El título de éste curioso librito esconde una ironía: se trata de una edición facsímil de un libro impreso en Londres en 1875, plena época victoriana. Entonces, no es un cancionero en el sentido actual del término y no es moderno, aunque sí puede uno pasarse un rato de risa loca leyendo las picantes poesías que a nuestros bates del antepasado siglo les salieron de los huevos.
...
¿Sabeis que dice esta carta
Que halle del claustro en los suelos?
Pues dice... lloro al pensarlo;
Pues dice... sudo al leerlo;
Dice: -si queréis, hermana,
Desahogar conmigo el pecho
De las malas tentaciones,
Que, decís, estas sintiendo,
Preparaos para mañana,
Que a Sevilla iré, por véros;
Y os ruego que estés calzada,
Y aún peinada con esmero,
que Dios quiere, en sus devotas,
Limpio el alma y limpio el cuerpo.
Ya lo escucháis, (el Prior
Gritaba con voz de trueno);
¡Calzaditas, peinaditas
La queréis hombres protervos!
Así perdemos los frailes
De ser humildes el crédito.
Cuando se trata de dar
Á una dama tierna consuelo,
Prior y todo, ¡yo nunca
Me paro en limpio ni en puerco!
La mujer de piernas dobles
Don Juan Nicasio Gallego
en una paz octaviana
durmió hasta la media noche.
Quiso el diablo que los gallos
se hicieran tan cantadores,
que a fuerza de sinfonías
despertaron a mi hombre.
Y por guardar la costumbre
de allá en los tiempos de entonces,
quiso hacer un agasajo
a su bella Maritornes.
Tiende la mano con tiento
a tocar...yo no se dónde
y encuentra ¡cosa mas rara!
a su mujer con piernas dobles.
dos, cuatro, seis piernas toco
con las mías ¡San Onofre !
aquí hay dos piernas sobrantes
¿qué aumento es este?, responde
¡Calla!, dice la mujer
¿que ha de ser?, ¡bestia, alconnoque!
¡Maldito sea tu vino
que de esa suerte te pone!
¿Cómo que miento?, ¡caramba!
cuétalas, no me incomodes
pues hay seis, no hay mas que cuatro
pues yo lo digo, acabóse.
amo de las piernas dobles,
incorporándose un poco
dice serio- pocas voces:
Que haya seis o haya sesenta
que le importa a usted, buen hombre
- a mi nada, dijo el otro;
caballero, usted perdone.
que yo sólo lo decía
por el porfiar diforme
de mi mujer...nada más
que usted pase buenas noches.
así el hombre moderado
evita las ocasiones
de ruidos y alborotos
que producen desazones
celestial moderación
reina tu en los corazones
y así habra tranquilidad
y paz dulce entre los hombres
Un libro recomendable. Un humor pícaro muy de nuestras culturas.
Cancionero moderno de obras alegres. H. W. Spirrtual. London, 1875. Reedición facsimilar de Altafulla. Barcelona, 2000
Tiene poemas de Antonio Alcalá Galiano y continúa con poemas de: Bretón de los Herreros, José Espronceda, Juan Nicasio Gallego, Luis de Góngora, Francisco Quevedo, Ventura de la Vega, etc.
Para mí, que crecí escuchando las historias de mi loca parentela, sus antiguos versos y ridículos cuentos pícaros, es todo un descubrimiento saber que algunos de esos cuentos tienen un origen tan académico. Es un orgullo saber que en mi ascendencia todos estaban locos, pero cultos.
Humildad frailuna (Fragmento)
de d.m.m. de Santa Anna...
¿Sabeis que dice esta carta
Que halle del claustro en los suelos?
Pues dice... lloro al pensarlo;
Pues dice... sudo al leerlo;
Dice: -si queréis, hermana,
Desahogar conmigo el pecho
De las malas tentaciones,
Que, decís, estas sintiendo,
Preparaos para mañana,
Que a Sevilla iré, por véros;
Y os ruego que estés calzada,
Y aún peinada con esmero,
que Dios quiere, en sus devotas,
Limpio el alma y limpio el cuerpo.
Ya lo escucháis, (el Prior
Gritaba con voz de trueno);
¡Calzaditas, peinaditas
La queréis hombres protervos!
Así perdemos los frailes
De ser humildes el crédito.
Cuando se trata de dar
Á una dama tierna consuelo,
Prior y todo, ¡yo nunca
Me paro en limpio ni en puerco!
La mujer de piernas dobles
Don Juan Nicasio Gallego
Acostóse un buen marido
con su adorada consorte,en una paz octaviana
durmió hasta la media noche.
Quiso el diablo que los gallos
se hicieran tan cantadores,
que a fuerza de sinfonías
despertaron a mi hombre.
Y por guardar la costumbre
de allá en los tiempos de entonces,
quiso hacer un agasajo
a su bella Maritornes.
Tiende la mano con tiento
a tocar...yo no se dónde
y encuentra ¡cosa mas rara!
a su mujer con piernas dobles.
Señores ¿qué será esto?
exclama ¡qué confusiones!dos, cuatro, seis piernas toco
con las mías ¡San Onofre !
Lucrecia, Lucrecia...
¿Es esto, decente? ¡oye!...aquí hay dos piernas sobrantes
¿qué aumento es este?, responde
¡Calla!, dice la mujer
¿que ha de ser?, ¡bestia, alconnoque!
¡Maldito sea tu vino
que de esa suerte te pone!
¿Cómo que miento?, ¡caramba!
cuétalas, no me incomodes
pues hay seis, no hay mas que cuatro
pues yo lo digo, acabóse.
En esto el tercer galán,
amo de las piernas dobles,
incorporándose un poco
dice serio- pocas voces:
Que haya seis o haya sesenta
que le importa a usted, buen hombre
- a mi nada, dijo el otro;
caballero, usted perdone.
que yo sólo lo decía
por el porfiar diforme
de mi mujer...nada más
que usted pase buenas noches.
así el hombre moderado
evita las ocasiones
de ruidos y alborotos
que producen desazones
celestial moderación
reina tu en los corazones
y así habra tranquilidad
y paz dulce entre los hombres
Un libro recomendable. Un humor pícaro muy de nuestras culturas.
Cancionero moderno de obras alegres. H. W. Spirrtual. London, 1875. Reedición facsimilar de Altafulla. Barcelona, 2000
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