las formas, los números y la trasgresión. Las orgías acumulan trasgresiones al exceso, así, es preferible una sodomización con la hermana casada, porque significaría una triple afrenta a las buenas costumbres.
Ejemplo de la organización de una orgía "sencichita":
DOLMANCÉ: Nada más sencillo: el objetivo principal, en mi opinión, es que yo me corra dando a esta encantadora muchachita el mayor placer que pueda. Voy a meterle mi polla en el culo mientras, doblada en vuestros brazos, la magreáis como mejor sepáis; en la postura en que os coloco, ella podrá devolvéroslo: os besaréis la una a la otra.Y tras algunas correrías en el culo de esta criatura, variaremos el cuadro. Yo os encularé, señora; Eugenia, encima de vos, con vuestra cabeza entre sus piernas, me dará a chupar su clítoris: de este modo le haré perder leche por segunda vez. Luego, yo me volveré a colocar en su ano; vos me ofreceréis vuestro culo en lugar del coño que ella me ofrecía, es decir, que pondréis, como ella acabará de hacerlo, su cabeza entre vuestras piernas; yo chuparé el ojete de vuestro culo de la misma forma que habré chupado el coño; vos decargaréis, yo haré otro tanto mientras mi mano, abrazando el lindo cuerpecito de esta encantadora novicia, irá a cosquillearle el clítoris para hacerla correrse también.
Dolmancé trata de derrumbar todas las barreras de las costumbres: la religión que es el principio de todo mal, la virtud, la familia, la iglesia, el sexo vaginal, etc. Es tan extremo que cae en su propia trampa de mencionar a Adán y a Noé en su arenga anticlerical:
Adán no fue, como Noé, sino un restaurador del género humano. Un horrible cataclismo dejó a Adán sólo sobre la tierra, igual que dejó a Noé un acontecimiento semejante; pero la tradición de Adán se perdió, y la de Noé se conservó.
Curioso es que mienras Dolmancé dice que el corazón nos miente y nos hace débiles, que debemos aprovechar las oportunidades y desoir la conciencia, El caballero lo refuta diciéndole a Eugenia que el corazón es lo único que nos hace vivos y nos hace humanos, que una cosa es ser ateo y libertino y otra diferente es ser cruel y perverso.
Pero en lo que siempre están de acuerdo es en la voluptuosidad, a la que se entregan sin importar sus diferencias ideológicas; lo que demuestra que para los hedonistas las diferencias no existen.
DOLMANCÉ: ¡Voluptuosa criatura! ¡Cómo empujas mi leche, cómo me obligas a correrme con tus frases y con el extremado calor de tu culo!... Todo me fuerza a correrme ahora mismo... Eugenia, da ánimos al coraje de mi jodedor; oprime sus flancos, entreabre sus nalgas; ahora ya sabes el arte de reanimar los deseos vacilantes... Tu sola proximidad da energía a la polla que me jode... La siento, sus sacudidas son más vivas... ¡Bribona, tengo que cederte lo que hubiera querido deber sólo a mi culo!... Caballero... te vas, lo siento... ¡Espérame!... ¡Esperadnos!... ¡Oh, amigos míos, corrámonos juntos: es la única felicidad de la vida!...SRA. DE SAINT ANGE: ¡Ay! ¡Joder, joder! Correos cuando queráis... yo no aguanto más. ¡Rediós en quien me jodo!... ¡Sagrado bujarrón de dios! ¡Descargo!... Inundadme, amigos míos, inundad a vuestra puta..., lanzad las olas de vuestra leche espumosa hasta el fondo de mi alma abrasada: sólo existe para recibirlas. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Joder... joder!... ¡Qué increíble exceso de voluptuosidad!... ¡Me muero!... ¡Eugenia, déjame que te bese, que te coma, que devore tu leche mientras pierdo la mía!...
La novela está escrita como un diálogo teatral dividido en siete partes; en la quinta parte hacen una pausa en sus orgías para leer una larga arenga político-filosófica llamada «Franceses, un esfuerzo más si queréis ser republicanos», donde expone a detalle sus principales planteamientos.
Después de la larga y absurda arenga, llega una carta del padre de Eugenia advirtiendo de la llegada de su esposa (ya saben qué esposa) a casa de la señora de Saint-Angé, quien está preocupada de que su hija esté en semejante compañía.
Al entrar ésta a escena, es desnudada, golpeada, violada, vejada y torturada con crueldad. Un criado sifilítico es mandado traer para que la contagie de tan temido mal, prometiéndole que al hacerlo con una mujer "limpia" se curaría; éste no pierde el tiempo y la viola con ayuda de Eugenia.
Una vez inoculada la sífilis, es preciso asegurarse de que no pueda lavarse, así que la infibulan en el coño y el ano cosiéndola con un grueso sedal lacrado antes de correrla a patadas de la casa para que muera de una manera lenta.
Es curioso que, qunque la novela parece estar basada levemente en los "Diálogos de Luisa Sigea" de Chorier, diez años antes se habia publicado en Francia "Las amistades peligrosas" de Laclós, que entre su temática incluye el aleccionamiento y perversión sexual de una inocente.
La Filosofía en el tocador no es propiamente una novela erótica; es más bien un diálogo filosófico en donde intervienen, de vez en cuando, escenas eróticas muy fuertes.
EUGENIA, poniéndose un consolador: ¡Oh, encantada! Nunca me cogeréis en falta cuando se trate de libertinaje: ahora es mi único dios, la única regla de mi conducta, la única base de todas mis acciones. (Encula a Dolmancé.) ¿Es así, querido maestro?... ¿Lo hago bien?...DOLMANCÉ: ¡De maravilla!... ¡Realmente la pequeña bribona me encula como un hombre!... ¡Bueno! Me parece que ya estamos perfectamente enlazados los cuatro; ahora sólo se trata de seguir adelante...SRA. DE SAINT-ANGE: ¡Ay, me muero, caballero!... ¡No puedo acostumbrarme a las deliciosas sacudidas de tu hermosa polla!...DOLMANCÉ: ¡Rediós! ¡Qué placer me da este culo encantador! ¡Ah! ¡Joder, joder! ¡Descarguemos los cuatro a la vez!... ¡Rediós, me muero, desfallezco!... ¡Ay, en mi vida me correré con más voluptuosidad!
Sade era un pornógrafo que a base de construir orgías revelaba las monstruosidades del ser humano.
Perversógrafo: Sexo vaginal, anal, oral, masturbación, orgías, incesto, homosexualidad, objeto sexual, anticlericalismo, beso negro, dedo en el culo, flagelación, crueldad, sadismo, trios, lesbianismo, coprolalia, blasfemia, pedofilia, sexo en el pelo, en las axilas, en las tetas en los muslos, entre las nalgas, matrimonio abierto, coprofagia, bisexualidad, infidelidad, tortura, dildos, beso negro, golpes.
La filosofía en el tocador
Marqués de Sade
Tusquets Editores
La Sonrisa Vertical SV 59
Octubre 1988
ISBN: 978-84-7223-362-1
208 pág.
Este es, si no me equivoco, el primer libro subido de tono que me leí. Tendría unos 16 años. Trabajaba en un negocio atendiendo el mostrador; como el local sólo era para recibir clientes, estaba sola todo el tiempo. Me lo leí todo en cuatro o cinco días. Le mando saludos Lepis y me gustaría saber si le interesa reseñar mi libro de relatos eróticos Cosas buenas que parecen malas. Escríbame a eroticario en gmail punto com.
ResponderEliminar¡Anhelo Escalante!
ResponderEliminarQué bárbaros mis lectores, tengo una buena colección de escritores por aquí, yo un mísero macehual y un pobre picateclas jajajaja
Sí, con mucho gusto reseño cualquier cosa que me hagan llegar y tenga relación con la literatura y el erotismo, con la única condición que me traten "de tú" porque no tengo tanta edad como la que siento cuando me levanto en las mañanas.
jajajajaja!
We suggest you to read the essay on prostitution "A She-Savior" by the well-known Russian author Mikhail Armalinsky. It was published in Moscow edition of his Selected Works http://www.mipco.com/english/introVozn.html
ResponderEliminarEnglish translation is here: http://www.mipco.com/english/SheSavior.html
The main idea of the essay "A She-Savior" is that the legalization of prostitution must be based on a return of its divine, sacred character, so that prostitution will be considered the most honorable profession, the one closest to God, the holiest.
Interesting theme, I must take some time to read it.
ResponderEliminarThanks