miércoles, 30 de mayo de 2012

La Creación de Manuel del Palacio (Fragmento)


LA CREACION
Invocación
¡Genios de la jodienda bienhechora,
espíritus sin fin de la impureza
que al coño de la virgen dais ardores
y al carajo del hombre fortaleza!
¡Sueños del adulterio protectores,
vértigos que turbáis nuestras cabezas,
a todos os invoco y os alabo
con la conciencia limpia y sucio el nabo!

Vamos a abrir al mundo en que vivimos
la peregrina crónica secreta,
y los santos misterios que leímos
a trocar en cuestiones de bragueta.
Vamos a revelar lo que aprendimos
en nuestra alegre juventud inquieta,
y a dar a la fricción y al disimulo,
a fuer de caballeros, por el culo.

Canto primero
En un hondo valle
donde sus dones prodigó natura,
de árboles mil la pintoresca calle
daba sombra y frescura:
y alegres ruiseñores
cantaban a compás sobre las flores

Allí el gentil granado
crecía al par de la frondosa higuera,
y el nogal elevado
y la altiva palmera
sus espesos ramajes confundían,
y al sol con su follaje oscurecían.

Del valle eran señores
dos seres nada más: allí la vida
les brindaba los goces seductores
que la inocencia anida:
y así sencillos, desnudos iban como dos chiquillos.

Jamás con vista fija
de Eva buscaba Adán las perfecciones
ni ella miró su pija,
que altiva se sentaba en sus cojones:
solo adornos ridículos
llamaban a la raja y los testículos.

Dichosa edad, dichosa
inocencia feliz!; tus goces bellos
nos brindan deliciosa
la calma que respiran todos ellos;
mas ¡ay!, que al fin perdida
nos mostró los abismos de la vida.

¿Por qué los dos jodieron?
¿por qué la puta de la vil serpiente
las almas inflamó? Placer sintieron
y en su entusiasmo ardiente
tanto les deleitó la putería
que pasaban jodiendo todo el día

mas Dios, con furia insana
castigar quiso su arrogancia fiera
y la fatal manzana
(o por mejor decir, la infausta pera),
males causó prolijos
que sufrieron los padres y los hijos.

Su voz atronadora
lanzó desde su asiento
y lleno de venganza aterradora
con su divino acento
a Eva y Adán maldijo,
y así con justa cólera les dijo:

“Decid, pillos, charranes
este es el premio de mi anhelo loco,
el pago a los afanes,
con que os he prodigado cuanto toco?
¡Estúpido trabajo!
No os debí dar coño ni carajo

Yo os adorné la vida
De la naturaleza con las galas,
Ventura en ella os ofrecí cumplida,
De mi cielo os abrí las antesalas,
Mas os prohibí una fruta
Y Eva de ella comió, ¡maldita puta!

Adán, eres un tuno,
Vete lejos de mí, ya no te quiero,
No seas inoportuno,
Que no me jode a mí ningún lechero;
Anda, vete con Eva
Y acábale de madurar la breva.

Mas antes de irte escucha
lo que voy a decir, porque es muy serio:
Tú conoces muy bien que la ira es mucha
y la merece a fe tu gatuperio;
os falta la conciencia
y voy a pronunciar vuestra sentencia.

Tú, maldita serpiente,
que eres la causa de tan cruda guerra,
andarás sobre el pecho eternamente
y será tu alimento la vil tierra;
odiarás la mujer por enemiga
y ella te pisará como una hormiga.

Tú, mujer, o demonio,
pues también eres digna de este nombre,
el yugo sufrirás del matrimonio
esclava siempre del poder del hombre;
te joderá cien veces,
y te darán dolores sus preñeces.

Y tú, gran puñetero,
pues seguiste el ejemplo de esa zorra,
cuando quieras comer, busca dinero,
que harto lograste aquí comer de gorra;
y sabe que a tu suerte
marcado tiene un término la muerte.

Ya os podeis ir, bergantes,
no os quiero ver ya más, ni aún en pintura;
os portasteis conmigo cual tunantes,
y a mi edad, ser cabrón, es cosa dura:
mucho bien os deseo
y ya sabréis de mí por el correo.

Esto dijo el señor: avergonzados
Eva y Adán oyeron sentencia,
y mudos, consternados,
la cumplieron con grande diligencia.
nunca a habitar volvieron el Edén
donde juntos armaron tal belén.

Fuera ya del recinto
del sagrado lugar, Adán gozoso
empinando una copa de lo tinto
a la mijer le dijo presuroso:
No es mi dolor profundo,
ánimo, y a joder, que ancho es el mundo.

Si el señor en su ira
nos arroja de aquí, vámonos presto
para gozar lo que mi afán delira;
tierra no ha de faltar, y esto supuesto,
quítate el taparrabo
y empuña alegre mi robusto nabo.

Placeres gozaremos
que nuestros males calmarán prolijos,
de aventuras mil disfrutaremos
siendo los padres de infinitos hijos;
tú has probado la fruta,
mujer que de tí nazca, será puta.

canto segundo

Luego que Adan, por su primer pecado,
escuchó del señor su voz tremenda
para andar mas a gusto y abrigado
compró un traje de majo en una tienda
y a su eva gentil llevando al lado
en una hermosa y apartada senda,
sin quitarse siquiera las polainas,
una tras otra le soltó diez vainas


De esta serie de polvos cotidianos
nacieron esas mil generaciones,
que del Señor cumpliendo los arcanos
poblaron de la tierra las regiones;
familia de alcahuetes y marranos
estúpidos los más, otros cabrones,
todos, en fin bergantes y asesinos
con hijos en montón adulterinos.

Hable si no la historia conocida
de Cain y Abel; hable del suceso


Manuel del Palacio. (1831-1906)

sábado, 26 de mayo de 2012

Papiro erótico de Turín, escena 5


Lo que vemos en la escena 5 del papiro de Turín, es una fantasía erótica casi universal a todas las culturas. Ella con los pies en los hombros de él, suspendida en el aire mientras él la aprieta contra sí mismo, acariciándola con una mano libre.

Nuevamente tenemos elementos religiosos en el dibujo: la postura era asociada a significados místico-religiosos, y es ampliamente representada en el arte del período. También estaba un poco asociada al coito apresurado o adúltero. Hay quien dice que el hombre de la imagen tiene la nariz cortada, signo de que era un delincuente.

En este dibujo no tenemos genitales sobredimensionados, pero quizás se debe a que la penetración es tan profunda que no se notan.

lunes, 21 de mayo de 2012

Ermyntrude y Esmeralda......¿Comprar o no comprar?

Portada original, ilustración de Erté
En la última entrada, les decía que este libro era interesante porque tiene una divertida historia dentro, una interesante biografía del escritor y además picardía y originalidad. ¿porqué no comprarlo?

El libro tiene al menos dos inconvenientes decepcionantes: Creo que el mayor problema del libro es la traducción; además de la mala calidad de los dibujos. Ambos problemas hacen que se pierda la mitad del sentido que el autor le quiso dar al libro.....permítanme explicar:

Sobre la traducción:
El autor presenta de una manera muy sutil la defensa de la homosexualidad como algo inofensivo a la moral pública, en una historia en donde los únicos que tienen una relación de amor con deseo sexual son hombres, el resto de las relaciones mostradas son más de libertinaje o amor romántico.

También nos dice que tanto proteger a las niñas para que no se corrompan con temas sexuales, resulta contraproducente porque de todos modos lo descubrirán algún día. Hablamos de tiempos en los que una chica decente no tenía acceso a un diccionario para despejar sus dudas. Si la veían leyendo un diccionario caía la deshonra sobre ella.

También habla de una manera graciosa de los homosexuales que esconden su "depravación" casándose con niñas ingenuas; de las mujeres que desean a otras mujeres y de los hombres que acarician niños.

Para esto, en el libro no hay genitales, ni vulvas, ni penes, ni excitación sexual; hay "gatitas" y hay "Guaguás", que "hacen morritos". En la traducción de Valdemar, se traducen como "cositas" y "colitas", que "se ponen contentos".

Si bien el sentido original de ambos textos es similar: el usar palabras infantiles para los genitales, creo que debería haberse respetado la imagen del gato para representar la sexualidad femenina y la del perro para representar la sexualidad masculina........¿porqué? porque lo que la traducción inglesa refiere, es que cuando un gato ve a otro, debería tratar de pelear; que cuando un gato y un perro se encuentran, pueden finalmente convivir, pero que cuando dos perros se encuentran, lo primero que hacen es olerse mutuamente. El mensaje oculto del autor era que lo natural era que dos hombres se amaran, que los griegos lo hacían y era bien visto.


Papá dijo que Godfrey no podía jugar, que no era digno de juntarse con nosotros, lo cual fue una lástima. El pobre Godfrey está tan triste, ya mí me da mucha pena. Supongo que hizo algo muy malo, pero lo curioso esque a mí no me parece tan malo, a decir verdad, ahora lo quiero más que antes.......Me dijo que no creía haber hecho nada malo, al parecer los griegos también lo hacían, al menos los de Atenas, los  mejores entre los griegos, lo cual es muy divertido, ¿no te lo parece? 

Luego hay juegos de palabras, cuando a una de las chicas le regalan una gatita, y se usa el doble sentido para algunas imágenes graciosas, que en la traducción de Valdemar se pierden.

No te lo dije entonces,pero en aquel momento me habría gustado abrazarlo..., si el gato no se hubiera escapado del cesto en aquel preciso momento. ¡Qué casualidad que el gato y la gatita se hubieran puesto de acuerdo para enredar a la vez!  

Sobre las ilustraciones:
Resulta que la edición original de 1969 trae 17 magníficas ilustraciones de Erté. Puedo entender que, al tener derechos de autor, Valdemar las quiera sustituir, pero al menos debió haber captado las sutiles imágenes que nos regala (de la mano de las palabras "gatita" y "guaguá")....además que los dibujos están feos, feos, feos y por el precio, uno esperaría las imágenes originales.

Ilustración de Erté
Ilustración en la edición de Valdemar




















Noten el detalle del perrito (pene) conociendo al gatito (vulva)



     



Por supuesto, me gusta mucho, lo admiro, seguro que lo admiro más que a nadie en el mundo, pero lo que de verdad me sorprendió fue que, aunque siempre había pensado que sería lo más bonito que pudiera ocurrirme, no me apetecía nada de nada. No entiendo nada, a menos que yo..., no te cuento nada más. ¡Esto es todo!




 
¿Crees tú, ay, querida, crees tú que estarán enamorados? Casi estoy segura de que sí, pero entonces, si lo están, no entiendo nada de nada, porque, ¿cómo van a tener bebés? Te ruego que me contestes a vuelta de correo, te lo suplico (OJO al detalle del perrito).



De forma que ahí tenía la gatita de Simpson, que había hecho morritos por la mía; pero no quise. Creo que hay un punto en el que hay que decir que no...




El lugar donde están colocados los animalillos es muy sugerente


Vaya que sí, se me echó encima, empezó a besarme con mucha violencia, parecía todavía más excitado que Henry. Aunque al principio no me gustaba nada, después ya no me importaba tanto.



Bueno y aquí el gato sólo es decorativo.


Yo sé que no se trata de un libro de ilustraciones, pero creo que con un poco de atención, el libro hubiera sido mucho mejor y hubiera transmitido el mensaje original del autor, que al final, en una novela corta, es lo único que importa.

¿Qué hacer? el libro vale la pena de leer......quizás si un amigo lo tiene o si lo consigues en la biblioteca pública.



viernes, 18 de mayo de 2012

Ermyntrude Y Esmeralda de Lytton Strachey

Un escritor homosexual viviendo en la victoriana y posteriormente eduardiana Inglaterra escribe una novelita erótica que parodia la literatura libertina francesa; lo hace como un entretenimiento mientras escribe una biografía harto mas seria sobre personalidades en la época victoriana. Cualquier escritor homosexual (necesariamente "de closet" en ese tiempo) se habría conformado con escribir literatura, pero no Lytton Strachey, quien era abiertamente contrario a la hipocresía de la moral inglesa de la época.

Leyendo de corrido y sin tomar en cuenta el contexto en que fue escrita, la historia es simplemente narrativa romántica con un poco de picardía: una novela epistolar en la que dos jovencitas de 16 años están empeñadas en descubrir cómo se hacen los bebés, qué es el amor y qué tiene eso que ver con "esas ridículas cositas que les cuelgan a las estatuas".

Ellas sospechan, pero nadie las informa nada, así que tienen que aprender de la manera más complicada: espiando, suponiendo, practicando.

Una de ellas descubre que su hermano tiene algún lío romántico con su maestro. Ella sabe que debe ser amor, pero no entiende entonces cómo podrían casarse y tener bebés. Al ser descubiertos, el maestro es despedido y desterrado y el hermano enviado lejos.

Ermyntrude,  descubre que llama la atención de los hombres, pero se da cuenta que no sabe decidir qué es el amor, si es una conveniencia social, si es una imposición de los padres. Esmeralda un día tiene la oportunidad de ser seducida por un mayordomo y descubre toda la verdad: el sexo no va necesariamente aparejado con el matrimonio o el amor, las clases sociales no importan en la cama y hay mujeres a las que les gustan las mujeres.

Entonces se cayó la vela, nos quedamos completamente a oscuras, después casi ni sé qué pasó, porque era todo tan excitante, pero de alguna forma me recliné a medias sobre la escalera, que es muy pendiente, de madera, por cierto; y Henry estaba sobre mí, me abrazaba como nunca, así que ya puedes hacerte idea de que no estaba precisamente muy cómoda. Se me ha olvidado decirte que cuando estaba abrazándome sentí que la cosita se me alegraba tanto que no sabía qué hacer, excepto abrazarlo a él aún más, lo cual hacía que se pusiera aún peor. Pero cuando estábamos tendidos todavía se me alegraba más. Luego Henry empezó a quitarme la falda, la enagua, y yo le ayudaba, era muy divertido..., qué prisa teníamos, cómo se movía su cuerpo,con qué fuerza respiraba, empezaba a darme un poco de miedo. Pero me sujetaba con demasiada fuerza como para que pensara en poder irme, si es que lo hubiera deseado; de repente, muy de repente, la cosita empezó a dolerme horriblemente, casi grito. Era como si algo entrara dentro de mí, pero, aunque me hizo daño, la cosita seguía la mar de alegre, y empezó a sentirse contenta, como si le gustara, y me parece que sí que le gustaba, más que nada en el mundo. 


Obviamente el libro no fue publicado sino hasta 1969, los temas que trataba eran demasiado escandalosos para su época; pero el autor era así.......escandaloso.

Strachey Lytton(1880-1932) era hijo de una sufragista (un escándalo entonces), "abiertamente" homosexual  y formó parte del "Círculo de Bloomsbury", que tenía fama de ser algo así como una cofradía de poetas libertinos que hacían orgías y "luchaban por los derechos de los pervertidos". En realidad era más parecido a un "club de intelectuales", pero ...... cría fama ........

Pacifista, escritor de satíricas biografías incómodas, irónico, irreverente. Escribió cuentos y ensayos donde defendía la homosexualidad y declaraba su problemática, pero parece ser que nunca se atrevió a publicarlos (la homosexualidad era ilegal en Inglaterra entonces)

Hay una anécdota muy curiosa sobre su vida: Dora Carrington parece que estaba perdidamente enamorada de él, pero él no le podía corresponder por su homosexualidad. Aparentemente ella aceptó casarse con Ralph Partridge para que su amado Lytton pudiera tener acceso sexual a él y participar en tríos. No sabemos si ellos al fin tuvieron contacto sexual, aunque se supone que no aunque vivían juntos. En 1932 Lytton muere de cáncer en el estómago y poco tiempo después ella se suicida al no poder superar su pérdida. Su marido pudo evitar el primer intento de suicidio pero al final ella se pegó un tiro.


Hay una película de 1995 al respecto (Carrington) pero como yo no me dedico a las biografías ni a las películas, le dejo a otros el hacer la investigación.


Bueno, la pregunta sería ¿Recomiendo este libro? De inicio no sé responder, me inclino a pensar que no lo recomiendo. Es bastante costoso, aunque es interesante la disertación sobre la prohibición a la homosexualidad y la lectura no tiene desperdicio.

En el siguiente literotismo comento porqué no recomiendo comprarlo.







Perversógrafo: Sexo vaginal, homosexualidad, lesbianismo, pederastia.



Ermyntrude y Esmeralda
Lytton Strachey
Valdemar
España, 2002
ISBN: 84-7702-393-X

págs: 96

domingo, 13 de mayo de 2012

Confesiones de una desvergonzada de ¿Anónimo?

Cuando uno comienza a leer este libro, tiene la impresión de que no está escrito por ningún ignorante. Es un libro erótico (muy erótico) con una línea cómica muy marcada. Un libro de los años 70's que quiere pasar por victoriano de 1880.

Comparativamente, este es un libro muy bien escrito para la basura pornográfica que solía publicarse en esas fechas. Adicionalmente, una historia intencionalmente trillada; intencionalmente basada en obras eróticas clásicas (recupera un estilo desaparecido), pero mejorada con un humor fino.

Una chica cuya familia empobrece, una chica a la que su tía toma a cargo, descubre la sensualidad a manos de una sirvienta que la masturba y la induce al sexo anal con su hermano.......sexo anal que la marca toda su vida porque le fascina

Después de estrenarse con su hermano, comienza a ofrecer su agujerito a los amigos de su hermano, y al vecino del departamento de abajo, un doctor a quien le gustaban las niñas. Pronto descubre que puede cobrar por chupar a los viejos e incluso es violada por un cochero (una razón más para aborrecer el sexo vaginal).

Después de quedar huérfanos de madre y ser abandonados por el padre, va a vivir al campo, donde encuentra a una amiga con quien milita en la onda lesbiana. Posteriormente se encapricha con el jardinero, quien es el novio hipersexual de la sirvienta que la inició, y se repasa al primo, a quien intenta quitarle lo lerdo. Mientras tanto, el hermano parece gallito, pisando todo lo que se le pone enfrente.


Yo había comenzado a gemir desde que él comenzara a empujar, y lo hacía cada vez con más violencia a medida qua iba avanzando, de manera que, sin detenerse e incluso arrimándome mas a él para que sintiera que había llegado al fondo, me dijo:
-Intente contenerse, señorita Lucienne, porque ahora es cuando va a empezar lo bueno….Parece que le gusta, ¿No es cierto?
-¿Oh, sí!, ¿Oooh…..sí! ¡Qué grande es! ¡Qué grande!
Lucas había practicado con calma y suavidad el mete-saca mientras había temido hacerme daño, sin duda porque pensaba que volvería a buscarlo de mucho mejor grado si conservaba un buen recuerdo de la primera vez. Sin embargo, al ver que todo iba sobre ruedas, ya no dudó en poseerme como el buen coracero que era, dando impetuosos empujones al tiempo que tiraba de mis caderas para que acudieran al encuentro de su picha. Yo no podía evitar gemir al ritmo de sus acometidas, ya sin ninguna conciencia de lo que me sucedía, aparte de que sentía mi vientre íntimamente  acoplado a su cuerpo de un modo cada vez más acogedor. Ya no necesitaba tirar de mí, pues yo buscaba su picha levantando el culo cada vez que ésta salía, con un jadeo violento y ansioso.. Lucas también se enardeció, y en medio de nuestros suspiros, le oí decir:
-¡Tú también eres una guarra! Eres muy guarra ¿eh? Te gusta mi pepino, ¿verdad? ¡Ah!, para ser tan joven, mueves muy bien el culo.
-¡Sí, si! ¡Soy una guarra! – logré decir entre dos  gemidos- No lo puedo evitar…..Siegue, sigue….¡Oh!, está ardiendo….¡Qué gusto da!
Hubiera debido estar en guardia, pues sabía que cuando se le pone la picha tan caliente a un hombre es porque se va a correr. Pero no se le puede exigir demasiado a una principiante alocada. La fiebre del culo siempre ataca a las mujeres en dos tiempos: el primero es cuando de pronto sienten deseos de un hombre al verlo; el segundo, cuando sienten llegar al goce con dicho hombre, con otro o….. con otra. Yo me encontraba en la segunda situación, y no poseía aún la suficiente experiencia para conservar un ápice de sangre fría en medio de la tormenta, y ejecutar justo a tiempo el retroceso necesario para que el hombre se corra en la puerta de la gruta, en lugar de hacerlo al fondo. Por fortuna, existe un Dios para proteger a las imprudentes, pues con lo que Lucas metió aquel día en mi vientre, al cabo de nueve meses hubiera debido dar a luz una buena camada de bebés jardineros o jardineras.
Se corrió pues, copiosamente, con acompañamiento de unos bramidos dignos de un caballo de tiro, hasta que a mi vez solté la mantequilla de auténtica novilla normanda. No les he pedido opinión a tan bravos animales, pero supongo que, cada uno por su lado, deben sentir lo mismo que un hombre que se corre casi con la misma abundancia de orina, o que una mujer que recibe semejante manguerazo.



Ella se pasa por las piernas y las nalgas a todo hombre que se le atraviesa (y con quien no arriesgue su reputación). Poco después entra al servicio de una pareja de "nobles" de la región. Ella resulta ser una ex-prostituta lesbiana y él un degenerado con quien disfruta una sesiones académicas de lujuria.

Bueno........esto es un historia trillada, una novela erótica típica.....¿qué tiene de especial? Que además de estar bien escrita, hace gala de un sentido del humor muy fino y de buen gusto, tiene reminiscencias de obras eróticas clásicas:

Yo había visto este libro atribuido a Rousseau, lo cual es absurdo dado que tiene errores históricos muy obvios para ser una novela antigua. Por casualidad me entero hoy que la secuela de esta historia sí está firmada: es una obra de Jacques Cellard, un experto en novela erótica francesa y escritor ocasional de novela erótica en los 70's.





Perversógrafo: Sexo anal, vaginal, oral, masturbación, pederastia, prostitución, facial, lesbianismo, violación, tríos,  sandwichitos, frutas, flores, magreo, 69, beso negro, exhibicionismo, dedo-culo, orines, corpolalia.






Confesiones de una desvergonzada
Anónimo (Jacques Cellard)
Robinbook
España, 2006
ISBN 9788479278458
272 págs.






martes, 8 de mayo de 2012

El postre (¿Proto - Nyotaimori?)


Antes de que entren las hordas a incendiar el blog......lo de la fotografía
 no es Nyotaimori en sentido estricto
En el Japón moderno, existe la práctica del Nyotaimori, una forma de arte corporal donde el cuerpo, generalmente de una jovencita es utilizado como bandeja para servir los alimentos.

En la literatura erótica hay ejemplos de ésto ¿pueden ser el precedente?:

Recibí a los caballeros con mi mejor estilo y les ofrecí una cena excelente en la que la conversación discurrió amena secundada por los vinos. Al llegar el plato final, me excusé diciendo que iba a la cocina a supervisar la presentación. Adentro, me quité el traje de noche (cuando recibo a caballeros no acostumbro llevar cantidades de ropa interior, y menos en aquella ocasión), me subí a una silla y me coloqué en una inmensa fuente de plata que Salé había pedido prestada en las cocinas del príncipe de Orleans, Me tumbé de lado con la cabeza apoyada en la mano. Salé se aproximó acompañado de Yves, un lacayo que acababa de tomar a mi servicio y que llevaba una gran bandeja con platos llenos de mazapanes, cremas y pastas de distintos colores. Con la destreza y habilidad que le daban fama, Salé comenzó a decorar mi cuerpo desnudo con rosetas y lengüetas de cremas, confeccionadas con una mezcla especial para que el calor de mi cuerpo no las derritiese antes de llegar a la mesa.
Conforme Salé echaba regueros de crema sobre mis caderas y aplicaba primorosos capullitos sobre mis pechos, no pude menos de observar cómo Yves -elegido, como todos mis criados, por el equilibrio entre buen mozo y servicial, y que era un joven de una pujante virilidad prometedora- mostraba un interés especial en el trabajo de repostería. Sus nudillos estaban más blancos de lo que habrían estado aunque hubiera tenido que aguantar una bandeja diez veces más pesada y la pernera del pantalón delataba que la actitud hacia su ama era más calurosa que respetuosa.
Rematada la decoración con una uva sin pelar en la hendidura de mi ombligo, Salé aplicó una barbaridad de merengues por toda la bandeja, completando el efecto con una rociada de azúcar helado. A continuación me cubrieron con la tapadera de la bandeja y oí a Salé llamar a los otros dos criados. Poco después sentí cómo me levantaban y me trasladaban por el pasillo hacia el comedor. Oí cómo al abrir la puerta cesaban las conversaciones conforme me iba acercando y ponían la bandeja en la mesa.
En cuanto quitaron la tapadera mi compensación fue verme rodeada de ojos incrédulos y bocas entreabiertas. Monsieur Paul, como yo me lo esperaba, fue el primero en reponerse de la impresión y con una frialdad afectada alargó el brazo, cogió la uva y se la introdujo morosamente en la boca. Para no sér menos, monsieur Perriport se inclinó sobre la bandeja y con la lengua se hizo cargo de la florecita blanca que Salé había puesto en mi pezón derecho. A continuación todos, menos monsieur Goubouges, que, como yo esperaba, se limitó como de costumbre a disfrutar observándolo todo, se fueron acercando, arrodillándose en las sillas o sobre la mesa, y pasaron por mi cuerpo lenguas y dedos para lamer aquellas dulzuras. El príncipe estaba tan enardecido por aquello, que no pudo contenerse y, sin parar en mientes, me poseyó allí sobre la mesa, con el consiguiente deterioro de la decoración que quedaba en mi cuerpo y la ostensible irritación de los démás, quienes sólo en respeto a la alcurnia contuvieron su violencia.
El príncipe acabó tan de prisa, que no tuvieron que aguardar mucho. Le lauriers est tout coupé, como solía decir mi amigo Théo. Como el centro de una mesa y un revoltijo de merengues, copas de vino y cubiertos no es el más adecuado ni cómodo lecho de placer.

Del libro "Confidencias de una cortesana" de Cora Pearl

domingo, 6 de mayo de 2012

Diosa de Juan Abreu

Juan Abreu es un escritor excelente, de eso no hay duda. Pero lo que distingue a este libro es que el autor dice no ser el autor del relato original, sino que la protagonista, Laura Valero, se lo hizo llegar en forma de un manuscrito y que él sólo le dio forma.

El autor (o no) tiene un punto que le da credibilidad a su afirmación: La mayor parte de las historias serias sobre dominación y sumisión son escritas por personas que han vivido lo que escriben o que inventan una historia que les gustaría vivir porque gozan de dichas prácticas: "Historia de O" fue escrita por una sumisa para agradar a su amante; En "El ama", Maîtresse Francoise expone una vivencias no demasiado increíbles;  Vanessa Duriés nos regala sus vivencias en "La atadura", etc.

Además, el autor alude a una práctica japonesa, el shibari, que consiste en el arte de atar a un enemigo de manera artística para impedirle que huya. El autor describe con bastante exactitud las prácticas, pero con suficiente ignorancia para no pretender explicarlo. Como si efectivamente alguien le hubiera contado una  experiencia real sin explicarle el significado de lo que escribía.

Pero nuevamente, Abreu es un escritor magnífico y le creo capaz de hacer creer eso al lector.

Laura Valero es una mujer casada y fiel a su esposo (aunque le avergüence ser "normal") que un día decide iniciarse en una relación de sumisión con su marido. Su curiosidad efectivamente inicia cuando observa en internet imágenes de mujeres japonesas atadas artísticamente, que ella equivocadamente toma por sesiones de bondage.

Sus primeras sesiones, bastante inocentes, son someterse a su marido, vestida de sirvienta y recibiendo un par de nalgadas.......nada extraordinario. Pero su esposo (al que comienza a llamar "Amo") le recomienda que ponga un anuncio clasificado buscando un maestro que la inicie en la sumisión. Así encuentran al maestro Yuko, un amable japonés radicado en Barcelona que acepta iniciarla, con miras a utilizar su cuerpo un día en una sesión de Shibari, si ella accede.

En el curso de su entrenamiento, él la convencerá de comer bichos, permitirá ser atada, golpeada, maltratada y robará para complacer al maestro y mantener el interés de Amo. Ella le contará a Yuko sus fantasías de tríos, de ser humillada, de ser un Australopiteco primitivo, de posesiones tipo animal.

Yuko a cambio la ve como una obra de arte, y le comparte su gusto por la literatura y el arte japonés en general, desde la comida hasta la acuarela y el ukiyo-e. El trata de decirle que quiere convertirla en una diosa que se entrega sumisamente (un concepto del shibari).

Considero la experiencia como Sumisa parte fundamental de mi desarrollo vital. La atesoro en mi alma. A ella debo los momentos de éxtasis sexual y humano (¿debo agregar estéticos, religiosos?) más profundos y enriquecedores de mi vida. Ha servido para unirme más a Rodrigo, para amarlo más, para fortalecer nuestro amor.

Un día, Laura accede a ser convertida en diosa (algo que aparentemente sucede en las sesiones de shibari) y la llevan vendada al piso donde vive el maestro. Allí sucederá el momento más extraño del libro: una sesión pública donde la atan en silencio ante un público selecto y conocedor; la abofetearán para que esté sumisa; la azotarán para ablandarla y la bañarán....porque su cuerpo será el lienzo de la creación viva de Yuko.

Ella será atada desnuda: tobillos, lengua, ano, piernas, cabello...la colgarán de una viga para admirarla....ella tendrá un orgasmo allí. Después pintan una obra de arte con cera caliente sobre su cuerpo. Le ponen una vela en el ano y la usan para prender los puros. La sesión termina en una orgía en la que ella no participa.....ella está en otro plano ante los presentes....ella ahora será reconocida como la mujer que fue diosa por una noche.

Yo no gusto de la lectura de sumisas; pero en este caso debo reconocer que todo es de muy buen gusto. Es difícil sentirse ofendido con esta lectura tan amable y corta. Laura goza, disfruta, se extasía y sublima describiendo cómo la maltratan. Lo que siente es una especie de exaltación mística.

Algunos pasajes de esta historia parecerán brutales. Lo son. Los rituales del sexo suelen serlo. El sexo es un territorio regido por la violencia y el abandono de las reglas. Pero en esa violencia suele habitar una indescifrable ternura. Muchos pensarán en términos de perversidad y depravación; yo respondo que donde hay amor, aprendizaje, superación y autenticidad no hay suciedad ni pecado.
No tengo nada de qué avergonzarme.
A los que vean en lo que describo un mero ejercicio de exhibicionismo, les recomiendo aproximarse a este relato como a una curiosa pieza antropológica.

A mi me gustó el libro, a pesar de que est tema es "de especialidad" y de que yo personalmente no guste de leer de una mujer teniendo un "Amo", el relato es bueno y el autor es muy respetuoso. El personaje mejor logrado es el maestro Yuko, quien es un maestro gentil con una gran apreciación por la belleza.




Perversógrafo: Masturbación, sexo oral, anal, vaginal, sumisión, spanking, bondage, dominación, humillación, fetichismo.

Diosa
Juan Abreu
Tusquets Editores
La Sonrisa Vertical SV 128
España, Febrero 2006
ISBN: 978-84-8310-457-6
168 pág.




miércoles, 2 de mayo de 2012

El sexo primigenio

Ignoro qué prácticas eran las habituales de nuestros primeros padres en el Paraíso. ¡Sólo Dios lo sabe! ¡Y tal vez ni siquiera Él! Sin embargo, apuesto diez contra uno a que Adán no se conformó mucho tiempo con metérsela a Eva en el ojal. Un día u otro, bien porque tenía los pintores o porque estaba encinta de Caín, ella le dijo a su hombre:
—¿Sabes una cosa, mi querido Adán...?
—Te escucho, mi pequeña Eva...
—Esta noche, ni hablar de meterme el pajarito. 
—¿Ni hablar?
—¡Ni hablar! ¡Magras! ¡Naranjas de la China! De embestidas nada, monada.
—Pero ¿qué dices, mi adorada costillita? Vamos, no seas mala, Eva. ¡Mira lo armado que voy! 
—Ya lo veo, ya lo veo —suspira Eva—. Por desgracia, a pesar de tu deseo, no puedo, no puedo...
—¡Pues estoy apañado! —exclama Adán—. Si por lo menos Jehová (¡bendito sea Su Nombre!) te hubiera dado hermanas, primas... 
—¡Pero qué te has creído, bribón! —ruge Eva—. ¡Engañarme en plena luna de miel con otra mujer!
—¡En nombre de Dios, pero si no hay más mujeres! ¡NO HAY! ¿Qué voy a hacer con mi plátano?
—¿Con tu plátano? —susurra Eva—. De hecho...
Sin pensárselo dos veces, se arrodilla, pela delicadamente el plátano en cuestión, le da unos lametones, se lo mete en la boca..., ¡y así tuvo lugar la primera mamada! ¡Una gran día en la historia de la humanidad!
Poco después, se encuentran en las mismas circunstancias. La alcancía se cierra, sunday closed, a Eva le duele la garganta, y todavía no han inventado las pajas. Desesperado, Adán corre tras las cabras, pero no consigue alcanzarlas. Cuando regresa junto a su costillita, ésta se encuentra tumbada sobre la fresca hierba, boca abajo para broncearse la espalda. Él se acerca como un niño travieso y le propina una sonora palmada en el culo.
—¡Ay! ¡Pedazo de bruto con colita! ¡Lo has rajado!
—¡Caramba! —se sorprende Adán—. ¡Rajado! ¡Ha sido sin querer! ¡Te he rajado la popa, con lo mucho que te quiero! ¿Puedo mirar? Vaya, querida Eva, ¿sabes que tienes tiene unas hogazas preciosas?
Ella, a falta de hombres que se lo dijeran, aún no lo sabía.
—¿Pueden volver a pegarse? —pregunta Adán, separándolas—. ¡Oh! Pero ¿qué veo? —prosigue—. ¿Qué es ese agujero?
—Es la entrada de los artistas, Adán. El tuerto, el redondel, el conducto, la lechuza... En fin, ¡lo sabes de sobra! Por ahí es por donde... De hecho —murmura Eva, soñadora—, puesto que es por ahí por donde..., también podría muy bien ser por ahí por donde..., por donde... ¡Eureka, lo encontré!
—¿La manera de pegarlo? —pregunta Adán, contento.
—Algo mucho mejor, tigre mío, algo mucho mejor. Ven, acerca la antena que voy a desembaularte un secreto. Bla, bla, bla... Bla, bla, bla... ¿Lo has pescado, amorcito?
Lo había pescado, en efecto, y así tuvo lugar la primera enculada. Otro gran día en la historia de la humanidad. Le tomaron gusto, y todavía dura. A continuación, abandonaron el Paraíso para vivir su vida, como personas mayores. Pero ésa es otra historia.

Fragmento de "En los salones del placer", de Jacques Cellard