sábado, 28 de agosto de 2010

El jardín de Venus de Félix María Samaniego

Un día, querido lector, te puedes levantar con un repentino desgano, tristeza o melancolía. Conviene tener éste remedio en el librero, siempre a mano.

Dentro de la picaresca española, creo que la obra “erótica” más conocida es El jardín de Venus, de Félix María Samaniego. En su forma actual, la conocemos como una colección de 77 poesías jocosas, picantes, burlescas, anticlericales o todo lo anterior. En realidad pasó más de un siglo antes de que alguien se atreviera a darles forma y publicarlas.

Samaniego hacía circular en privado sus creaciones (o traducciones) entre sus amistades como manuscritos o como copias pasadas de mano en mano, puedo imaginarme a la gente de aquella época en sus tertulias riendo con los versitos dichosos.

En ese “Internet” del siglo XVIII fue posible conservar los escritos a pesar de la orden de que fueran destruidos. La autentificación y correcta atribución ha sido una tarea imposible, ha habido buenos elementos para asegurar que la mayor parte de la obra es de Samaniego.

En 1860 se publicó el Album de Príapo, libro que ya contenía algunas poesías picantes atribuidas a Samaniego. Posteriormente en 1899 se publicaron 66 versos en Cuentos y poesías más que picantes, otro libro precursor del Jardín de Venus. Tenemos algunos cuentos en el Cancionero moderno de obras alegres, pero es hasta la colección de Joaquín López Barbadillo cuando el libro toma su forma actual.

En 1921, Joaquín López Barbadillo, Santo patrono de los cachondos, publicó la colección en su forma mas o menos actual, con el nombre de El Jardín de Venus. Algunos de los versos habían sido incorrectamente atribuidos, y otros son de dudosa procedencia, sin embargo el estilo parece consistente y en su forma moderna existe en su versión de 50 versos 100% atribuidos a Samaniego, y en una versión de 77 versos, los últimos de dudosa procedencia o de distinta métrica, lo que indicaría que forman parte de una colección separada o que son trabajos independientes.

Samaniego basó muchos de sus cuentos (picantes y no) en las fábulas de Lafontaine, lo que le valió el escarnio y la posterior enemistad de Tomás de Iriarte, quien le criticaba la falta de originalidad en sus escritos. Es una lástima que éstos dos genios del siglo de oro se hayan “ganchado” en peleas como si fueran un par de señoritas, pero bueno…….eso no me sale de los huevos discutirlo ahora.


La sentencia justa
A cierta moza un húsar, y no es cuento,
porque le socorriera en sus apuros
del carnal movimiento,
le prometió ocho duros
y después sólo cuatro la dio en paga.
La moza, descontenta
con esta trabacuenta,
para que por justicia se le haga
aflojar lo restante,
fue a querellarse de él al comandante.
Era éste un hombre adusto,
pero en sus procederes siempre justo,
y antes de oír a la moza querellante
quiso que el húsar fuese allí al instante.
Presentose, en efecto, el demandado
y, siendo preguntado
por su jefe de dónde provenía
la deuda que tenía
con aquella señora,
el húsar respondió: -Diga ella ahora,
si lo tuviese a bien, de qué dimana
una deuda que puede ser liviana.
-No tengo impedimento,
la moza dijo entonces. Sabrá usía
que yo alquilé al señor un aposento
que vacío tenía
para que en él metiese ciertos trastos
que dijo le causaban muchos gastos;
me ofreció media onza por la renta
y ahora con la mitad pagarme intenta.
Calló, y el húsar luego
empezó su defensa con sosiego
diciendo: -Aunque es verdad que ése fue el trato,
me salía más caro que barato,
porque yo solamente
pude meter un trasto estrechamente
en el zaquizamí que me alquilaron;
con que si di por esto
la mitad de la renta, fue bastante,
y no creo que el resto
me obligue ahora a pagar mi comandante.
A que la querellante sofocada,
replicó: -Esa excepción no vale nada,
pues si tuvo el señor por oportuno
de sus trastos dejar alguno fuera,
no se quedó ninguno
por no tener en donde lo metiera;
que yo desocupada
otra pieza inmediata le tenía,
que, aunque es un poco oscura y jaspeada,
para los que sobraban bien servía.
No dijo más, ni el húsar dijo respuesta
que su defensa hiciese manifiesta,
por lo que el comandante
esta sentencia pronunció al instante:
-Vaya usted, señor húsar, y en la pieza
que la señora dice, con presteza,
meta todos sus trastos por entero
y páguela completo su dinero.


Dora y Dido
Casóse Dora la bella
con Dido, y Dido intentó,
la noche que se casó,
hacerle un hijo, hijo de ella.


Como pasó mala noche
aquella en que fue casada,
se levantó al otro día con
toda la cara ajada.


Desde que le vio su padre
con el semblante perdido,
enojado le pregunta:
-¿Quién te ha casado, hijo Dido?


Un hijo piden a Dora
los de su casa cantando,
y Dido le dice a Dora:
-¿Hijo piden? Hijo damos.


Para pan y para aceite
a Dora y Dido pidieron,
y fueron tan liberales
que con gran despejo dieron.

 El libro está en dominio público y lo encuentras en wikisource Aquí








Perversógrafo: Sexo vaginal, anal, homosexualidad, anticlericalismo, masturbación, homosexualidad.




El jardín de venus
Félix María de Samaniego
2002
JORGE A MESTAS
ISBN: 8495994445
187 pág.

La pintura es de Amaury Duval, 1862

miércoles, 25 de agosto de 2010

El Jardín Perfumado del Jeque Nefzawi


El jardín perfumado para el deleite del corazón es uno de los más conocidos manuales sexuales de la antigüedad, y parece tener la influencia del Kamasutra, con los objetivos de instrucción del amor en pareja del Ananga Ranga. A los ojos de quien no lo ha leido, pudiera aparentar ser solamente eso, una colección de posiciones mas o menos realizables para dar variedad a la vida marital... No lo es, para mí sus relatos tienen un valor similar a Las mil y una noches, aunque los relatos con de un tono más subido y sólo son unos cuantos.

Se supone que el Jeque Nefzawi (Abu Abdullah Muhammad ben Umar Nafzawi), quien vivió en Túnez en el siglo XV, compiló éste cúmulo de sabiduría para la instrucción del gobernante en turno y probablemente de su corte. Fué un libro muy conocido en su tiempo, comparable en popularidad a Las mil y una noches. Nos encontramos con un tratado sobre la sexualidad en el mundo musulmán del medioevo.

Desafurtunadamente para nosotros, pobres macehuales que no conocemos el árabe original, tenemos que conformarnos con la traducción de Sir Richard Burton, así podemos deducir porqué la similaridad de los tres trabajos: probablemente nuestro querido Burton acortó capítulos, los hizo más interesantes o simplemente agregó partes de dudosas fuentes.

Aún así, además de los obvios capítulos sobre posturas sexuales (probablemente un refrito del Kamasutra sobredimensionado por Burton), tenemos enseñanzas sobre el cariño y el jugueteo previo, sobre los besos, los perfumes; tenemos toda la elegante poesía del mundo árabe, enseñanzas ciertas y erradas, sermones religiosos dirigidos a las parejas y una interesante colección de cuentos picantes, relatos y parábolas de un erotismo exquisito.

Entonces, tenemos poesía y tenemos historias que harían ruborizarse a Sherezada (no tanto), y tenemos una serie de posturas y recomendaciones. Es curioso que en una obra tan machista y tan antigua, encontremos consejos sobre el trato digno a la mujer.

¡Loado sea Dios, que ha situado la fuente del mayor placer del hombre en las partes naturales de la mujer, y la fuente del mayor placer de la mujer en las partes naturales del hombre!...

Alabemos a Dios, puesto que Él ha creado a la mujer con su belleza y carne apetitosa, y le ha concedido cabellera, cintura y cuello, senos que se hinchan y gestos amorosos que inflaman el deseo...

...Con el orgullo de su poder, el hombre trabaja como la mano del almirez, y la mujer colabora habilidosamente con ondulaciones lascivas. ¡En el acto se produce la eyaculación!...Dios es quien, en su sabiduría, ha embellecido con senos el cuerpo de la mujer, su cuello con una hermosa barbilla y sus mejillas con joyas brillantes...Ha realzado la belleza de su vientre suavemente redondeado con curvas admirables y le ha colocado enmedio un delicioso ombligo; la ha dotado con unas caderas y con unas nalgas notablemente redondeadas..

Se trata de una maravilla de libro: se puede leer de un solo tirón, si se obvian las posiciones sexuales y las recomendaciones para hacer crecer el pene. Uno de los mejores libros del tema que he leído, el mejor de los manuales sexuales hasta el momento.

En inglés, que peor es nada:








Miniatura de elementoPerversógrafo: Sexo vaginal, infidelidad, veladas referencias a la oralidad


El jardín perfumado
Jeque Nefzawi
2001, 4 Ed.
Grupo Editorial Tomo
ARMONIA SEXUAL
ISBN: 970-666-120-4
222 pags.


La fotografía la tomé de éste sitio y no tengo idea de a quién pertenezca

sábado, 21 de agosto de 2010

Fábulas libertinas de Jean de La Fontaine

Miniatura de elementoLa Fontaine era para mí un fabulista muy inteligente,  precursor de nuestros escritores del siglo de oro español e inspiración de Samaniego. No me imaginaba que, al igual que Samaniego a Iriarte, tenía sus escritos secretos para divertimiento de sus amigos, pero a diferencia de aquellos, él sí llegó a publicarlos.

Las fábulas libertinas son cuentos en forma de versos, siento mucho que la traducción al español nos las haya dejado tan apaleadas, pero su agudo sentido del humor permanece y nos divierte aún hoy, en éste tiempo tan expuesto a la chanza y el cachondeo.

La Fontaine nos habla de los apetitos de la gente común, los apetitos de bebida, de comida y de sexo. Imita a Rabelais, se basa en el pentamerón, en Chaucer, en Poggio, en Boccacio, en Ariosto, en las nouvelles.

El ANILLO DE HANS CÁRVEL
Hans Cárvel, ya entrado en años,
Con moza joven casó,
Y al par que esposa, tomó
Alarmas y desengaños,
Cosa que siempre se vio.
Isabel -es la doncella,
De Concordato hija ducha,
Fue de raza, ardiente, bella,
Y apta a la amorosa lucha.
Hans Cárvel que, por natura,
Temía los cuernos traidores,
Alegaba a la criatura
La leyenda y la Escritura
Y los mejores autores.
Las visitas censuraba,
Maldecía de las coquetas
Y de sus miles recetas.
Y ansioso vituperaba
La que de agradar trataba.
Reíase de esto la galante,
Sin atender a razones,
No gustando de sermones
no venir de un amante.
el infeliz marido,
Mal llevado y mal traído,
Habría deseado la muerte,
Cuando a la su pena artera
-La historia es muy verdadera -.
Dio una hora de paz la suerte.
Cierta noche el de que hablo,
Después de haber bien bebido,
De Isabel roncaba al oído,
Cuando creyó que el diablo
Le ponía al dedo un anillo
Y decía: «-Veo la tortura
Que te consume y apura
Y de ello me maravillo.
Guarda ese anillo y no penes,
Pues te aseguro y prometo,
Mientras le lleves sujeto,
Que nada que temer tienes.
-Prosternarme ante ti quiero,
No hay merced que más me halague.
-Satanás! ¡Dios te lo pague!
¡Gracias, señor limosnero!»
Y en esto --- creerme podéis -,
Despertándose el marido,
Halló su dedo metido
En el sitio en que sabéis.

El BESO DEVUELTO
Paseaban Juan y Juan aporlavilla,
Y un señor que halló a Juana de su gusto,
Dijo a Juan: ¿Quién te dio esta maravilla?
Déjame que la bese, y como es justo,
Tomarás tu desquite
Cuando entre los casados yo milite.
-Acepto, dijo Juan, con mil amores,
A condición que nada el pacto tuerza.
Besóla luego el otro, y con tal fuerza,
Que Juana se volvió de mil colores.
Casó ocho días después el caballero,
Y Juan tomó el desquite con esmero.
Y así dijo: Señor, de haber sabido
Que erais tan leal y fiel a lo pactado,
En vez de haber a mi mujer besado,
Podríais muy bien con ella haber dormido.

Se trata de un entretenido libro de cuentos picantes. Para mi gusto, los españoles lograron algo más elevado, al terminar sus cuentos con picardía y sin falsos moralismos, pero definitivamente debemos reconocer que LaFontaine hizo un trabajo de investigación que por ejemplo Samaniego sólo tradujo y  copió.

Miniatura de elemento
Miniatura de elementoPerversógrafo: Sexo vaginal, infidelidad, anticlericalismo.


Fábulas libertinas
Jean de La Fontaine
EDICIONES COYOACAN
ISBN: 9706332022
119 pág.

martes, 17 de agosto de 2010

Kurt de "Kurt K." (Pedro de Silva)

Miniatura de elementoEn Kurt, encontramos una colección de 100 reflexiones eróticas, escritas por un hombre de una sensibilidad exquisita. Tenemos cuentos sobre el deseo, sobre el sexo y sobre el género, cada reflexión es un divertimento de unas cuantas líneas, pero llenas de sabiduría y filosofía.
En la mente de un hombre sencillo, vemos pasar ideas, sentimientos y pensamientos sobre todo lo que puede preocupar a una mente inquieta.

Kurt es un hombre desnudando sus sentimientos y sus deseos. En éste magnífico libro de la colección La Sonrisa Vertical, encontramos reflexiones sobre la religión, sobre Dios, los dioses y el diablo.




Encontramos interesantes pensamientos sobre la moral, los celos, los besos, la belleza femenina en sus formas juveniles, infantiles y maduras, en la geometría variable que el cuerpo tiene en la vida real, y en su diferencia contra el cine. El recato y el exhibicionismo de la mujer, y su dualidad de ser recatado y sexual al mismo tiempo.

Kurt piensa en todo aquello que es femenino, en la posesión de un cuerpo, en el exhibicionismo como una forma de erotizarse, de la ceguera que se siente en los instantes de gran excitación sexual y cómo nos cambia la fantasía. La coquetería de sentirse observada y desnudada por un hombre, el amor, la lencería.

Kurt piensa en todo aquello que es masculino, en la impotencia sexual, en el feminismo y en el machismo, en el donjuanismo, en tener el dedo de ella en el culo y en los uniformes de colegiala, la coprolalia en la cama, el masoquismo de la mujer.

 El suplente
 Mientras fuma un cigarrillo, medio recostada sobre la almohada, con la luz de la tarde en retirada, le cuenta lo que más detesta de su hombre, y hace que esté con Kurt: no pierde nunca la compostura; piensa que lo hace así para que ella no se acerque al centro de él. Como se trata de un encuentro ocasional, e ignora todo de la mujer, Kurt la valora en poco, y no la entiende. El hombre en cuestión, le explica ella, le hace un amor convencional, no en las técnicas, sino en los gestos que aplica al propio cuerpo, que nunca se descomponen ni pierden coherencia, ritmo, estilo: jamás parece inerme, poseído. El amor físico, añade, si es hondo, es una caída, un traspiés, una pérdida de estilo, un abandono al mal gusto, que es lo que queda de nosotros cuando el espíritu sale fuera. Su espíritu, en cambio, nunca abandona el barco, y no es posible abordar éste a la deriva, vacío de sí, lleno sólo de sus fantasmas. ¿Y yo, hago eso acaso?, pregunta algo asustado Kurt. Tú lo finges muy bien, responde ella, eso me excita, y me basta; no deseo conocerte.

No
 Kurt le pregunta cuáles han sido sus fantasías sexuales en los últimos días. Ella rehúsa hablar del asunto. Pretexta que un sentimiento de pudor no se lo permite. Kurt le pide entonces, tras un breve forcejeo, que ella le diga qué es lo que desea que hagan, antes de hacerlo. Vuelve a mostrarse renuente, pero se acerca a Kurt, sin dejar de apoyar las nalgas en el sofá de enfrente, y luego se tumba hacia atrás. Al fin irrumpe en su boca una respuesta, acompañada de un mohín no demasiado artificial y los ojos muy abiertos: ¡Por el culo no!
 Antes no se había hablado de ello. La conversación se reanuda ahí, y ella da razones convencionales para su negativa (estrechez, sequedad, agujero inmundo, etc.). Kurt le dice que al fin sabe lo que quiere, pero necesita vaselina. Ella protesta, pero trae un pequeño bote, sin estrenar, que desenvuelve de un paquetito con aspecto de recién comprado. Confiesa entonces que su fantasía es con dos hombres, uno por cada agujero. Kurt dice que nunca será lo mismo, pero hará lo que pueda. Ella protesta de nuevo, se resiste, grita, antes de que ocurra nada, y lo hace bien colocada boca abajo, sin que nadie la fuerce a ello, ni se lo haya pedido.

 No hay pared por medio
 Durante una ausencia prolongada, con el teléfono de único consuelo, ella le dice a Kurt que de mañana, al mirarse desnuda en el espejo del baño, se ha deseado para él. Kurt tarda en reaccionar. Luego la llama. Te has deseado para ti, le dice Kurt, te amas, pero no puedes hacerlo contigo, si pudieras lo harías; ¿has intentado besarte en el espejo?, ¿has probado a olerte?; yo soy sólo tu ayudante, un instrumento de tu egofilia. Ella queda en silencio, luego cuelga y al poco llama a Kurt. ¿Es imposible que comprendas el amor?; si quiero que me tengas, y formes parte de mí, es porque deseo no ser ya mía, le dice. Eres tú la que quieres ser yo para hacerte el amor, responde Kurt. Si pudieras desdoblarte, yo te sobraría. Esa pasión que sientes es la de conocerte desde fuera. Puro onanismo. A poco de colgar, desbordado por todas partes, Kurt se masturba, con dulzura desconocida, y siente que su mano es la de ella. Después mira al techo, y le gustaría que no existiera. Luego piensa que, en realidad, los dos hablan de lo mismo. La llama, para decírselo, pero su teléfono no contesta.

 Nada es perfecto
 Superada la curiosidad, un periodo mágico pero efímero, llega el tiempo de los juegos, a través del cual los amantes van construyendo los perfiles de uno y otro (son siempre rasgos que ellos mismos se atribuyen: no estaban antes). Kurt pide a la mujer que elija lo que desea, y, para facilitar, le propone una combinatoria con tres opciones verticales y tres horizontales. Las verticales son A (ano), B (boca) y C (coño), y las verticales, D (dedo), E (lengua) y F (falo). Posturas aparte, el amor es siempre el cruce de una concavidad y una convexidad de las descritas, de donde salen nueve opciones. Kurt ha construido un dado con las seis letras y propone jugar. Ella se asusta, o finge hacerlo, y para ganar tiempo arguye que no todo está en orden, pues lengua no empieza por E. Entonces Kurt sugiere que se elimine la lengua del juego, y ella, tras unos instantes, en los que pasan las escenas detrás de sus ojos, responde, mientras toma el dado, que no hay por qué caer en ese nominalismo.

 Las uvas están verdes
 Kurt se cruza con una adolescente, y la examina. Va muy erguida, pierde incluso hacia atrás la verticalidad, como una pared extraplomada. Estira el cuello, se mueve de modo hierático y no mira a nadie. Kurt piensa que es actitud de quien conserva la doncellez. La joven sabe que es propietaria de un cuerpo, lo primero tal vez que tiene en su vida, y nadie le ha enseñado a administrarlo. Al tiempo ve en toda mirada masculina una codicia, y su gesto corporal, de desplante, es una afirmación radical (superficial, pues) frente a la morbidez que la rodea, como si farolas, semáforos y papeleras tuvieran tentáculos lascivos. Lleva cerrada la boca, para no perder hermetismo. Al hacerlo, se le pronuncia el hocico, sea por un artefacto de ortodoncia o porque la dentadura aún no se ha asentado, y los molares presionan el sistema hacia delante. Aunque es bella, no alza en Kurt ningún deseo, sólo ternura, y, para no desairarla, la mira con ambición que en realidad no tiene. No se perdonaría que ella percibiera indiferencia a su alrededor.

Para mí, se trata de verdadera literatura erótica para mujeres…y para hombres, a mí me encantó el libro.
Miniatura de elemento
Miniatura de elementoPerversógrafo: Sexo vaginal, oral, anal, juguetes sexuales, lesbianismo, masturbación, anticlericalismo,  voyeurismo, exhibicionismo, menstruación, embarazo, masoquismo


Kurt
Silva, Pedro de
Abril 1998
La Sonrisa Vertical SV 106
ISBN: 978-84-8310-584-9
224 pág.


sábado, 14 de agosto de 2010

Diálogos de cortesanas de Luciano de Samósata

Nadie puede pensar que Luciano haya escrito un texto erótico, sin embargo por allí circula la información de que los Diálogos de las cortesanas (o de las heteras) es la primer obra pornográfica de la historia.

Sólo en un sentido puede decirse que es una obra pornográfica, porque escribe sobre las prostitutas, pero no se trata en realidad de una obra hecha para excitar al lector, por el contrario, pone voz a una de las instituciones más silenciadas de la literatura: las heteras. Aunque en tiempos de Luciano, se trataba ya de unos seres legendarios que no existían más en su forma clásica, tenemos 15 escritos que nos hablan de las preocupaciones de las prostitutas de la antigüedad, de sus intereses y de sus charlas.......las humaniza en lugar de erotizarlas.

Luciano de Samósata vivió en el siglo II, no existían más las heteras, lo que él hizo fué una obra jocosa, un divertimento donde vemos madres dando consejos a sus hijas, y a las prostitutas hablando de celos y de  hechicería. Incluso se refleja cómo el amor es posible en ésta institución, entendiendo que se trata de una forma de ganarse la vida, el amor a un hombre puede encontrarse como agradecimiento al buen nivel de vida que le da a la mujer.

CLONARION Y LEENA
CLONARION. — No paramos de oír, Leena, cosas realmente nuevas acerca de ti, a saber, que Megila la lesbia, la ricachona está enamorada de ti como un hombre, que vivís juntas y que no sé qué cosas os hacéis la una a la otra. ¿Qué me dices de eso? ¿Te sonrojas? Vamos, dime si es verdad.
LEENA. — Es verdad, Clonarion, y estoy abochornada pues es algo... antinatural.
CLONARION. — Por Afrodita*, ¿de qué se trata? O ¿qué pretende la mujer? ¿Y qué hacéis cuando estáis juntas? ¿Estás viendo? No me quieres, pues no me ocultarías asuntos de tal índole.
LEENA. — Te quiero más que a cualquier otra, es que la mujer en cuestión es terriblemente varonil.
CLONARION. — No entiendo lo que dices a no ser que se trate de una «hetera para mujeres»*. Cuentan que en Lesbos hay mujeres de esa índole, con pinta de hombres, que no quieren trato con hombres sino que son ellas las que acechan a las mujeres como si de hombres se tratara.
LEENA. — Se trata de algo así.
CLONARION. — Entonces, Leena, explícame estos detalles, cómo se te insinuó la primera vez, cómo te dejaste persuadir y todo lo que vino después.
LEENA. — Ella y Demonasa, la corintia, mujer también rica y de las mismas costumbres que Megila, habían organizado un guateque, y me habían contratado para que les tocara la cítara. Una vez que terminé de tocar, como ya era una hora intempestiva y había que acostarse, y ellas estaban aún borrachas, va Megila y me dice: vamos, Leena, es un momento estupendo para acostarse; así que métete en la cama con nosotras, en medio de las dos.
CLONARION. — ¿Y dormías? ¿Qué sucedió después?
LEENA. — Me besaban al principio como los hombres, no limitándose a adaptar sus labios a los míos, sino entreabriendo la boca, y me abrazaban al tiempo que me apretaban los pechos. Demonasa me daba mordiscos a la vez que me colmaba de besos. Yo no podía hacerme una idea de lo que era aquello. Al cabo de un rato, Megila que estaba ya un poco caliente se quitó la peluca de la cabeza —llevaba una que daba el pego perfectamente acoplada— y se dejó ver a pelo, como los atletas más varoniles, rasurada. Al verla quedé impresionada. Pero ella va y me dice: Leena, ¿has visto ya antes a un jovencito tan guapo? Yo no veo aquí, Megila, a ningún jovencito, le dije. No me tomes por mujer, me dijo, que me llamo Megilo y hace tiempo que casé con Demonasa, ahí presente, que es mi esposa. Ante eso, Clonarion, yo me eché a reír y dije: ¿Así pues, Megilo, nos has estado ocultando que eres un hombre exactamente igual que dicen que Aquiles se ocultaba entre las doncellas y tienes lo que los hombres tienen y actúas con Demonasa como los hombres? No lo tengo, Leena, replicó, ni puñetera la falta que me hace; tengo yo una manera muy especial y mucho más gratificante de hacer el amor; lo vas a ver. ¿No serás un hermafrodito, dije yo, como los muchos que se dice que hay que tienen ambos sexos? pues yo, Clonarion, desconocía todavía el tema. ¡Qué va! respondió, soy un hombre de cabo a rabo. Oí contar, decía yo, a la flautista beocia Ismenodora historias locales, que según dicen en Tebas alguien se convirtió de mujer en hombre, y que se trata de un excelente adivino, Tiresias se llama, creo; ¿acaso te ha ocurrido a ti algo así?*.
No Leena, dijo; yo fui engendrada igual que todas vosotras las demás mujeres, pero mi forma de pensar, mis deseos y todo lo demás lo tengo de hombre. ¿Y tienes suficiente con los deseos, dije? Si desconfías, Leena, dijo, dame una oportunidad y comprenderás que no necesito para nada a los hombres, pues tengo algo a cambio de la virilidad; ya lo vas a ver.
Se la di, Clonarion, pues me suplicaba con insistencia y me regaló un collar de los caros y unos vestidos de los finos. Después yo le iba dando abrazos como a un hombre en tanto que ella no dejaba de actuar y besarme y de jadear y me parecía que su placer era superior al normal.
CLONARION. — ¿Y qué hacía, Leena, y de qué manera? Dímelo antes que nada, que eso es lo que más deseo saber.
LEENA. — No preguntes tan minuciosamente, pues se trata de cosas vergonzosas; así que, por Afrodita, no te lo podría decir.
* Clonarion y Leena, literalmente Leona, protagonizan un diálogo subido de tono sobre un amor lesbiano que roza en lo que hoy llaman algunos «travestismo», aludiendo a «mujeres hombrunas». El hecho es considerado algo allókoton, esto es, sorprendente, llamativo, chocante, en oposición a las relaciones homosexuales entre varones que eran consideradas algo mucho más natural.
* Clonarion jura por «la criadora de muchachos», kourotróphos, antiguo epíteto de la Tierra, que se aplica en ocasiones a Ártemis y a Afrodita, a quien conviene en este pasaje.
* Fina manera de llamarla «lesbiana» o «invertida».
* El pasaje es atrevido pero fino, recurriendo las heteras de turno a eufemismos como el que se alude en estas líneas.

Debemos tener en cuenta que en la Grecia clásica en donde está ambientada la obra, las mujeres eran poco más que un mueble o un animal doméstico. No se les reconocía inteligencia ni racionalidad, es por ésto que Lisístrata es una obra cómica....sería tan cómico como la Orwelliana "Rebelión en la granja"

Las prostitutas venían en tres sabores: las pornei, esclavas en renta; las prostitutas independientes, quienes trabajaban en las calles, y las heteras, mujeres con cierta instrucción, habilidades para la música, etc (como una geisha), frecuentemente contratadas para fiestas y banquetes. Los dos últimos tipos de prostitutas eran las únicas mujeres realmente independientes, que podían acumular bienes y que tenían libertad.

Por lo tanto, las prostitutas eran mal vistas, una mujer que tiene dinero no entra en la cosmovisión Griega, es una anomalía y las anomalías no son civilizadas. Lo que vemos en la obra más fielmente plasmado son los celos; unos celos que es difícil entender si es celo comercial o algo más. Es un documento muy interesante, aunque por estar desfasado 700 años en el tiempo, quizás no sea un documento muy fiel.

Perversógrafo: Sexo normalito, referencias a la homosexualidad masculina y femenina, celos y engaños, prostitución.



Diálogos
Samosata, Luciano de
1992
ED. PORRÚA, MÉXICO
Sepan Cuantos 393
ISBN: 968-432-814-1
217 pags.



martes, 10 de agosto de 2010

Diálogos de cortesanas de Pierre Louys

Pierre Louys es uno de mis autores eróticos favoritos. Tengo la impresión de que el señor escribía sus más escatológicos trabajos como un desfogue a su calenturienta imaginación.

Breve, crudo, pornográfico y divertido, así es Pierre Louys. Casi todas sus obras de corte pornográfico están basadas en otras obras de caracter serio. Incluso algunas obras eróticas tienen su contraparte pornográfica.

El trabajo es una recopilación de 97 textos brevísimos escritos entre 1894 y 1899, ordenados por tema y por fecha aproximada, pero en conjunto se nos presentan como una serie de escritos sin un orden ni secuencia.

Los primeros diálogos nos hablan de relaciones lesbianas: mujeres calientes, mujeres masturbándose, besándose y metiendo sus apéndices corporales (y frutas y verduras) en las hoquedades de sus contrapartes. Trios, besos, prostitución, juguetes....una colección variopinta de lesbianas.

Después vienen diálogos relativos al sexo oral con hombres: chupadoras, amantes que tragan y  prostitutas que escupen, orines y semen en la sopa, niñas malcriadas y sirvientas que satisfacen a través de un tabique falso; hermanas chupadoras de miembros llenos de excremento propio y ajeno......increíblemente, todo con un buen gusto y hasta comicidad.

Hermana enculada
-Primero: no se da por el culo a la propia hermana.
-¿Quién dijo eso?
-No lo sé, pero son malos modales. Cuando se tiene una hermana, se le hace chupar la polla si es virgen o se la tira uno si está casada, pero no se goza en su trasero.
-Vamos, levanta el culo, te mueres de ganas.
-¡Chuchito mio, no me lo harás...!
-¡Como si me importara! ¡No basta con que las putas se nieguen, ahora hay que discutir con la propia hermana! ¡Vaya mundo! ¡Levanta el culo, te digo, y procura ser complaciente, de lo contrario no me acuesto nunca mas contigo!
-¡Bueno, si te pones tan burro, aquí lo tienes!
-Pon la mejilla en la almohada y sepárate las nalgas con las dos manos.
-Mójatela un poco antes ¡oye! ... ¡Oh, no te la has mojado! ¡Uuuuuy!¡Qué daño me haces! ... No te muevas por favor, estoy sangrando, seguro ... ¡Ah!, noto que gozas, ¡menos mal! ... ¡sácala ya!
6 de marzo de 1897

Joven en plena oración
-"Dios te salve María, llena eres de gracia..." Jeannot ¿serías tan amable de no tocarme el culo mientras rezo mis oraciones de la noche?

-Imposible ¡Te pones así, en esa posición! No te detengas, al contrario, sigue rezando y déjame en paz
-"Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo..."mójate el pito, cabrón, vas a hacerme daño-
-¡Quieres quedarte quieta con las manos juntas y no estirar las nalgas? Ya sabré encularte yo solo sin tu colaboración
-Pequeño marrano, me excitas, no puedo rezar. "El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu viente ..."¡Ah, marrano, conque me das por el culo en serio! ¡El fruto de mi propio vientre! ¡Es tu polla! ... ¡Ah, cochino!
-Ya está, no te preocupes, sigue rezando.
- "Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pobres pecadores  ... " ¡Ah!, ¡Ah!... ¡Y también me lo frotas por debajo!...
-Estás más empapada que una esponja y no quieres...
- "Ruega por nosotros pecadores ..." Tu polla va demasiado hondo... Muévete despacio ... estoy llegando ... "Ahora y en la hora ..."¡Ah!... ¡Ah!.... "de nuestra muerte..." ¡Me corro!...¡Ah!...¡Ah!...."Amén"

La última parte la componen diálogos sobre el sexo anal, sobre mierda y un colofón de cochinadas que sólo he visto en las peores películas hardcore: "Espinacas con crema",  un cuento donde culear es comparado a bailar, prostitutas baratas en puentes, mocos como lubricante anal, una enculada mientras reza, coprofilia, coprolalia, coprofagia, enemas, una chica caga semen del novio de otra chica en su boca, hermanas, lluvia dorada en cara, boca, coño y pene (mientras la enculan), madres complacientes y alcahuetas, niñas calientes, adivinanzas, orgías. Niñas impertinentes que chupan a su propio padre y son reprendidas por la madre.

Lo más asombroso es el buen gusto de la escritura ... hablamos de una obra cómica, que a pesar del tema tan degenerado, sólo provoca la risa. Se trata de un divertimento de las fantasías más escabrosas de Louys, escritas para su propio consumo.

Una aclaración: no hago apología de la pederastía, no me gusta y sólo en pensar en ella me causa repugnancia. Creo que Louys era un enfermo por el sólo hecho de excitarse con el sexo con niñas. Me da escalofrío sólo pensarlo.

Puedo entender y aún compartir la fijación por el sexo anal y entiendo que la coprolalia puede excitar en algunas ocasiones. No me gusta el anticlericalismo, pero entiendo el contexto social en el que se presenta en la lieratura. De Sade, entiendo su descripción del asesinato de jovencitas y niños como una forma de trasgresión ... aún en Sade veo la violación de niños más como una trasgresión que como objetos de deseo erótico. La pederastía es una porquería y Louys hace una exquisita apología de ella.


Perversógrafo: sexo anal, oral, vaginal, entre las tetas, entre las nalgas y entre los muslos, lesbianismo en todas sus formas, beso negro, socratización, 69, juguetes sexuales, tríos, orgías, estupro, prostitución, y prostitución pretendida, incesto de todos los tipos, celos y dominación, exhibicionismo, enculamientos recíporocos hombre-mujer, coprolalia, coprofilia, coprofagia, escatología, lluvia dorada en todas partes, sexo oral a través de un tabique, manoseadas, anticlericalismo, herejía, juegos infantiles y adivinanzas, enemas, prostitucion infantil.


Diálogos de cortesanas seguido de Manual de urbanidad para jovencitas
Louÿs, Pierre
Enero 1979
La Sonrisa Vertical SV 11
ISBN: 978-84-7223-311-9
168 pág.

sábado, 7 de agosto de 2010

Mi tio Oswald de Roald Dahl

Una nueva sorpresa de Dahl, un divertido libro que gira en torno al sexo, aunque nunca llega a ser vulgar o explícito.

El tío Oswald escribió un diario. El tío Oswald es el mayor fornicador de todos los tiempos, quien se jacta de no haber repetido jamás una experiencia sexual con la misma mujer (salvo un par de exepciones en el libro), ya que una vez probada, nunca tendrá el mismo "sabor". Un hombre excéntrico, millonario, amante de los placeres, gourmet, esteta, von vivant, sibarita y dandy.

A los 17 años, el joven Oswald es enviado a París a estudiar, puesto en una pensión con una familia tan desagradable como tacaña, y de unos habitos alimenticios bastante....franceses. Oswald se da cuenta que para escapar de ese infierno necesita dinero, así que comienza a trabajar para conseguirlo.

Hace un viaje al Sudán, en busca de un afrodisiaco mitológico que se supone que otorga una potencia sexual increíble. Es tan potente, que debe ser administrado por expertos en cantidades medidas con la cabeza de un alfiler. En su viaje, pronto descubre que se trata de un escarabajo, una especie de cantárida muy poderosa. Obtiene un par de latas llenas del producto a cambio de una buena suma de dinero y vuelve a París, donde comienza a hacer vida entre la aristocracia anciana e impotente. Diciéndoles que se trata de pastillas de un compuesto de la granada, hace una fortuna y se va a vivir por su cuenta para obtener experiencia en el área del sexo.

-He holgado con mujeres en ambas orillas del canal. Y también en el camino en barco.
-¿cómo?, ¡ah, pillín!, no me lo creo
Yo seguía en el sofá. Ella estaba en  pie, justo encima de mí. Su enorme boca roja estaba abierta y comenzaba a jadear.
-Supongo que comprenderás que nunca en la vida se me habría ocurrido sugerirlo si no fuera porque Charles está ... digamos un poco pocho, ¿comprendes?
-Lo comprendo desde luego-dije culebreando un poco en el sofá - lo comprendo perfectamente. La comprendo muchísimo, no la culpo en absoluto.
-¿lo dices en serio, de verdad?
-Claro
-¡oh, qué muchacho tan maravilloso!- exclamó, y saltó sobre mí como una tigresa.
No hay nada especialmente ilustrativo en relatar el jolgorio que siguió, como no sea mencionar que su señoría me asombró con sus habilidades de sofá. Hasta ese  momento yo siempre había creído que un sofá era un campo de juego deleznable, y el cielo sabe que había tenido que utilizarlo bastante con las debutantes londinenses mientras sus padres roncaban en el piso de arriba. Para mí el sofá era una cosa brutalmente incómoda, rodeada por tres lados por una paredes acolchadas, y con una zona horizontal tan estrecha que uno se caía continuamente al suelo. Pero Lady Makepiece era una experta del sofá. Para ella era un potro de gimnasia o algo así, sobre el que los cuerpos podían arquearse y rebotar y volar y rodar y realizar las más notables contorsiones.
-¿ha trabajado alguna vez como profesora de gimnasia?- le pregunté
-Cierra el pico y concéntrate- me dijo, haciéndome rodar como si estuviera amasando un pastel.
Tuve suerte de ser joven y flexible, pues de lo contrario estoy seguro de que hubiese sufrido alguna fractura. Y eso me hizo pensar en el pobre Sir Charles y en lo que debía haber sufrido en sus buenos tiempos...

Al regresar a Londres a retomar sus estudios, conoce a un profesor que ha descubierto la forma de congelar esperma, así que urde un nuevo plan para obtener esperma de celebridades y venderlo a aburridas millonarias que quieran hijos "con pedigree". Oswald siempre sabe que se trata de charlatanería, pero considera que es una buena manera de "dar al cliente lo que necesita".

En complicidad con Yasmin, una hermosa chica sin una pizca de escrúpulos, hace un plan para darles a las celebridades una ración de "escarabajo vesicante" (trufas de chocolate de regalo) y una carnada en dónde complacer sus urentes conscupiscencias forniciarias (Yasmin). El semen sería recolectado en una especie de condón, preparado en "dosis", congelado y almacenado, para posteriormente venderlo por catálogo:

Alfonso XIII, Renoir, Monet, Stravinsky, Pablo Picasso (con un resultado extraordinario), Matisse, Marcel Proust (un episodio casi-homosexual divertidísimo), Vaslav Nijinsky, James Joyce, Giacomo Puccini, Sergei Rachmaninoff, Sigmund Freud (qué risa), Albert Einstein, Thomas Mann, Joseph Conrad, H. G. Wells, Rudyard Kipling, Sir Arthur Conan Doyle, George Bernard Shaw... Todos son sus víctimas, victimas singulares y con sus excentricidades; víctimas felices.

Al final, tratan de usar los chocolates con el rey Haakon de Noruega, pero algo sale mal y Yasmin trata de violar al rey, cayendo por una ventana y siendo gravemente herida.

Un libro muy divertido y bastante excitante.



Perversógrafo: sólo sexo normalito




Aqui para el otro libro de adultos de Dahl

Mi tio Oswald
Dahl, Roald
2005, 6ª ed.
EDITORIAL ANAGRAMA
ISBN: 9788433920393
200 pág.

martes, 3 de agosto de 2010

Amor Burgués de Vicente Muñoz Puelles

Encontré este librito de la colección "la sonrisa vertical" con un descuento del 80% en una de mis librerías favoritas, así que no lo podía dejar pasar. No recordaba que se trataba del mismo autor de La curvatura del empeine, libro orgásmico como el que más.

En mis vacaciones, buscaba un libro con tres características: interesante, ligero de cargar y cuyo título no llamara demasiado la atención.....súper.

Tenemos la historia de un hombre que fué encontrado desnudo y golpeado en el laberinto de una ciudad minoica antigua, aparentemente enloquecido y hablando un dialecto desconocido por todos. Hacen referencia al indescifrado Lineal A griego.

En un brinco atrás, ya estamos escuchando la historia de un personaje llamado R., quien es un jóven de 30 años, solitario, virgen (en algún sentido del término) y obsesionado con la masturbación y los amores de antaño.

Un profesor políglota, de una inteligencia superior y con un amor por los animales que raya en lo zoofílico, tiene una impotencia sexual que sólo se le cura ocasionalmente viendo o imaginando copular a los animales. Un profesor con un profundo interés por la cultura minoica, sus ancestrales ritos, y por los escritos indescifrados de esas culturas. Un jóven de vacaciones, aprovechando para visitar ciudades griegas en compañía de antiguos amores.

A medida que transcurre la historia, nos van presentando fragmentos de sus escritos eróticos; una colección variopinta de sus fantasías sexuales que nos permite conocer sus inseguridades y sus obsesiones.

Imaginó que era un caballo y que, abandonando su funda, la verga se le empinaba hasta ponerse totalmente erecta y le golpeaba el vientre con la intermitencia de los latidos, y ella se arremangaba la falda y con dedos tentaculares se colocaba el negro pene como un obús entre los muslos, y que su crica se abría totalmente roja y húmeda como una granada, y se convulsionaba con el roce, jadeando como una campana o una gaviota, epiléptica, ahora su delta  era un río en plena crecida, la súbita contracción del vientre antes del clímax, piel de tambor, y ella se corría un vez y luego otra, mientras el mango rígido como un candelabro pero más grueso se deslizaba aguanoso e hinchado como un domo y frotaba, resbalaba, buceaba, un puñado de sangre tras la inminente culminación, pero ella era ahora una yegua, sus muslos un cálido estuche guardado entre grupas, y creyó oír un loco relincho al eyacular como un geyser, denso y abndante.
Después, fuera ya del lecho, él sucitó el tema:
-¿No te gustaría copular con un animal?
Ella le miró, los ojos aún brillantes, para averiguar si hablaba en serio. Nunca estaba seura con él.
-Me daría asco - respondió finalmente - No entiendo cómo se puede llegar a eso.
-¿Ni siquiera con un caballo?
-¡Qué cosas tienes!

En un viaje a Grecia, se reencuentra con amores pasados, quienes aún lo aman pero saben de sus problemas, R. nos cuenta su vida desde su más tiernas masturbaciones infantiles, pasando por todas sus decepciones amorosas. Sus estudios, sus intereses (infantiles para su edad) y sus escritos.

Tenemos al menos tres tristes historias de amor: la primera es con una prima, quien después de ser su compañera de juegos, aventuras y descubrimientos científicos, despierta a la adolescencia y lo ignora y humilla ante su inmadurez. La segunda se trata de ese amor de toda la vida, a quien no ha podido retener. Un amor que comienza en la infancia y en realidad nunca termina. Al no ser él apto para el sexo penetrativo, y ante sus inmadureces e inseguridaes, la pierde una y otra vez a lo largo se su vida. La tercera, es de esos amores libres que hacen daño y duelen. Una relación tormentosa que no le hace bien y que lo intoxica y lo orilla en su impotencia sexual.

R. parece ser un hombre interesante, creo que se lleva a la cama a la mitad de las mujeres de Europa, pero nunca las puede retener al sólo poder tener con ellas sexo oral, y algunas veces ni eso. En realidad no las puede retener por sus inseguridades e inmadurez, pero él cree que eso le hará ser mejor escritor.

Un día, R. se rinde, se convierte en un profesor frustrado y amargado, asexual y solitario ante la huida o matrimonio de amigas y amigos, la muerte de su padre e incluso la pérdida del permiso para experimentar con sus amados animales.

En el capítulo final, brincamos unos años, lo encontramos nuevamente solitario en Knossos, recordando su vida. Comienza a recapitular la historia de la tauromaquia, desde el salto del uro minoico, hasta las corridas modernas de toros. En esa ensoñación se duerme y en su vigilia recuerda cómo se inició el alfabeto, que algunas letras simbolizan uros y que los ritos minoicos de entierro de muertos son escalofriantes. Descubre el verdadero significado del lineal A: "en el subsuelo se esconden quienes aman a los animales"

Al dia siguiente se escabulle a las ruinas en la noche, y va bajando cada vez más por el laberinto de los sótanos hasta que escucha voces y llega a un lugar secreto: la sala donde híbridos de toros y vacas con humanos se encuentran; son los antepasados minoicos y el fruto de los ritos de copulación con animales. Descubre a una mujer muy parecida a Hator, mitad mujer y mitad vaca y tiene una erección. Y por primera vez puede penetrar una mujer.

Para mí, fué un libro triste, no puedo evitar verme en ese espejo y pensar que esa persona pude haber sido yo de no haber tenido la suerte de madurar. El libro me llegó por el lado emocional, en demérito de su intenso lado erótico en las fantasías de R. Quizás alguien más que lo lea pueda parecerle más excitante, pero para mí fué doloroso leerlo.



Perversógrafo: sexo vaginal, zoofilia, masturbación, sexo oral, anal.


el dibujo es de Paco Calderón



Amor burgués
Muñoz Puelles, Vicente
Junio 1982
La Sonrisa Vertical SV 24
ISBN: 978-84-7223-332-4
192 pág.