sábado, 1 de octubre de 2011

Cuentos para enrojecer a las caperucitas de Jean-Pierre Enard

El clásico Schneeflittchen hinter den 7 bergen
Ahora sí que me dejaron sorprendido. Resulta que una amable lectora de este blog me hizo el gran detalle de regalarme el libro que en otras ocasiones había comentado que me faltaba en mi colección.

Recibirlo y devorarlo, no hubo pérdida de tiempo. Estoy sorprendido por este libro; en alguna ocasión yo había leído el libro que Jean-Pierre Enard había hecho junto con Milo Manara (El arte del azote), pero no tienen comparación. Este es un libro cien por ciento onanista, los reto a que lo lean en público.

Para mi sorpresa, el libro es más surrealista de lo que yo pensaba, es más una colección engarzada de fantasías sexuales dentro de otra fantasía. Contrario a lo que yo había creído, no se trata de una supuesta biografía de Charles Dodgson, nombre verdadero de Lewis Carroll y quien escribió "Alicia en el país de las maravillas" para la hija de un compañero de trabajo, y de quien siempre se ha señalado intenciones pedófilas.

La historia es independiente con reminiscencias de un alter ego moderno de Lewis Carroll abandonado en una cabaña del campo con su amante Carol; Alice, la adolescente sobrina de su amante y una criada pelirroja llamada Louise que es pura dinamita. El tiene la encomienda de escribir un libro erótico pero está en un atorón creativo.

Ahora tenemos a la caliente puberta restregando su trasero contra el escritor para que le cuente una historia calentorra; en esta otra, la novia del escritor le hace una mastur-mamada-axilar increíble sobre un sillón amenazándolo con detenerse si la fantasía que le cuenta a su coño no le gusta. En aquella la pelirroja y curvilínea criada se desnuda ante el escritor en la tina de baño y tiene sexo anti-natura mientras lo obliga a contarle la historia de la orgía donde fue concebido el gato con botas. Hay una escena inolvidable del escritor siendo enharinado en la mesa de la cocina:
-No hay que ir enseguida a lo fundamental, la buena cocina exige tiempo y paciencia. Antes de atracarse hay que preparar las salsas y calentar el plato en su justo punto.Hunde sus manos en la harina y, suavemente, la extiende por mi pecho, por mis cojones y mi picha. Explica:-Ciertas viandas , para que no se peguen, necesitan ser enharinadas. Una vez hecho esto, Alice, amasa rápida pero suavemente. Ni tu brazo ni lo que vas a servir deben fatigarse.Louise une el gesto a su palabra. Pasa su palma por mi picha, de abajo a arriba, el masaje me sube a la cabeza...

Sexo al aire libre con su novia, orgías de ensueño, el autor es siempre forzado a tener sexo y a contar cuentos "infantiles", todo sea para inspirarle nuevas historias y que pueda terminar su libro. Poco a poco las mujeres van poniéndose de acuerdo hasta que lo orillan a recrear "La Cenicienta" de una manera muy sucia con ellas.
Carole me responde con golpes de sus caderas, amplios y vivaces, que están a punto de descabalgarle. La sujeto por la nuca. Le muerdo el hombro y, de una estocada, la penetro por el culo. Me hundo hasta la empuñadura en la angostura que se abre y  me devora. Carole se balancea con las nalgas y el coño. Me agarro a sus pechos. Se agita y salta, mi mástil la traspasa, caemos, zozobramos, nos hundimos, es un maremoto que estalla y nos arrastra. Carole canta, por fin, entre dientes: 
Que llueva, que llueva, 
la Virgen de la cueva. 
Los pajaritos cantan, 
las nubes se levantan. 
Que si, que no, 
que caiga un chaparrón 
y rompa los cristales 
de la estación.

Lo mejor del libro son los cuentos que surgen entre un palito y otro: "El efecto Pinocho" que nos muestra una historia alternativa de Pinocho y el hada azul. "Blancanieves giratoria" es uno de los mejores cuentos y nos cuenta las orgías inconcebibles de Blancanieves con los siete enanos; "Las tres cerditas" es otro de los cuentos que te dejan con muy buen sabor de boca.

Hay otros cuentos que son más surrealistas o hasta absurdos, como el de "Las recetas de la Ogresa" de pulgarcito y sus hermanos teniendo sexo a lo bestia, "La huerfanita putuela" como un diálogo muy al estilo de Pierre Louys, etc.

Al final me queda la impresión de que el autor escribía el libro por partes; existe "un quiebre" en el último capítulo, en donde aparece Charles Dogdson fotografiando sus orgías como si fuera un fantasma salido de sus sueños. Es como si el autor escribiera el libro y le fuera agregando historias antes del capítulo final.

Cuentos para enrojecer a las Caperucitas es un libro póstumo del autor, así que tal vez nunca lo sepamos.

--¡Ah tía Amalia!, qué cálido y suave es su conejo. Rumía bajo mis dedos . Saboreo su perfume, me lamo los dedos, quiero hundirme en él y permanecer allí el resto de mis días. 
--Tío Lustucrú, antes de acariciar mi conejo hay que cortejarle. Tendrá que domesticarlo con algunas golosinas. Hablarle suavemente y domesticarlo con ternura y respeto. 
--Tia Amalia, ¡me está excitando!, mire mi instrumento, ¿ha visto uno mas hermoso, mas grande y mas triunfante para ofrecer a su conejo? ¡Basta, pues de zarandajas! ¿Ya no aguanto más! 
--¡Cuidado! a mi conejo no le gustan las brusquedades, es suave cuando llega la hora pero feroz si no ha llegado.

Perversógrafo: masturbación, sexo vaginal, oral, anal, entre las tetas, en las orejas, en las axilas, con enanos, con muñecos, con la nariz, con el pie,  con animales, entre animales, lesbianismo, fisting, dedos, beso negro, azotes, voyeurismo, pedofilia, orgías, tríos, cuartetos, "octetos", masoquismo, exhibicionismo, y todo lo demás.



Cuentos para Enrojecer Caperucitas
Jean Pierre Enard
Arcor, Colección Fuente de Jade
Barcelona, 1989
ISBN: 9788427013797
162 pags.

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